20 de mayo de 2016
La oposición acepta con condiciones la oferta de diálogo de Zapatero
La oposición
acepta con condiciones la oferta de diálogo de Zapatero
La presencia del ex mandatario en el
país caribeño se produce en un momento en el que la oposición venezolana pide
un referéndum revocatorio
José Luis Rodríguez Zapatero y
Nicolás Maduro se estrechan la mano en su reunión del miércoles en Caracas. REUTERS / ATLAS
Aunque la
situación de Venezuela no invita al optimismo, el ex presidente del Gobierno
español José Luis Rodríguez Zapatero ha querido pasar del largo del oscuro
presente y de un futuro nada halagador para intentar facilitar un diálogo entre
el gobierno y la oposición de este país. Es, lo saben todos, un recurso in
extremis para evitar que se siga profundizando el colapso de la vida diaria o
se produzca una confrontación mayor que nadie desea.
El ex presidente
ha sido muy claro. A ese eventual proceso hay que ir sin condiciones. Pero la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que se reunió en la mañana del jueves con
Rodríguez Zapatero, no parece dispuesto a considerar conversar con su
contraparte sin tener certeza concreta de la celebración del referéndum
revocatorio del mandato de Maduro. En un comunicado que publicaron tras la
rueda de prensa ofrecida por el exjefe del gobierno español y su homólogo
dominicano, Leonel Fernández, han declarado: “El primer punto de la agenda de
todo proceso de diálogo serio en la Venezuela actual debe ser, precisamente,
como quitar los obstáculos y triquiñuelas que intentan interferir, sabotear o
postergar el ejercicio de ese derecho constitucional”, aseguró la alianza
opositora.
Rodríguez
Zapatero, quien regresó a Madrid después de comparecer ante los medios, anunció
la disposición al diálogo después de reunirse por separado con el presidente
Nicolás Maduro y la canciller Delcy Rodríguez y con el presidente de la
Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, y algunos dirigentes de la coalición
opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). “Todos han expresado su
voluntad”, aseguró. Pero la MUD quiere evitar que esas conversaciones se
transformen en un debate político, una “operación de distracción” del Gobierno
dirigida a “ganar tiempo”. “Tiempo que gane el Gobierno es tiempo que pierde el
pueblo venezolano, hoy urgido de soluciones frente al flagelo del hambre, la
escasez de medicinas, la inflación galopante y la terrible inseguridad”.
Maduro ha
hecho apenas una mención superficial a las gestiones de Zapatero. En un acto
con gobernadores chavistas el gobernante venezolano anunció que ha aceptado
“que un grupo de ex presidentes comiencen un proceso de contactos y se inicie
un diálogo de respeto a la paz con la oposición”.
Unasur es
la plataforma multilateral que más confianza le brinda al chavismo y ha
designado, además de Rodríguez Zapatero y Fernández, al ex mandatario de
Panamá, Martín Torrijos, como el tercero de sus facilitadores. La Organización
de Estados Americanos no ha sido nunca un escenario donde se sientan
confortables por la ausencia de Cuba. Recientemente los fuertes cruces entre el
secretario general Luis Almagro y Maduro han alejado cualquier posibilidad de
acercamiento.
A lo largo
de su intervención Rodríguez Zapatero asumió la discreción propia de los
terceros que desean mediar en un conflicto. Eso sí, advirtió, no hay todavía
una fecha de comienzo para las conversaciones. Se espera que “en un tiempo
razonable” se establezca una agenda concreta con temas sugeridos por las partes
para un camino que imagina “largo, duro y difícil”. “Pediremos a la comunidad
internacional que respalde esta iniciativa”, dijo.
El ex presidente
Fernández fue más preciso y adelantó que, al margen del diálogo central entre
las partes, trabajará una segunda mesa compuesta por enviados de Maduro, de la
MUD, del sector privado y economistas. “Venezuela debe retomar el camino del
crecimiento económico y el suministro de sus insumos básicos. La idea es reencauzar
la economía por un sendero de confianza. Será una labor muy técnica, pero
servirá como una carta de navegación”.
Acerca de
lo expresado por Fernández, la MUD ha sido mucho más frontal: “Nada de lo
afirmado por Fernández formó parte de lo conversado con el ex mandatario
español. De hecho, nuestra visión de la tragedia económica que vive nuestro
país difiere radicalmente de lo dicho por el ex presidente dominicano. La
destrucción de la economía venezolana, a la que ingresaron un millón de
millones de dólares en los últimos 12 años, no se puede explicar sin denunciar
el morbo de la corrupción oficial y la existencia de un ‘modelo económico’ que
en vez de generar riqueza se especializa en multiplicar y distribuir pobreza.
Dicho de otra manera, en Venezuela no hay solución económica si no hay cambio
político, y al logro pacífico de este último objetivo debe orientarse un
verdadero proceso de diálogo nacional”.
Todas las
diferencias expresadas en el comunicado coinciden con lo que apunta el entorno
del ex presidente español. Ha regresado a Madrid con una preocupación profunda
por el deterioro de la convivencia entre los venezolanos, por el choque de
poderes y por la poca voluntad de las partes para establecer consensos mínimos.
Ya lo advirtió en la rueda de prensa: el camino del dialogo será “largo, duro y
difícil”.
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