PERISCOPIO
Blog Contra-Revolucionario
sábado, 3 de noviembre de 2018
NACHO ALDAY - URRACA – 03/11/2018
Pedro Urraca nació en Valladolid en 1904. Cursó estudios de comercio, pero aficionado a la aventura recorrió el mundo durante años en buques de la marina mercante. En 1929 ingresó en la Policía y al año siguiente se casó con la ciudadana francesa Heléne Cornette.
Al empezar la Guerra Civil, siendo conocidas sus ideas de orden por los compañeros revolucionarios de la Policía que habían sido colocados en masa por el gobierno del Frente Popular, se refugió en la embajada francesa para salvar su vida apelando a la nacionalidad de su esposa. A finales de 1937 pudo embarcar hacia Francia en Valencia con un salvoconducto de la embajada gala junto con otros refugiados derechistas.
Poco después regresó a la España nacional reanudando inmediatamente su actividad policial. En 1939 fue destinado como agregado a la embajada española en París con la misión de organizar discretamente una amplia red de inteligencia para controlar la actividad en Francia de los partidos políticos españoles derrotados en la guerra y sus dirigentes. Se instaló en la capital francesa con su esposa como agente 447. La conquista de Francia por el ejército alemán facilitó la posibilidad de extraditar a los criminales buscados. Ya había logrado organizar una red de información con cientos de colaboradores españoles y franceses, consiguiendo localizar a muchos responsables de partidos izquierdistas instalados en Francia. En unos meses envió 268 informes sobre activistas republicanos a sus superiores en Madrid. Estableció una colaboración fluida con el embajador español Lequerica. Heléne también tenía contactos sociales que facilitaron el trabajo. Localizó al expresidente de la Generalitat catalana Companys en una villa veraniega en la región de Bretaña a la que éste se había trasladado con su mujer cuando los alemanes ocuparon París. El 13 de agosto de 1940 se presentó allí, pistola en mano, con 5 policías alemanes uniformados de militares procediendo a su detención. Fue entregado a la Guardia Civil en el puesto fronterizo de Irún para que ser juzgado por los terribles crímenes cometidos bajo su mandato. Resultó un gran éxito profesional. Además, consiguió la detención y extradición del exministro del Interior socialista Julián Zugazagoitia, responsable de cientos de fusilamientos en 1938, y mano derecha del presidente de Gobierno Negrín. Fue también juzgado y ejecutado. La exministra anarquista Federica Montseny se sumó a sus capturas.
Recibió importantes condecoraciones policiales y la Orden de Isabel la Católica, máxima condecoración civil. Su apasionante vida se apagó en 1989.