26 de mayo de 2016
Netanyahu amplía su coalición de Gobierno hacia la ultraderecha
Netanyahu amplía su coalición de Gobierno hacia la
ultraderecha
Avigdor Lieberman llega a la cartera de Defensa y aparca su propuesta de
pena de muerte
El nuevo titular de
Defensa israelí, Avigdor Lieberman, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu,
este miércoles en Jerusalén. AMMAR AWAD REUTERS
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, refuerza su ejecutivo
de la mano de uno de los partidos de la extrema derecha del país. Desde este
miércoles, los ultranacionalistas de la formación Israel Beitenu (Israel es
Nuestro Hogar) ya forman parte oficialmente de
la coalición de Gobierno, que pasa a tener 66 diputados de los 120 del
Parlamento hebreo. Cinco más que
hasta ahora.
“Israel requiere la estabilidad de un Gobierno que maneje los cambios a
los que nos enfrentamos y que tome las oportunidades que tenemos delante”,
justificó Netanyahu durante la presentación del acuerdo. Junto a él se
encontraba su nuevo socio, el controvertido Avigdor Lieberman, que una vez más
dejó claro que para él “lo más importante es la seguridad de los ciudadanos
israelíes”.
El considerado por algunos analistas como “el Gobierno más radical que
ha existido jamás en la historia de Israel”, ve la luz apenas una semana
después desde que se hiciese público que Netanyahu le había ofrecido a Lieberman la cartera de Defensa para formar parte del Ejecutivo. Un hecho que precipitó la dimisión del
anterior titular, Moshe Yaalon y que desencadenó una oleada de críticas dentro
y fuera de casa por dejar en manos de un ultranacionalista uno de los
ministerios clave del país.
Lieberman, que ya fue titular de Exteriores, vive en un asentamiento
judío en territorio ocupado palestino; en alguna ocasión llamó “traidores” a
los que apuestan por la retirada de Israel de Cisjordania y recientemente se
manifestó en apoyo de Elor Azaria, el militar israelí de una unidad del cuerpo
médico del Ejército hebreo que remató de un tiro en la cabeza a un palestino, malherido, que había apuñalado a un soldado israelí, en Hebrón.
Sin embargo, según lo que ha trascendido de las negociaciones entre el
Likud e Israel Beitenu, los principales escollos para unirse a la coalición
eran de tipo económico y la promesa electoral de Lieberman de promover la pena
de muerte “para los terroristas”. En ambos casos, el político de origen moldavo
ha tenido que hacer concesiones: la discusión sobre la pena de muerte parece
que ha quedado aparcada y el obstáculo económico fue salvado el martes por la
noche en una reunión en la que también participó el ministro de Finanzas de
Israel, Moshe Kahlon, que ha desempeñado un papel crucial en la redacción del
acuerdo.
Amenaza para
la estabilidad regional
Netanyahu, que dijo mantener aún la puerta abierta de la coalición a los
laboristas de Isaac Herzog, también aseguró seguir comprometido con el proceso
paz. “Haré todo lo posible por llegar a un acuerdo”, afirmó. Palabras que
suenan huecas para la Autoridad Nacional Palestina y para sus rivales de Hamas.
Nada más conocerse la entrada de Lieberman en el Gobierno, el jefe del
equipo negociador palestino, Saeb Erekat lo calificó como “una verdadera
amenaza para la estabilidad regional”. Para el portavoz de Hamas en la Franja
de Gaza, Sami Abu Zuhgri, “es un indicador del racismo y el extremismo que
reina en Israel”.
Si todo va según lo previsto, la próxima semana asumirá la cartera de
Defensa aunque para ello, Netanyahu tendrá que lidiar con la última rebelión
que le ha estallado dentro de la coalición, la de Naftali Bennett, ministro de
Educación y líder del partido Habayit Hayehudi. Para aceptar el nombramiento de
Lieberman, Bennett exige cambios en el Gabinete de Seguridad de Israel. Quiere
que Netanyahu nombre un secretario militar, una suerte de oficial de enlace
entre el Ejército y el Gobierno, para “proteger la seguridad de Israel”.
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