25 de mayo de 2016
EL PAIS - ANA CARBAJOSA: ANÁLISIS Europa no entra en campaña en España
ANÁLISIS
Europa no entra en campaña en España
Bruselas se encuentra aun profundamente anclada en la psique colectiva
de los españoles
David Cameron y
Mariano Rajoy, el pasado febrero en Bruselas. OLIVIER HOSLET EFE
El 26 de junio los españoles
vuelven a las urnas. El
debate político es intenso. Parece que esta vez tampoco habrá una mayoría
política clara y no se sabe muy bien si los aspirantes lograrán llegar a un
acuerdo para formar Gobierno. Los partidos se preparan para la batalla final.
Todos menos uno, que ni está ni se le espera: el euroescéptico. En España, a
diferencia de otros países europeos no hay partidos que propongan romper con
Europa, porque saben que este no es terreno fértil, que aquí los ciudadanos
descontentos no sueñan con una vida mejor, fuera de Europa.
Porque Bruselas se encuentra aun profundamente anclada en la psique
colectiva de los españoles. España no entró en
la UE hasta 1986, apenas
cinco años después del intento de golpe de Estado del coronel Tejero y apenas
diez desde que muriera Francisco Franco. Formar parte de Europa fue para muchos
españoles la confirmación de que la democracia había llegado para quedarse y de
que Bruselas sería la mejor garantía. Ese sentimiento ha sufrido un cierto
desgaste con el paso de los años —la pérdida de confianza en las instituciones
europeas es notable desde 2005—, pero nunca en cifras que se puedan comparar
con el vibrante euroescepticismo británico y centroeuropeo.
Una encuesta de Ipsos alertaba este mes del riesgo de que el Brexit causara
un efecto dominó en Europa. En Francia o Italia más del 50% de los votantes
opinó que debería celebrarse un referéndum similar en su país. España aparece a
la cola de los Estados que anhelan una consulta como la británica. Casi la
mitad de los españoles sondeados dijo querer más Europa. Todo ello, a pesar de
que España ha sufrido en los últimos años una de las crisis más devastadoras de
la eurozona y de que buena parte de los ciudadanos culpa a las políticas de
austeridad procedentes de Bruselas de la debacle. Pero precisamente porque este
euro criticismo de baja intensidad empieza a prender en España y porque el
vendaval eurófobo no amaina en el resto de Europa, tal vez convenga considerar
que quizás la vacuna española tenga fecha de caducidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario