viernes, 8 de mayo de 2020
SINCRONÍA – 09/05/2020
La Organización Mundial de la Salud publicó un informe en septiembre de 2019, justo el mes anterior a la liberación del coronavirus en los Juegos Mundiales Militares de Wuhan y en sincronía con el Partido Comunista Chino, titulado: "Un mundo en peligro. Informe sobre la preparación mundial para las emergencias sanitarias. Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación".
Colaboran en dicho informe entidades tan afines a los Illuminati como la Cruz Roja, la Media Luna Roja, la Universidad Johns Hopkins, la Universidad de Oxford, el instituto Chatham House, la Wellcome Trust, el Banco Mundial, el Gobierno de Alemania y la Fundación Bill Gates.
Transcribimos algunos trechos del documento.
Se trata de la preparación ante una pandemia provocada por un patógeno respiratorio de consecuencias nefastas, y gestión de la pandemia. Una de las principales prioridades será la elaboración de un marco de vigilancia para el seguimiento de los progresos, no solo con respecto a estas medidas, sino también con respecto a otros compromisos políticos nacionales y mundiales.
El espectro de una emergencia sanitaria mundial se vislumbra peligrosamente en el horizonte. Nos enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia fulminante, sumamente mortífera, provocada por un patógeno respiratorio que podría matar de 50 a 80 millones de personas y liquidar casi el 5% de la economía mundial. Una pandemia mundial de esa escala sería una catástrofe y desencadenaría caos, inestabilidad e inseguridad generalizadas. El mundo no está preparado.
El mundo está en peligro, pero colectivamente tenemos las herramientas para salvar a las poblaciones y las economías. Lo que necesitamos es liderazgo y la voluntad de actuar con firmeza y eficacia. Los jefes de gobierno de todos los países deben comprometerse a mejorar la preparación aplicando las obligaciones vinculantes que les corresponden en virtud de Reglamento Sanitario Internacional. Los jefes de gobierno deben designar a un coordinador nacional de alto nivel con autoridad y responsabilidad política para liderar los enfoques pangubernamentales y pansociales.
Los países y las instituciones multilaterales deben prepararse para lo peor. La propagación rápida de una pandemia debida a un patógeno respiratorio letal de origen natural, liberado accidental o intencionadamente conlleva requisitos adicionales de preparación.
El mundo corre grave peligro de padecer epidemias o pandemias de consecuencias devastadoras, no solo en términos de pérdida de vidas humanas sino de desestabilización económica y caos social.
Los eventos naturales, accidentales o intencionados causados por patógenos respiratorios de gran impacto plantean riesgos biológicos catastróficos a escala mundial.
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