1 de junio de 2016
RADIOGRAFÍA DE ESPAÑA Madres cada vez mayores y con menos hijos
Madres cada vez mayores y con menos hijos
La edad media del primer parto ha subido cinco años en los últimos 40.-
El alejamiento de la edad biológica ideal tiene sus consecuencias
EL PAÍS traza desde este miércoles una amplia radiografía económica,
cultural y sociológica de la España que el 26 de junio acude a las urnas por
segunda vez en pocos meses. Cada día, hasta la víspera de las elecciones,
abordaremos aspectos clave de nuestra sociedad a través de uno o varios
gráficos analizados por los periodistas del diario.
Las mujeres españolas cada vez
retrasan más su maternidad. Este hecho, que salta a la vista tanto en las salas
de espera de las consultas obstétricas como en la puerta de cualquier colegio,
es aún más claro cuando se analizan los datos de las últimas décadas. De los
25,2 años de edad media para tener el primer hijo de 1975 (primer dato
disponible en el INE) a los 30,6 de 2014 (último dato), la evolución parece
imparable. España es, junto con Italia (30,7), el país de la Unión Europea
donde las mujeres son madres más tarde, y el cuarto de la OCDE, por detrás sólo
de Corea del Sur (31), Italia y Suiza (30,6).
Varios factores influyen en
este aumento de la edad media, una tendencia común en los países de la OCDE,
donde solo en Chile y México ha caído desde 1970. En España, el aumento de la
edad de emancipación, debido al paro juvenil y a la prolongación de los
estudios; la penalización que sufren las mujeres en su carrera profesional
cuando tienen hijos, la falta de medidas de conciliación familiar y de apoyo a
la maternidad se suelen mencionar entre las principales razones. Una tendencia
que ha acelerado la crisis económica: en 2007, la edad media de las madres
primerizas era de 29,4 años, es decir, que en los siete años transcurridos
hasta 2014, la media ha aumentado en 1,1 años.
El alejamiento de la edad biológica ideal para tener hijos, que los
expertos consideran que está por debajo de los 30 años, tiene sus
consecuencias. Las más dramáticas las viven las mujeres que descubren que,
cuando al fin el resto de circunstancias vitales es propicio, su cuerpo les dice
que es demasiado tarde. Y es que cada año que pasa, la tasa de embarazo cae: si con 25 años hay un 25% de opciones por ciclo de lograrlo, con 30,
baja al 22%, con 35, al 12%, y con 40, al 5%. Esto provoca el aumento en la
cifra de mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad, costosos tanto
económica como emocionalmente. Y con ellos, la probabilidad de tener embarazos y partos múltiples (un 2,29% del total en 2014, porcentaje en el que España también está en
los primeros puestos en Europa).
El retraso de la edad de
maternidad también afecta a las cifras globales. Con una tasa de fertilidad de 1,32 hijos por mujer (frente al 1,58 del conjunto de la UE), el INE prevé que para 2017
haya más muertos que nacimientos por primera vez desde la guerra civil, aunque algunas proyecciones
adelantaban ese momento a 2015. Países como Francia han demostrado que se puede
reducir la edad media de maternidad (de 28,5 en 2005 a 28,3 en 2014) y aumentar
el número de hijos por mujer (2,01) con una decidida inversión en políticas
familiares. Es necesario que los partidos españoles apuesten por medidas que
apoyen la natalidad, hagan posible compatibilizar trabajo y familia e impidan
que las carreras de las mujeres se resientan por ser madres. Medidas como los
permisos de paternidad obligatorios e intransferibles, una red de escuelas
infantiles a precios asequibles, las jornadas continuas o la flexibilización de
horarios harían más por la natalidad que cualquier cheque-bebé.
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