17 de junio de 2016
La rebelión de los exgenerales contra Netanyahu y su Gobierno extremista
La rebelión de los
exgenerales contra Netanyahu y su Gobierno extremista
Los exministros de Defensa Barak y Yaalon llaman a apear del poder al
primer ministro israelí
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Jerusalén 17 JUN 2016 -
09:10 BRT
Benjamín Netanyahu
y el entonces ministro de Defensa, Moshe Yaalon, el pasado febrero SEBASTIAN
SCHEINER AP
Los dos anteriores ministros de Defensa de Israel, el conservador Moshe Yaalon y el exlaborista Ehud Barak —ambos antiguos generales jefes del Estado Mayor— han llamado a derribar
en las urnas el Gobierno de Benjamín Netanyahu, considerado como el más
extremista en la historia del Estado judío, por estar conduciendo el país al
borde del abismo y aislándolo del resto del mundo. “Por primera vez en años,
Israel cuenta con una oposición digna de tal nombre”, sostenía este viernes el
corresponsal político del diario Haaretz,
Barak Ravid, “y hay dos pesos pesados que
desafían abiertamente al primer ministro”. Las intervenciones hipercríticas de
ambos exgenerales, a las que se sumaron las de otros dos antiguos jefes de la
cúpula militar —Gabi Ashkenazi y Benny Gantz— en la Conferencia de Herzliya, uno
de los principales foros políticos anuales de Israel, han sacudido a la opinión
pública israelí, aletargada desde las elecciones de marzo de 2015, en las que
Netanyahu logró su tercer mandato consecutivo como jefe de Gobierno.
Yaalon dimitió hace un mes
como titular de Defensa a raíz de la incorporación al
Gabinete de coalición del ultraderechista Avigdor Lieberman, quien fue
precisamente designado su sucesor en el cargo. En la primera intervención
pública tras su renuncia, anunció el jueves su intención de formar un nuevo partido
político de centro-derecha para presentarse a los próximos comicios “ante la
creciente fractura abierta en el seno de la sociedad israelí, la erosión
metódica de los valores fundamentales, los intentos de causar daños a las
Fuerzas Armadas y por el demagógico liderazgo del país”. Yaalon, que era
calificado como un dirigente moderado y pragmático en el Likud, el partido
encabezado por Netanyahu, acusó al jefe de Gobierno de “sembrar el miedo y
agitar la división entre judíos y árabes, y entre izquierda y derecha, con tal
de permanecer en el poder”.
Netanyahu se apresuró a replicar a las invectivas de Yaalon. “Uno no
puede decir que confía completamente en el liderazgo del país cuando forma
parte de él y completamente lo contrario cuando está fuera”, resaltó el primer
ministro. “Uno no puede decir en la Conferencia de Múnich hace cuatro meses que
Irán amenaza la existencia de Israel y negarlo ahora en Herzliya”. El anterior
ministro de Defensa se alejó del jefe de Gobierno tras el incidente registrado
el pasado marzo en Hebrón (Cisjordania) en el que un soldado remató de un tiro en la cabeza a un
atacante palestino malherido que yacía en el suelo. Yaalon era partidario de castigar con mano dura
la conducta del militar, mientras Netanyahu se mostró contemporizador después
de que las encuestas revelaran que un 57% de los ciudadanos estaba en contra
del arresto del militar.
Desde el Likud y los servicios de prensa del Gobierno calificaron los
discursos de Herzliya como propios de izquierdistas, aunque, como destacaba
este viernes enMaariv el columnista Ben Caspit, “nadie puede tildad a Yaalon de lunático
izquierdista, él solo muestra que en Israel hay otro tipo de derecha
—razonable, liberal, con sentido de Estado—, lo que fue una vez el Likud”.
También salió del laborismo para fundar un partido centrista el ex primer
ministro y antiguo responsable de la cartera de Defensa Ehud Barak, quien fue
aún más contundente horas después en el mismo foro: “Si este Gobierno no
rectifica, tenemos que alzarnos para derribarlo a través de las protestas
civiles y de las urnas antes de que sea demasiado tarde”. Este dirigente de
centro-izquierda, que se retiró de la política activa tras abandonar el
Gobierno hace tres años, considera que se ha producido una “OPA hostil del
Likud” por parte de “un núcleo fanático de ideología extremista que ha purgado
a quienes anteponen los valores democráticos sobre el populismo”.
Al igual que Yaalon, Barak también podría haber criticado abiertamente a
Netanyahu cuando formaba parte del Gobierno, como resalta este viernes el
analista político de Yedioth Ahronoth, Nahum
Barnea. “Ambos tienen ahora razones de sobra para sentir remordimientos”, argumenta
el columnista, “pero no se puede menospreciar su discurso. El Gobierno está
empezando a pagar el precio de su deriva y su demagogia. Lo está pagando en
todo el mundo y también en Israel. Barak y Yaalon son solo la punta del
iceberg”.
El mensaje de Barak iba dirigido también contra la línea de flotación de
la política exterior de Netanyahu, quien, según dijo, ha sometido a un proceso
de “hitlerización todas las amenazas regionales, al equipararlas a un nuevo
Holocausto”. “Vamos camino de convertirnos en las antiguas Belfast o Bosnia,
incluso en Johanesburgo (…) mediante una agenda oculta hacia un Estado del apartheid, que caería en el ostracismo antes de colapsar, o hacia un Estado
binacional —en el que los judíos acabarán siendo minoría en una o dos generaciones—
que desembocaría en una guerra civil”.
Netanyahu parece haber vuelto a topar con el Ejército. El pasado mes de
mayo ya tuvo un encontronazo con el número dos de las Fuerzas Armadas, general Yair Golan, quien en un discurso equiparó a la sociedad israelí
actual con la de la Alemania nazi. En un acto conmemorativo de la aniquilación
del pueblo judío bajo el régimen de Hitler, Golan lanzó esta reflexión: “Si hay
algo que me inquieta sobre el recuerdo del Holocausto es el reconocimiento del
nauseabundo proceso que se registró en Europa en general, y en Alemania en
particular hace 70, 80, y 90 años, y encontrar signos de ese mismo proceso entre
nosotros hoy”.
Como militar, Ehud Barak dirigió arriesgadas operaciones de comando en
los años setenta en Oriente Próximo y en África. Como gobernante, ordenó la
retirada del Ejército israelí de Líbano hace 16 años tras casi dos décadas de
ocupación del sur del país vecino. Ya retirado de la contienda política,
asegura ahora que “en las capitales del mundo, ningún líder cree ni una palabra
de Netanyahu y de su Gobierno”. “Solo una persona ciega, ingenua, ignorante o
servil puede dejar de reconocer que en Israel existe un proceso de erosión de
la democracia”, apostilló Barak en su discurso en Herzliya, “y que este
Gobierno hunde sus raíces en el fascismo”.
Etiquetas:
Israel,
Nazismo-Facismo - Extrema Derecha,
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