7 de junio de 2016
El Banco de España avisa del riesgo de prolongar la incertidumbre política
El Banco de España avisa
del riesgo de prolongar la incertidumbre política
Señala que la "indefinición" de la política económica puede
retrasar "algunas decisiones de gasto"
El gobernador del
Banco de España, Luís María Linde EFE
El
Banco de España advierte en sus proyecciones
macro sobre los riesgos negativos que tiene para la economía española el actual
escenario político. Y lo hace otra vez, justo en un momento en el que las
encuestas vuelven a arrojar un Parlamento fragmentado donde se antoja difícil
ensamblar una mayoría suficiente para gobernar. En un informe publicado este
martes, la institución que preside Luis Linde alerta de que " la
prolongación del período de incertidumbre política, tras la convocatoria de
unas nuevas elecciones legislativas, puede dar lugar a que los agentes
pospongan temporalmente algunas decisiones de gasto como consecuencia de la
indefinición acerca del curso futuro de las políticas económicas".
Y el organismo supervisor no sólo se ciñe a la falta de Gobierno.
También pone el foco sobre la política fiscal en unos términos bastante
parecidos: "La incertidumbre afecta tanto a la pauta temporal del proceso
de consolidación fiscal como a su composición y, por consiguiente, al efecto
final de este proceso sobre la actividad". Es decir, mientras no se sepa
qué ocurre con el déficit público, los agentes económicos siempre albergarán la
duda sobre si vienen nuevas subidas de impuestos o recortes, lo que al fin y al
cabo siempre se traduce en un aplazamiento de las decisiones de gasto o
inversión.
"En la medida en que estos
aspectos de la política fiscal finalmente aplicada se separen de los supuestos
incorporados a este ejercicio de proyección, podrían producirse efectos sobre
el escenario previsto de evolución de la actividad", remacha.
Mejora de la previsión de déficit
En el informe de previsiones, el Banco de España mejora tres décimas su
estimación de déficit para este año hasta el 4,1% del PIB, aún por encima del
objetivo del 3,6% comprometido con Bruselas. Respecto al déficit de 2017,
mantiene sus vaticinios en el 3,4%, lejos del 2,5% exigido por el Ejecutivo
comunitario. A juicio de la entidad que encabeza Linde, el desfase
presupuestario no bajará del 3% hasta 2018, y lo hará por muy poco: en ese año
tan sólo se logrará un 2,9% según las nuevas proyecciones de la autoridad
monetaria.
De acuerdo con estas proyecciones, la mejora de la desviación de 2016 se
produce porque el organismo tiene en cuenta la aplicación de las medidas
incluidas en el Programa de Estabilidad entregado por el Ejecutivo de Mariano
Rajoy a la Comisión Europea. En este plan, el Gobierno recogió una rebaja del
gasto en la Administración central de cerca de 2.000 millones de euros, así
como la previsión de otros 1.500 millones de ajuste en las comunidades autónomas.
No es la primera vez que el Banco de España habla del posible impacto de la incertidumbre política sobre la
economía de España:
"Reducir la incidencia de estos riesgos requiere priorizar tanto la
culminación del proceso de consolidación fiscal, que resulta esencial para
mantener la confianza, como perseverar en la aplicación de las reformas
estructurales", declaró el pasado abril el director del servicio de
estudios del organismo, Pablo Hernández de Cos.
Además, el Banco resalta este martes los riesgos procedentes del
exterior. En concreto, subraya la persistencia de la incertidumbre sobre la
evolución de la economía global, en especial en el caso de los emergentes y su
posible impacto sobre las exportaciones españolas. Y sobre todo destaca las
tensiones que podrían generarse como consecuencia del referéndum convocado en Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europea.
Menor ritmo de crecimiento
Estos riesgos negativos se ciernen sobre una economía que seguirá
creciendo, pero cada vez lo hará a un menor ritmo y siempre sostenido por el
tirón de la demanda doméstica. De acuerdo con las estimaciones del Banco sito
en la plaza de Cibeles, el PIB avanzará este año un 2,7% para desacelerarse
hasta el 2,3% en 2017 y el 2,1% en 2018. Por su parte, el Gobierno coincide en
las estimaciones oficiales de este año, pero se muestra más optimista en cuanto
a los dos próximos ejercicios: augura un alza del PIB del 2,4% en 2017 y del
2,5% en 2018.
En este contexto de gradual ralentización de la actividad, la entidad
reitera que la adopción de medidas estructurales que mejoren el funcionamiento
de los mercados y fomenten la productividad tendría efectos positivos sobre el
horizonte de crecimientos recogidos en estas proyecciones. "La evolución
macroeconómica vendrá también condicionada por la agenda de reformas
estructurales que se implemente", señala el informe.
En opinión de los servicios de estudios del Banco, el empleo seguirá no
obstante creciendo a ritmos muy elevados en relación con el crecimiento de la
economía. Lo cual permitirá que la tasa de paro descienda al entorno del 17% a
finales de 2018.
En cuanto a la inflación, el Banco de España pronostica un incremento de
los precios tras registrar un IPC negativo del 0,5% en 2016. Como consecuencia
de una recuperación de los precios del crudo, los precios podrían subir un 1,5%
en 2017 y un 1,7% en 2018. Entre los aspectos positivos, el supervisor cita las
medidas de política monetaria del BCE, que podrían tener un impacto incluso
mayor del esperado, sostiene la nota.
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