El Rey, ante Puigdemont: «El camino es trabajar juntos teniendo siempre como objetivo el bien común»
ÀLEX GUBERN - abc_esMadrid - 21/02/2016 a las 20:40:26h. - Act. a las 21:11:43h.Guardado en: Casa Real - Temas: Casa Real , Barcelona , Cataluña , Mobile World Congress 2016
Lo que la tensión política y la descortesía separó lo ha acabado uniendo la tecnología. El Rey Don Felipe, en su 14 visita a Cataluña desde que sucediera a Don Juan Carlos, ha coincidido hoy por primera vez con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la cena oficial previa a la inauguración del Mobile World Congress (MWC) que se celebra esta semana en Barcelona.
En su intervención el Rey ha destacado que el éxito del congreso, que se estima tiene un impacto nada menos que de 460 millones de euros en el área de Barcelona, se explica en buena parte por la «suma de esfuerzos y de voluntades entre las administraciones y las entidades implicadas. Este es el camino para garantizar la prosperidad de todos. Trabajar juntos teniendo siempre como objetivo el bien común», ha explicado Don Felipe ante unos 160 invitados, entre los que se encontraban Puigdemont, el ministro de Industria José Manuel Soria, la alcaldesa Ada Colau, y el consejero catalán de Exteriores Räul Romeva.
En este sentido el Rey ha señalado que el Congreso «es un ejemplo de cómo el compromiso entre las diferentes administraciones impulsa el progreso colectivo» la mejor forma, ha señalado, de «atender el interés general de todos los ciudadanos». Don Felipe, como es costumbre en este encuentro, hizo la mayor parte de su discurso en inglés, aunque también habló en castellano y en catalán.
Por otra parte, el Monarca ha señalado que la tecnología móvil, o de manera más general, «la revolución digital» ofrece «grandes oportunidades para alcanzar altos niveles de prosperidad y para reducir la desigualdad». En la misma línea de dar una lectura social a la tecnología el Rey ha señalado también que el desarrollo asociado a las nuevas tecnologías «debe ser inclusivo» y debe prevenir «que parte de la población quede al margen de las oportunidades que ofrecen».
El encuentro de esta noche, además de para inaugurar oficialmente el Congreso, ha servido para zanjar semanas de distanciamiento desde que tras la elección del presidente catalán, la Casa Real pidiese a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que comunicase por carta su nombramiento y no en persona, como había sido costumbre hasta entonces con las comunidades llamadas históricas. El cambio, que en la Cataluña soberanista se leyó casi como una afrenta, llevó luego a que Puigdemont tampoco pidiese audiencia al monarca, como también ha sido costumbre.
En cualquier caso, el saludo entre el Rey y Puigdemont tampoco fue entre dos extraños, en tanto que ambos se conocen de cuando el ahora presidente ejercía de anfitrión como alcalde en los premios Impulsa que anualmente concede la Fundación Príncipe de Gerona. Don Felipe también tuvo ocasión de saludar a la alcadesa de Barcelona, quien en la capital catalana, además de retirar el busto de Don Juan Carlos del salón de plenos, ha impulsado un plan para depurar la presencia «borbónica» en la ciudad.
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