Falta de voluntad
Si nadie cede, España se arriesga a una larga e inquietante interinidad
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Por lo tanto, a poco más de dos semanas de la fecha fijada para el debate y votación de la investidura de Pedro Sánchez, el acuerdo con Podemos se complica mucho. El aspirante solo podrá salir airoso del envite si el Partido Popular o Podemos aceptan abstenerse, dado que el voto en contra de ambos tumbaría su candidatura, víctima de una pinza sobre el PSOE.
Si Sánchez fracasa, es posible que Mariano Rajoy crea llegada su oportunidad. Pero resulta casi imposible que alguna otra fuerza acepte apoyarle a la vista de la corrupción en que numerosas personas del PP han caído bajo su largo mandato al frente del partido. Probablemente, solo la presentación de otro candidato, en el marco de una operación regeneracionista, podría devolver al centroderecha una posibilidad sólida de volver a gobernar en España.
Mientras se multiplican los pequeños cálculos tacticistas, los españoles necesitan soluciones inmediatas y en positivo. Sobre el planeta se cierne una inestabilidad económica que la UE puede pagar muy cara. Aun en el caso de que la próxima recesión no sea tan fuerte como la crisis de los años 2008-2013, esta vez los presupuestos públicos tienen menos fuelle y las deudas han crecido mucho en Europa. Dedicarse a hacer campaña durante meses y meses, sin perspectivas de cambio sustancial de resultados y con un Gobierno interino, es una ceguera que los políticos responsables no deben permitirse.
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