25 de septiembre de 2016
Pesadilla española: fragmentación, “laboratorio social”, bambalinas y aventuras revolucionarias
Destaque Internacional, viernes 23 de septiembre de 2016. Texto interactivo. Puede difundirse libremente, sin necesidad de citar la fuente. Aguardamos sugerencias y opiniones.
Pesadilla española: fragmentación, “laboratorio social”, bambalinas y aventuras revolucionarias
Gonzalo Guimaraens
1.
España continúa políticamente a la deriva, con un Congreso de los Diputados fragmentado de tal manera que desde hace ocho meses trata infructuosamente de articular mayorías para elegir al presidente del gobierno. Han fracasado en escoger al nuevo presidente desde el centroderechista PP, pasando por el socialista PSOE y llegando a los nuevos partidos como Ciudadanos o Podemos.
2.
Un problema delicado es que esa fragmentación política española parece ir contagiando y acostumbrando a los diferentes sectores de la sociedad, y a los propios españoles, a la acefalia casi permanente del gobierno. Por su parte, el rey de España, que conserva entre sus atribuciones la de convocar a líderes políticos para formar gobierno, ha fracasado en sus intentos; y perdiendo de esa manera su razón de ser, el rey se está quedando peligrosamente al margen de los acontecimientos.
3.
Una sensación de irritación, de impotencia, de frustración, de cansancio y de desinterés por la cosa pública va tomando cuenta de la población. ¿Hasta cuándo podrá prolongarse esa situación en una nación de la importancia de España, hacia la cual continúan mirando los países iberoamericanos?
4.
¿Estará España transformándose en una especie de “laboratorio experimental” para Iberoamérica? Hay quienes dicen, basados en teorías sociológicas del caos, que en España se estaría en un momento de cambio de paradigmas sociales y políticos, y se levantan hipótesis en el sentido de que, de ese caos, podrán germinar nuevas fórmulas de gobierno y de sociedad.
5.
Bajo ese punto de vista, el filósofo Fernando Flores, ex ministro de Allende, entrevistado por el periodista Héctor Aguilar Camin, hace una interesante enumeración de “estados de ánimo” suscitados por las crisis profundas: los estados de ánimo “coyunturales”, referentes a los cambios sociales; los estados de ánimo “fundacionales” de nuevos tiempos políticos o económicos, los estados de ánimo “crepusculares” de crisis y desarticulaciones de países y regiones enteras y, por último, los estados de ánimo “epocales”, que aluden a cambios profundos de paradigmas que darían lugar a nuevas “civilizaciones”.
6.
En realidad, el recelo es que, de alguna manera, desde las bambalinas operadores sociales neo revolucionarios puedan moldear esos estados de ánimo para empujar a España y a Iberoamérica rumbo a peligrosas aventuras políticas, sociales y morales.
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