8 de septiembre de 2016
El Rey intenta retomar su agenda pese a las limitaciones de la investidura
FELIPE VI
El Rey
intenta retomar su agenda pese a las limitaciones de la investidura
La Zarzuela prevé la asistencia de Felipe VI a la
Cumbre Iberoamericana y a la de la ONU
El Rey, en el
acto de apertura del año judicial en el Tribunal Supremo el 6 de septiembre. PABLO CUADRA GETTY IMAGES
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El País - Madrid 7 SEP 2016 - 17:36 BRT
El Rey se ha propuesto recuperar su agenda “con
normalidad”, según fuentes de La Zarzuela, a pesar de las restricciones que le
impone el
insólito contexto político español. El calendario del último tramo del proceso de
investidura, con una previsible ronda de consultas pendiente y el límite del 31
de octubre para despejar si hay Gobierno o nuevas elecciones, parece no
atenazar los planes de la Casa del Rey como había sucedido con la anterior
legislatura.
La Zarzuela proyecta que Felipe VI pueda asistir
en ese período a dos importantes acontecimientos: la Cumbre
de Desarrollo Sostenible para la adopción de la Agenda 2030, impulsada por la ONU y que se celebra en Nueva
York del 25 al 27 de septiembre, y la XXV
Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en Cartagena de Indias (Colombia) y en la que el jefe
del Estado, con un programa todavía provisional, tiene previsto desarrollar
actividades entre el 27 y el 29 de octubre.
La situación inédita que vive España desde el
pasado 20 de diciembre, con el naufragio de la pasada legislatura y la incertidumbre
acerca de la supervivencia de la actual, ha tenido una incidencia directa en la
agenda del Rey. La interinidad institucional y la dependencia del jefe del
Estado del procedimiento fijado en el artículo 99 de la Constitución, que
regula la elección del presidente del Gobierno, han condicionado su agenda y
constreñido su proyección internacional.
Las asignaciones constitucionales a las que debe
dar cumplimiento Felipe VI después de la renovación del Congreso de los
Diputados y su permanente disponibilidad para facilitar el desarrollo del
proceso embargan su margen de maniobra.
En la legislatura fallida, las
actividades de la Casa del Rey llegaron a decaer hasta la mitad durante los
primeros cien días, en comparación con el período anterior. Sin embargo, tras ese
trimestre en el que se acumularon las actividades pendientes, La Zarzuela
retomó su pulso con varios desplazamientos de los Reyes por España para subrayar
que era el Gobierno y no la jefatura del Estado la que estaba en funciones.
Ese impulso no pudo transferirse a la agenda
internacional por las distancias, que podían complicar la presencia del Rey en
España en el tiempo requerido ante un posible desbloqueo de la investidura. La
Zarzuela tuvo que dejar en suspenso varios viajes, como el de Arabia Saudí, el
Reino Unido, Japón y Corea del Sur, algunos de los cuales confía en poder realizar
en 2017. Tampoco pudo asistir a la firma del acuerdo sobre el clima en Nueva
York ni a la inauguración del nuevo Canal de Panamá, que coincidió con la
jornada electoral del 26 de junio.
En ese período, Felipe VI solo viajó a Portugal
para la toma de posesión del presidente Marcelo
Rebelo de Sousa, lo que supuso una ausencia de seis horas de España, y a San Juan de
Puerto Rico, un desplazamiento ineludible con motivo del Congreso Internacional
de la Lengua Española en el que se ausentó 30 horas.
Sin embargo, ahora, tras nueve meses de Gobierno
en funciones y en el último tramo del proceso de la legislatura, La Zarzuela
trata de recuperar en la medida de lo posible el foco internacional del Rey. La
Cumbre Desarrollo Sostenible para la adopción de la Agenda 2030 termina dos
días después de las elecciones autonómicas vascas y gallegas, con suficiente
margen para que el Rey pueda convocar a su regreso una última ronda de
consultas en el proceso.
Mayor complicación, en apariencia, supondría el
viaje a la Cumbre Iberoamericana en el caso de que se produjera otro debate de
investidura en el límite de esa última semana de octubre, lo que dificultaría
la ausencia del Rey en un momento tan decisivo para España. En el caso de que
ese horizonte se hubiese despejado antes de forma negativa, el Rey estaría de
regreso el 31 de octubre para firmar al día siguiente la disolución de las
Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones.
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