4 de septiembre de 2016
Dilma, pase de magia e “izquierda obsoleta”
Destaque
Internacional, miércoles 31 de agosto de 2016.
Dilma, pase de magia e “izquierda obsoleta”
Editor: Gonzalo
Guimaraens
1.
El
senado brasileño, basado en disposiciones constitucionales, acaba de destituir
a la presidente Dilma Rousseff, que milita en el izquierdista Partido de
los Trabajadores (PT), que (des)gobernó al país durante más de una década. La
mayoría de los ciudadanos brasileños había manifestado su apoyo a la
destitución, recurriendo previamente a reiteradas y masivas manifestaciones
callejeras. Sin lugar a dudas, esa destitución constituyó una mala noticia para
las izquierdas brasileñas y latinoamericanas.
2.
No
obstante, minutos después, cuando se puso en votación la suspensión o no de los
derechos políticos de la presidente Dilma, un conjunto de senadores, que con
sus votos acababan de destituir a la presidente, de una manera contradictoria y
sumamente enigmática, votaron para mantener los derechos civiles de la
presidente Dilma, que podrá entonces ser candidata a cualquier cargo público en
las próximas elecciones. Las izquierdas brasileñas pasaron entonces de la
tristeza a la euforia. En efecto, la Sra. Rousseff y sus seguidores, ahora
desde la oposición, tendrán las manos más libres para reincidir en los crímenes
por los cuales la presidente acaba de ser condenada e intentar caotizar
al Brasil a través de la generación de conflictos sociales y políticos, incluyendo
la meta de hacerle la vida imposible al nuevo presidente, el Dr. Michel Temer.
3.
De
esa manera, de un momento para otro, a través de un pase de magia, el senado
brasileño transformó la derrota de Dilma y del Partido de los Trabajadores
(PT), que se daba por segura, en una casi derrota; o, tal vez, en una peligrosa
casi victoria que los libra de tener que asumir las consecuencias de la
estrepitosa quiebra moral, social y económica a la que su nefasta ideología ha
conducido al país.
4.
El
alivio de la Sra. Rousseff y del PT, otorgado por el mismo senado que
acababa de destituir a la presidente, sin duda está siendo celebrado por los
regímenes bolivarianos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua,
que en buena medida dependen del PT brasileño.
5.
Veamos
otro aspecto que merece atención. Durante las largas sesiones del senado,
previas a la votación de la destitución presidencial, los senadores
críticos al PT se limitaron a hablar de la “corrupción” del PT exclusivamente
desde el punto económico y político, pero casi no hicieron
referencia a la “corrupción” ideológica pro socialista promovida por el
PT durante la última década, especialmente en el plano de la educación, de la
familia, de la erosión de la propiedad y de la convivencia social, aspectos que
son tanto o más dañinos que la “corrupción” económica. Hubo excepciones a esa
incomprensible regla. Fue el caso del senador Cristovão Buarque, quien en
reciente sesión del senado denunció con todas sus letras a la “izquierda vieja
y obsoleta”. También, el senador Ronaldo Caiado alertó sobre el
peligro, que continúa vigente, del “populismo bolivariano” y del revolucionario
Foro de São Paulo, una coalición de izquierdas latinoamericanas fundada por el
PT.
6.
El
pase de magia que salvó a Dilma debe ser aclarado para que la Historia sepa
quiénes fueron los responsables de ese vuelco de última hora contra la causa de
un Brasil grande, auténtico, soberano, digno y ejemplar. Informaciones aún no
confirmadas indican que hubo negociaciones entre el PT y el ahora gobernante
PMDB, negociaciones a las cuales no habría estado ajeno el presidente del
Supremo Tribunal Federal, Dr. Ricardo Lewandowski, que presidió por
determinación constitucional las sesiones del senado en las que se juzgó a la
ex presidente Dilma. Ojalá que estemos equivocados en nuestra
preocupación de que esa “izquierda obsoleta”, aliada al Foro de São Paulo,
pueda intentar levantarse nuevamente. El tiempo lo dirá.
7.
Esperamos
que el nuevo gobierno brasileño sepa enfrentar el gran desafío de
levantar moral, política y económicamente a ese gigantesco y decisivo país de
la postración a que lo condujeron cuatro (des)gobiernos sucesivos del PT. El
apoyo y el estímulo que se otorgue a la propiedad privada, a la libre
iniciativa, a las privatizaciones y a eliminar la influencia del PT en la
educación constituirá uno de los tests decisivos para mostrar al
Brasil y al mundo hacia dónde los nuevos gobernantes quieren llevar a ese
gigantesco país.
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