Bélgica despide a la reina Fabiola
Nacida en Madrid en 1928, falleció el pasado viernes en Bruselas. Era una de las figuras más representativas y queridas de la monarquía belga
EL PAIS - IGNACIO FARIZA / AGENCIAS Bruselas 12 DIC 2014 - 11:26 CET
Bélgica da este viernes su último adiós a la reina Fabiola de los belgas, fallecida hace justo una semana. El cortejo fúnebre de la que fue esposa de Balduino, nacida en Madrid en 1928, ha partido esta mañana desde el Palacio Real de Bruselas —donde los ciudadanos han podido velar su cuerpo en los últimos días— hacia la catedral de San Miguel y Santa Gúndula, donde se ha oficiado el funeral al que asisten representantes de todas las casas reales.
Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía representan a España en los actos fúnebres, a los que acuden Harald de Noruega, Beatriz de Holanda y Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, así como los Grandes Duques de Luxemburgo y la emperatriz Michiko de Japón. Al frente del último adiós a Fabiola están los reyes Felipe y Matilde de Bélgica,que accedieron al trono en 2013 tras la abdicación de Alberto II, hermano de Balduino y cuñado de Fabiola.
Los restos mortales de quien fuera reina consorte de Bélgica durante más de tres décadas, abandonaron a primera hora de la mañana el Palacio Real, en pleno centro de Bruselas, portados por un batallón del cuerpo nacional de carabineros del rey Balduino. Los colores rojo, amarillo y negro de la bandera belga cubrían el féretro de la monarca consorte. El coche fúnebre llegó a la catedral a las 10.00 de la mañana, tras recorrer durante media hora el escaso kilómetro que separan ambos edificios. En el interior de la catedral, alrededor de 1.300 personas esperaban para dar su último adiós a la viuda de Balduino.
La ceremonia se traslada a mediodía de este viernes a la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, al noroeste de la capital belga y a escasos pasos del lugar en el que residió gran parte de su vida, donde se celebrará un segundo oficio religioso. Poco después de las 13.00 horas, el cortejo fúnebre se desplazará a la cripta real del Palacio de Laeken donde los más cercanos a la reina Fabiola le darán su último adiós en una ceremonia privada.
En un país dividido entre flamencos —de habla neerlandófona— y valones —de lengua francesa—, la importancia de la monarquía reside en su capacidad de tender puentes entre ambas comunidades lingüísticas y culturales. Fabiola recibió el afecto de la ciudadanía en sus 33 años de reinado. Tampoco abandonó su conexión con España, donde solía pasar sus vacaciones, y mantuvo el contacto son sus familiares directos. Tras el fallecimiento de su marido en 1993 en Motril, la reina española —que no tuvo descendencia— cedió el testigo y se trasladó al Palacio de Stuyvenberg, donde falleció el viernes 5 de diciembre a los 86 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario