Carlos Fitz-James Stuart será un duque muy diferente a Cayetana
Día 01/12/2014 - 01.29h
El duque de Huéscar introducirá cambios en la Casa de Alba. Evitará los medios y rentabilizará el patrimonio que le dejó su madre
Pocas cosas van a cambiar dentro de la Casa de Alba tras la muerte de Cayetana. Pocas porque desde hacía cuatro años la duquesa ya había pasado los trastos a sus hijos en forma de herencia y poderes para casarse con Alfonso Diez Carabantes.
Por eso en la familia no hay mucha expectación, y mucho menos preocupación, a la hora de conocer el contenido de las últimas voluntades que dejó escritas Cayetana. En esos acuerdos de Liria yase deshizo del 98 por ciento de sus propiedades. Por eso, apenas quedan cosas que repartir. Todo el contenido de las casas, lo que pertenece a la Fundación Alba, lo que repartió entre los hijos, joyas, muebles, cuadros y demás objetos de valor, hasta los óleos que pintaba, están en un inventario. De ahí que sólo un dos por ciento de sus cosas personales —los que no pertenecen a la Fundación— quedarían a su libre disposición para legarlas a quien quiera.
Mucho se está hablando estos días sobre la pensión vitalicia que le quedaría a su viudo y que podría rondar los 3.000 euros. Ni él ni los hijos de Cayetana se han manifestado y por eso ahora será una incógnita saber si esta idea que se comentó en su momento aparecerá firmada en esa carta de últimas voluntades. De ser así habría que ver de qué partida de sus sociedades saldría esa cantidad todos los meses y si es vitalicia o tiene un límite.
Lo que sí es seguro es que Alfonso abandonará la Casa de las Dueñas. Esa casa es propiedad de pleno dominio del duque de Huéscar desde unos meses antes del matrimonio de su madre. Es Huéscar y no su hijo Fernando quien ostenta esa propiedad que el día de mañana irá precisamente para su heredero y futuro duque de Alba. Pero hasta entonces la idea es abrir el edificio a la gente para que pueda visitarlo tras pasar por taquilla. Son las nuevas formas que hay en la Casa pararentabilizar unos bienes cuyo mantenimiento requiere importantes desembolsos económicos [solo mantener Liria, Dueñas y Monterrey cuesta ocho millones anuales] . Tras varios días encerrado en su habitación de Dueñas, el pasado miércoles Diez salió para acudir al dentista y solucionar otros asuntos. Ayer viernes volvió a salir de palacio para comer con el grupo de íntimos amigos: como son Curro Romero y Carmen Tello, los doctores Muniaín y Trujillo, Marta Talegón, los Burgos y las hermanas Cobo. Con ellos ha pasado muy buenos momentos junto a Cayetana y realmente son ellos los que le quedan hoy tras tres años de matrimonio y una vida nueva en Sevilla.
Pero Alfonso no es el único que llora la muerte de la duquesa. Sus seis hijos también viven el luto cada uno a su manera y hasta con sustos graves, como el que ha protagonizado Cayetano Alba cuando el pasado martes tuvo que ingresar por urgencias en el hospital Infanta Isabel aquejado de una oclusión intestinal que requirió intervención. Tras depositar la urna con la mitad de las cenizas de Cayetana en la iglesia de los Gitanos (la otra mitad se ha guardado en otra urna exactamente igual que dentro de unos meses se depositará en el panteón familiar de Loeches junto a los restos mortales de sus padres y sus maridos), el conde de Salvatierra se fue a su finca de «Las Arroyuelas» para descansar e intentar recuperarse. Después, el dolor fue a más y tuvo que ser operado.
Una carta en ABC
Pero no fue el único en ponerse malo. También el duque de Huéscar ha pasado la semana con gripe. Cuentan cercanos que desde hacía al menos dos meses tenía guardada la carta que dedicó a su madre y que se publicó en la Tercera de ABC al día siguiente de su fallecimiento. Los hijos sabían que en los últimos tiempos la salud de su madre era más que preocupante y especialmente en este último año, pues apenas había salido a la calle. También niegan en su entorno que la familia se haya molestado porque al funeral en la catedral de Sevilla acudiera únicamente la Infanta Doña Elena. Para la misa que se celebrará en Madrid el próximo 15 de diciembre en San Francisco el Grande se espera la presencia de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía.
Lo que los hijos no paran de agradecer es la respuesta de Sevilla a la hora de despedir a la duquesa. El propio duque de Huéscar ha comentado a sus allegados que «ha sido verdaderamente emocionante» lo que han vivido. Aunque es totalmente opuesto a su madre en carácter, sí ha comentado que piensa estar muchas veces en Las Dueñas, ya que se reservarán las zonas privadas para su uso. Lo que el futuro duque de Alba (la tradición dice que en respeto al luto hasta dentro de un año no solicitará el título que en última instancia tendrá que aprobar el Rey y publicarse en el BOE para que sea oficial) no nos regalará son imágenes tan divertidas y originales como las que la difunta Cayetana solía protagonizar. No quiere ser mediático, más bien todo lo contrario.
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