20 de septiembre de 2012

El Banco de España cifra la caída real de los depósitos en 55.000 millones


El Banco de España cifra la caída real de los depósitos en 55.000 millones

El supervisor publica una nota para rechazar que exista una fuga del pasivo en el último año

Las entidades han sustituido unos 30.000 millones a través de los pagarés

Las familias y empresas se han llevado 15.000 millones de sus ahorros al extranjero

Asegura que los cambios no suponen una "alteración en la financiación de la banca"

El Banco de España ha publicado este miércoles una nota informativa para tratar de arrojar algo de luz sobre la evolución de los depósitos en la banca ante el temor de que la desconfianza en el sector esté motivando la retirada de fondos de las entidades. Según indica el supervisor, entre julio de 2011 y julio de 2012, las familias y empresas españolas redujeron sus depósitos en los bancos en 85.000 millones de euros. No obstante, "no toda esta cifra ha supuesto un impacto en la liquidez" de las entidades, ya que han sustituido los depósitos por pagarés por un volumen de unos 30.000 millones a raíz del cambio en la regulación del pasivo. A partir de estos datos, la retirada neta de depósitos sería de 55.000 millones en un año. Asimismo, en otra parte del informe, el organismo que preside Luis María Linde concreta que las familias y empresas españolas se han llevado 15.000 millones al extranjero entre junio de 2011 y junio de 2012, últimos datos publicados, lo que supone poco más del 1% del todo el dinero que tienen en depósitos.
Los cambios de pagarés, que no están garantizados, a depósitos, destaca el Banco de España, "no ha supuesto ninguna alteración en la financiación de la banca española" o de su liquidez. El origen de la confusión sobre una eventual salida masiva de capitales, que debe analizarse siempre teniendo en cuenta solo el comportamiento de las familias y empresas residentes el país, explica la nota, está en el error de recurrir a los datos del Banco Central Europeo, que recoge tanto los datos de las Instituciones Financieras Monetarias (IFM) —principalmente entidades de crédito— como de los titulares de depósitos distintos de las IFM.
Por tanto, matiza el supervisor, los datos del BCE "no se corresponden con datos de balances bancarios estrictamente, ni se refieren tampoco estrictamente a los bancos". Es más, bajando al siguiente escalón, el de los depósitos que no son de IFM, las estadísticas del instituto emisor europeo también recogen, junto a los depósitos de familias y empresas, los que realizan las comunidades o Ayuntamientos, los de los residentes de fuera de España así como los depósitos de sociedades de seguros, de los fondos de pensiones o de los fondos de inversión, lo que condiciona el análisis.
Según los balances del BCE, el dinero depositado en las entidades financieras por este amalgama de ahorradores bajó en 232.000 millones de euros entre julio de 2011 y julio de 2012. De esta cifra, no obstante, hay que tener en cuenta que 142.000 millones de euros, el 61% del total, corresponde a dinero que no era ni de las familias ni de las empresas.
En concreto, en este apartado se incluyen unos 20.000 millones de depósitos de las llamadas entidades de contrapartida y que han pasado a considerarse como financieras, cuando hasta ahora no lo eran, con lo que sus fondos han pasado a contabilizarse en otra estadística. Otros 5.000 millones corresponden al recorte en los fondos que los propios bancos depositan en las cámaras de compensación en garantía dentro de su actividad rutinaria para operar en los mercados (conocidos en el argot como repos), que se han reducido por la crisis de deuda.
Además, continúa el Banco de España, unos 80.000 millones de euros corresponden a los depósitos de sociedades y fondos de titulización. "En su mayor parte, la cifra refleja la amortización anticipada de bonos de titulización retenidos por los propios bancos que los originaron", señala el supervisor, que insiste en que tampoco esta operación supone un descenso en la liquidez o en la financiación para el banco que la ejecuta. El motivo del descenso registrado en estos vehículos de inversión, explica, es que las entidades ya no pueden usar dichos bonos como colateral (garantía) a la hora de buscar financiación.

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