31 de diciembre de 2015
Mas llama al diálogo para lograr gobiernos estables
el pais - MIQUEL NOGUER Barcelona 30 DIC 2015 - 18:09 BRST
Artur Mas tuvo la complicada papeleta de pronunciar el discurso de fin de año cuando lleva más de tres meses como presidente en funciones y a la espera de un pacto con la CUP. Fruto de esta situación y también de la complicada aritmética electoral en el Congreso, Mas hizo una encendida defensa del diálogo entre partidos. “A España y a Cataluña le convienen gobiernos estables, dialogantes y abiertos al pacto, cada uno desde su legitimidad”, dijo. El dirigente nacionalista también urgió a la CUP a que se decida. “Queda poco tiempo”, advirtió.
El presidente en funciones optó por no rehuir la crítica situación política catalana, pero trató de desdramatizarla poniendo en primer plano las dificultades que hay también en la política nacional para alcanzar un pacto de gobernabilidad tras las elecciones generales del 20 de diciembre. “Aquellos que en las últimas semanas se han mofado y han hecho escarnio de la situación política catalana tendrán que aplicar en sus propias casas la terapia para resolver aritméticas parlamentarias de suma muy complicada”, afirmó.
El principal argumento de los anticapitalistas de la CUP para resistirse a investir a Artur Mas es que su figura encarna como pocos la política de recortes que han llevado a cabo todas las administraciones el último lustro. De aquí que Mas aprovechara para exhibir perfil social.
“El proyecto nacional y el social se han dado la mano y caminan juntos en la voluntad y la ilusión de hacer de Cataluña un gran país”, dijo. También tuvo palabras para los ciudadanos que sufren los “estragos de la crisis”, para los jóvenes en paro y para asegurar que las instituciones catalanas están “altamente sensibilizadas” sobre ello.
El nacionalismo catalán observa con cierta distancia pero con actitud expectante cómo se resuelve el puzle de los pactos en Madrid, especialmente desde el momento en que el referéndum que defiende Podemos ha entrado en el epicentro del debate. “De la misma manera que expreso el deseo de que en Cataluña se encuentre en los pocos días que quedan la manera de tener un nuevo Gobierno y una estabilidad que permitan hacer un buen trabajo y cumplir los mandatos recibidos en las urnas, el mismo deseo expreso para el Estado español y la situación política generada después de las recientes elecciones”.
Pese al momento bajo que vive el proceso soberanista catalán por los desacuerdos entre partidos Mas aprovechó que el “derecho a decidir” sigue gozando de un gran apoyo social en Cataluña para pedir que los partidos nacionales lo tengan en cuenta en sus agendas. “Cataluña tiene claro que quiere decidir su futuro”, dijo. Además, en un guiño a los buenos resultados que la candidatura de Podemos registró en Cataluña, llamó a la unidad en este sentido: “Todos somos necesarios”, dijo. “Seguir ignorando o menospreciando esto no aportará ninguna solución de futuro”, dijo.
Tras esta llamada al diálogo político tras un año de portazos mutuos, recursos judiciales entre Gobiernos y hasta querellas, Mas quiso insistir en la idea de que habrá que dialogar. “En Cataluña y en España se han abierto escenarios políticos de una enorme complejidad. Escenarios que obligan a dialogar, a negociar y a pactar”. Fue en este punto del discurso cuando se refirió indirectamente a la CUP. “Este escenario obliga a decidir. A decidir entre ideas, personas y partidos muy diferentes”, dijo. Y aprovechó para sumarse a aquellos que creen que la CUP no quiere decidir sobre la investidura del president simplemente para no tomar decisiones que la puedan desgastar ante sus votantes. “Que no sea fácil [decidir] no nos libera, a ninguno de nosotros, de nuestro deber de decidir”.
La presión sobre la CUP la ejerció por dos vías diferentes. En primer lugar, quiso dejar claro que los resultados del 27-S le señalan a él como presidente favorito de los catalanes al haber logrado su candidatura —que él no encabezaba— 62 de los 135 diputados. “Los ciudadanos han decidido con su voto quiénes son los representantes que deben asumir la responsabilidad de dirigir las instituciones públicas en años de gran complejidad y de retos mayúsculos”, dijo en referencia al proceso independentista. En segundo lugar, quiso dejar claro que ahora la CUP no puede inhibirse y debe mojarse. “Hemos hablado mucho del derecho a decidir que tenemos como nación (...) sin embargo, al lado del derecho a decidir está el deber de decidir, del que se habla menos. Pero en situaciones muy complejas resulta ineludible”.
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