24 de julio de 2015
La retirada del busto del Juan Carlos I crispa el pleno de Barcelona
el pais - CLARA BLANCHAR Barcelona 24 JUL 2015 - 13:11 CEST
Tenso, por momentos crispado y en otros tedioso. La retirada, ayer, del busto de Juan Carlos I del salón de pleno del Ayuntamiento de Barcelona, ha empañado el pleno extraordinario de este viernes que tenía la pobreza, el turismo, las terrazas y los Juegos de Invierno en el orden del día. La idea de debatir medidas contra la pobreza fue del gobierno que capitanea la alcaldesa, Ada Colau: convocando un pleno, contraprogramaba el que forzaron CiU, ERC y PSC sobre la retirada de la candidatura de Barcelona a los Juegos de Invierno,relegado al último punto del orden del día. Pero la retirada del busto ayer, y la maniobra del jefe de filas del PP, Alberto Fernández Díaz, de reemplazarlo hoy por un retrato de Felipe VI, ha hecho saltar el debate por los aires.
"Después del escarnio a la monarquía de ayer hemos colocado la imagen para dar cumplimiento a la legalidad. Colau ya no tiene la excusa de que no dispone de un retrato", ha presumido el popular. El cuadro apenas ha estado expuesto unos segundos, se lo ha llevado un empleado del consistorio. La alcaldesa ha respondido que "toma nota", pero ha recordado "que el retrato debería haberse colocado hace un año", cuando abdicó el Rey.
La retirada del busto de Juan Carlos I ha sido criticada también por CiU, Ciutadans y PSC; y aplaudida por ERC y la CUP. El concejal republicano, Alfred Bosch ha pedido que en su lugar se instale "una efigie que represente el único soberano, que es el pueblo catalán". El regidor de la CUP, Josep Garganté, ha ido más lejos: "Mostramos nuestra mayor satisfacción por la retirada del antiguo jefe de los torturadores, tal y como dijo el compañero Arnaldo Otegi, preso político vasco”. La tensión se podía cortar con un cuchillo.
Garganté ha vuelto a protagonizar la sesión cuando en el debate sobre la conveniencia de los juegos ha lanzado billetes falsos de 500 euros a las filas de CiU y PP. “Este es el dinero que necesitaréis para comprar los juegos de invierno”, les ha espetado quien desde su condición de sindicalista en TMB ha mantenido duros enfrentamientos con el anterior gobierno.
El exalcalde, Xavier Trias, ha asegurado que no es defensor de la monarquía pero que la retirada debería haberse consensuado “respetando al resto de grupos”. Trias ha recordado además a Colau que su butaca en el pleno está “debajo de un cuadro de la Reina Regente", el que da el nombre al salón. Carina Mejías, jefa de filas de Ciutadans, ha recordado al equipo de Gobierno "que la constitución es de obligado cumplimiento". Desde el PSC, Jaume Collboni se ha declarado republicano, pero ha criticado lo que considera una decisión "unilateral en un pleno sobre una cuestión tan importante como la pobreza". "Nos parece una falta de respeto a los ciudadanos de Barcelona, este es un espacio común", ha zanjado.
Todo ello ha dejado en segundo plano el (teórico) orden del día. El combate contra la pobreza, un debate que de forma unánime los grupos calificaron de “prioritario”, se ha despachado en 43 minutos.El paquete de medidas del Gobierno de Colau, con cuestiones como revisar los impuestos de acuerdo con las rentas de los vecinos o recalcular el coste de la vida en la ciudad para asignar ayudas.
El pleno también ha aprobado crear un Consejo de Turismo para debatir sobre el modelo (33 minutos de intervenciones), revisar la polémica ordenanza de terrazas (17 minutos) y estudiar si vale la pena que Barcelona opte a los juegos de invierno de 2026, otros 30 minutos. Al debate sobre los juegos han asistido 14 alcaldes de Lleida y el Pirineo.
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