24 de julio de 2015
El deseo de independencia de los vascos sigue siendo minoritario
el pais - MIKEL ORMAZABAL San Sebastián 24 JUL 2015 - 12:01 CEST
Los deseos de independencia siguen siendo minoritarios entre la sociedad vasca por la "incertidumbre" que genera está opción rupturista. En cambio, una gran mayoría se manifiesta "relativamente satisfecha" con el actual Estatuto de Gernika y se decanta en todo caso por reformar y ampliar el autogobierno vasco. El último Euskobarómetro que ha realizado la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) vuelve a constatar una "división crónica" entre nacionalistas y no nacionalistas en Euskadi, aunque estos últimos mantienen su predominio.
Es prácticamente un calco de la fotografía que esta misma encuesta ofrecía a finales de 2014 sobre el sentimiento nacionalista de los vascos. El Euskobarómetro 2015, elaborado a partir de 600 entrevistas realizadas en domicilios entre los días 29 de mayo y 15 de junio, justo después de las pasadas elecciones municipales y forales, reafirma la existencia de una diversidad indentitaria en Euskadi, una "identidad dual" de ciudadanos que se sienten vascos y españoles, aunque con un "acento vasquista".
En pleno debate político sobre la remodelación del modelo de Estado en España, en torno a un tercio de la ciudadanía vasca (30%) sigue manifestando tener deseos grandes de alcanzar la independencia, principalmente entre los votantes de EH Bildu (el 83%) y en mucho menos medida entre los simpatizantes del PNV (27%). Sin embargo, la mayoría dice tener pocos (26%) o muy pocos (29%) anhelos independentistas, sobre todo entre los partidos no nacionalistas, los autonomistas y formaciones como Podemos. La vía independentista llegó a recibir en 2008 el apoyo del 36% de la población, según una encuesta del Gobierno vasco de aquel año.
¿Y si Euskadi se declarase un Estado independiente? Es un escenario que genera mucha incertidumbre. Los encuestados se dividen en partes iguales entre quienes manifiestan que se viviría mejor (27%) y los que opinan todo lo contrario (29%). De todas las fórmulas de organización territorial del Estado, se da un empate entre el autonomismo, el federalismo y el independentismo. Ganan quienes prefieren el actual modelo autonómico (35%), frente a un escenario federal, defendido por un 29% de los encuestados.
"Frente a fórmulas descentralizadoras e integracionistas", asegura el estudio, "el independentismo de las fórmulas autodeterminista o confederal vuelve a situarse en torno a una cuarta parte de los vascos (25%)", sobre todo en Gipuzkoa y con un apoyo muy mayoritario entre los seguidores de EH Bildu (77%).
Una mayoría cualificada de más de dos tercios de la población está relativamente satisfecha con el Estatuto, frente a los que se sienten incómodos con esta opción (20%). Si hoy se celebrase un referéndum estatutario, el sí obtendría un 41% y quedaría lejos del 53% que votó a favor en la cnsulta celebrada para su aprobación en 1979. Por el contrario, si entonces votaron no un 3%, ahora se pasaría al 12%.
Otra de las grandes conclusiones del Euskobarómetro es el "rechazo frontal y mayoritario" de la sociedad vasca a ETA. Un 66% de los encuestados apoyan la desintegración de la banda terrorista, un "récord histórico". Las opiniones de apyo remoto a la banda caen nueve puntos en un año. Es llamativo que desaparece prácticamente el apoyo explícito y total a ETA (el 1%), incluso entre el electorado de EH Bildu (2%).
Es el reflejo de la fragmentación ideológica que se da en Euskadi entre nacionalistas (46%) y no nacionalistas (50%), aunque aumenta ligeramente su peso la primera opción con respecto a épocas recientes. Tres de cada cinco vascos se sienten vascos y españoles, aunque en esta dualidad predomina el sentimiento vasquista (21%), muy superior al españolista (3%).
Respecto a la situación política en España, el Euskobarómetro constata un aumento del pesimismo (77%), un índice que contrasta con un leve aumento del optimismo sobre el momento que se vive en Euskadi. La sociedad vasca mejora su calificación a la gestión deIñigo Urkullu al frente del Gobierno vasco, al que otorgan un aprobado raspado (5,4 sobre 10). Al lehendakari le dan más que un 5 todos los partidos, salvo la izquierda abertzale (4,6).
En cambio, la gestión del Gobierno popular de Mariano Rajoy sigue sin convencer a la mayoría. Los vascos muestran una abrumadora desconfianza y desaprueban (el 89%) su actuación. Solo un 3% lo valora positivamente.
Las valoraciones a los líderes políticos mejoran de forma generalizada, con la excepción del líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la anterior responsable de UPyD, Rosa Díez. En esta ocasión, el mejor visto es el lehendakari (5,1), seguido del presidente de Sortu, Hasier Arraiz, con la misma puntuación. Iglesias no llega al aprobado (4,9) y ve retroceder siete puntos su notoriedad con respecto a la anterior encuesta de noviembre de 2014.
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