1 de julio de 2014

Cursillos para aligerar el sermón

Cursillos para aligerar el sermón

Una organización católica organiza seminarios para que los sacerdotes mejoren sus homilías

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La carencia de destreza de los seminaristas, sacerdotes u obispos para comunicarse adecuadamente con los feligreses o la poca concordancia de la homilía dominical con la actualidad son algunos de los problemas de la Iglesia recogidos en el documento Instrumentum Laboris. En dicho cuestionario, de 38 preguntas, enviado por el Vaticano en octubre pasado a todas las diócesis del mundo, varios de los interrogados admitieron que a la Iglesia le urge encontrar "nuevos lenguajes" y "formar adecuadamente a los operadores pastorales".
El sacerdote Andrés Martínez (Madrid, 1972) de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Madrid asiste a cursillos de oratoria para mejorar su homilía desde 2009. Además de ser el encargado de la formación de los curas de la diócesis de la Comunidad de Madrid, cada vez descuelga el teléfono con más frecuencia paraalentar a otros a unirse a esta iniciativa de la Fundación Carmen de Noriega. Desde el despacho de la parroquia, Martínez lamenta que "ahora mismo acudan menos sacerdotes". "Si bien es cierto que en los jóvenes hay una inquietud por este tema, pero a día de hoy no se ve como un problema, por lo tanto, no hay la preocupación o la urgencia por prepararse en esto", agrega. Ante la pregunta de si hay crisis en la predicación, Martínez agrega: "Creo que hay un poco de todo". "Sí es cierto evidentemente que ha bajado la participación de las misas, pero por otro lado también es verdad que muchas veces depende de la labor que haga un sacerdote, porque, por ejemplo, aquí en esta parroquia la gran mayoría es gente mayor. Al final, depende del sacerdote y depende de la vida que los feligreses le den a la parroquia".
En cada curso, de dos o tres días como máximo de duración, los participantes preparan un tema durante cinco minutos, luego hablan de este asunto durante otros cinco minutos ante una cámara de vídeo. Al final de cada una de las intervenciones, todos opinan sobre lo visto. “Uno piensa que le está llegando a la gente, pero ve las caras de las personas a las que les estás hablando y te das cuenta de que uno está pensando en una cosa. Si no te fijas no te das cuenta si tu discurso llega o no”, comenta Martínez, que opina que en la homilía sólo se debería hablar de temas políticos o sociales si es necesario.
Creo que hay un poco de todo. Si que es cierto evidentemente ha bajado por una parte la participación de las misas"
María Lacalle Noriega, una de las precursoras del proyecto de la Fundación, explica que "la comunicación es algo que se ha desarrollado mucho a nivel profesional y un tema en el que la Iglesia ha quedado un poco atrás. Lo vemos a diario: hay unas iglesias llenas y otras vacías, y suele coincidir con que el sacerdote comunica mal".
En seminarios o casas donde se celebran retiros espirituales, profesionales de la comunicación de manera voluntaria imparten al año 12 cursos a los que asisten una media de 180 sacerdotes de Asturias, Cataluña, Cádiz, Cáceres, Palma de Mallorca o Madrid.
"Creemos que la sociedad actual está sumida en una profunda crisis de valores. En una crisis que, como ha señalado Benedicto XVI, es una crisis de la verdad, que está radicada en una crisis de fe. Queremos ayuda a difundir la verdad de Dios y la verdad del hombre para iluminar la vida, no solo de los cristianos, sino de todos los hombres, y colaborar así al bien de la sociedad”, reza en la página web de la Fundación que nació en 2006 por iniciativa de un grupo de familiares directos de la católica Carmen de Noriega (1924-2002).

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