El segundo día de la visita
de presentación del rey Felipe VI y la reina Letizia a Marruecos sirvió para abordar los asuntos relacionados con la seguridad, la inmigración y los conflictos que se viven en Oriente Medio y algunos países vecinos del Magreb y para continuar los contactos personales entre ambos monarcas y sus esposas. La cita de mayor contenido político de la jornada se efectuó a primera hora de la mañana con el jefe de Gobierno, Abdelazih Benkirane, que aprovechó a su salida del encuentro de casi 40 minutos con el rey español para admitir que había promocionado el modelo de Marruecos como el único y verdadero "islamismo moderado", el auténtico mantra de las autoridades locales. Felipe VI le agradeció el esfuerzo realizado en política migratoria y alrededor de las
vallas de Ceuta y Melilla y para valorar el papel que el país está realizando "como frontera sur políticamente estable para Europa y para España".
A la hora en que Felipe VI recibió a Benkirane en el Palacio de Huéspedes de Soissi, la zona diplomática de Rabat, en el cielo de Ceuta los transeúntes pudieron observar claramente un helicóptero de las fuerzas de seguridad marroquíes patrullando. Y en Melilla otros agentes impidieron un nuevo salto frustrado de inmigrantes subsaharianos contra las vallas que surcan la ciudad autónoma. Cuando se le preguntó tras la entrevista de trabajo al ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, si habían abordado
los problemas con la inmigración en ambas plazas asumió el asunto y ensalzó la labor realizada por Marruecos. Informó, además, de que había podido conversar con el ministro del Interior marroquí y que este le había asegurado que su valla, la tercera en la zona, estaba prácticamente acabada.
Marruecos lleva algo más de un mes realizando obras alrededor de la zona perimetral de Melilla, que ya tenía dos vallas de protección en el lado español y se le había agregado una nueva malla antitrepa. La barrera en el territorio marroquí tendrá entre tres y cinco metros de altura y discurrirá por unos 30 kilómetros. Nadie ha informado aún desde el Gobierno marroquí de cómo se ha efectuado esa obra ni de quién la ha sufragado pero los trabajos son ya totalmente evidentes.
Margallo, tras estar presente en la entrevista entre Felipe VI y Benkirane, subrayó en ese sentido la labor que el Gobierno marroquí está intentando desde principios de año con la nueva ley de regularización de inmigrantes y aseguró que España continuará con su impulso de tareas de cooperación en el país. Hace un mes se firmó un nuevo convenio para aportar 150 millones de euros en tres años y ya se presupuesta ahora unos 60 millones para esos proyectos.
En la charla, además, salieron otros asuntos ahora de gran preocupación para ambas naciones y en especial el conflicto de Oriente Medio. Fue ahí cuando Benkirane no desperdició la ocasión para denunciar
los padecimientos de los palestinos y cuando contrapuso las crisis que sufren otros países de la zona (no los citó pero se refería sobre todo a Libia) frente a la estabilidad política, económica y social de la que presume Marruecos.
El Gobierno español también quería utilizar "el mejor momento de la relación histórica de nuestra democracia" con Marruecos, como destacó Margallo, para intentar meter en la agenda bilateral el proyecto que tiene España de introducirse más y mejor en África. Marruecos también dice que quiere ejercer ese papel de ayuda. Margallo avanzó que España tiene ya 31 embajadas y 14 oficinas comerciales por el continente y que planea compartir delegaciones con países amigos latinoamericanos. De hecho ya se ha firmado esa colaboración con México en Mozambique, Senegal y Angola.
El ministro agradeció, asimismo,
la importancia del acuerdo pesquerofirmado por el rey
Mohamed VI con la Unión Europea y que permitirá en breve que 108 barcos con licencias, 90 españoles, puedan volver a faenar en los caladeros marroquíes, sobre todo la sardina. Sobre el conflicto abierto hace años con el tema de las peculiares adopciones de la Kafala, por el sistema islámico en el que el menor no deja de pertenecer a su familia de origen ni adquiere parentesco con sus nuevos tutores, Margallo solo pudo comentar que el Gobierno les había prometido "la máxima colaboración" para que los tribunales de casación que tienen en disputa 11 casos pendientes en Agadir actúen más rápido. Hace un año, cuando el entonces rey Juan Carlos visitó Rabat también en Ramadán, había 62 familias españolas con problemas burocráticos en esas adopciones.
Por la tarde en Rabat, y antes de volverse ya de noche a Madrid, los reyes españoles se dividieron sus programas. Felipe VI acudió con Mohamed VI a un centro de formación ocupacional en Temara. La reina Letizia fue con la princesa Lalla Salma a un centro asistencial integral en la lucha contra el cáncer de mama.
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