SOCIEDAD / RELEVO EN CATALUÑA
El ala conservadora promueve al obispo Meneses como sustituto de Sistach
El obispo de Tarrassa sonó ya para relevar al anterior cardenal Ricard Maria Carles
ABC - Día 29/04/2012 - 17.57h
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Los sectores más conservadores de la Iglesia católica han empezado a movilizarse para promover al obispo de Terrassa, José Antonio Saiz Meneses, como sustituto del cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, que hoy presenta su renuncia al Papa al cumplir la edad reglamentaria de 75 años. No obstante, todos los expertos religiosos consultados han confirmado que es probable que el relevo de Martínez Sistach no se produzca en dos años, ya que no tiene ningún problema de salud y su gestión está muy bien valorada por las instancias vaticanas.
Como establece el derecho canónico, el cardenal-arzobispo de Barcelona enviará su renuncia al cargo el mismo día en que cumplirá 75 años, y adjunta en su carta de renuncia una terna secreta de nombres con sus candidatos para sustituirle. Según han explicado fuentes eclesiásticas, sectores conservadores agrupados en torno a «Germinans Germinabit» y «E-cristans» han iniciado contactos en la Conferencia Episcopal Española (CEE) y el Vaticano para promover a Meneses, cuyo nombre ya sonó para relevar al anterior cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles.
Iglesia catalana
Meneses, que nació en Sisante (Cuenca) en 1956, fue obispo auxiliar de Barcelona con Carles y ahora podría contar con el respaldo del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, y del sector eclesiástico que niega la existencia de una iglesia catalana.
El hecho de que Rouco Varela y el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, estén en la Congregación de Obispos del Vaticano, el dicasterio (ministerio) que elevará la propuesta final de sustitutos de Sistach al Papa, podría favorecer el nombramiento de Meneses.
Otro de los candidatos que suena con fuerza es el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol(Guissona, 1944), que podría contar con el apoyo de la prelatura del Opus Dei, de la que es miembro.
Sin embargo, fuentes oficiales del Opus Dei en Cataluña han negado a Efe que trabajen para que sea Pujol el sustituto de Sistach, aunque han reconocido que «como otros fieles católicos» tienen sus preferencias personales, y han señalado que «en cualquier caso nos parecerá bien la elección que haga el Papa, sea cual sea».
Otros posibles sustitutos
Los sectores más moderados de la Iglesia catalana ven a Meneses y Pujol con recelo y prefieren que sean nombrados otros obispos que consideran más dialogantes, abiertos y en sintonía con la realidad catalana, como el obispo de Urgell, Joan Enric Vives, nacido en Barcelona y que también fue obispo auxiliar de esta archidiócesis. De Vives destacan el oficio diplomático que ha aprendido como copríncipe de Andorra y su buena sintonía con los sacerdotes.
En las quinielas de sustitutos que se han abierto con la renuncia reglamentaria de Sistach también aparece el nombre del abad de Montserrat, el benedictino Josep Maria Soler, el mejor considerado por el sector más nacionalista. También suena con fuerza como candidato el jesuita mallorquín Luis Francisco Ladaria (Manacor, 1944), actual secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.
Otros sectores eclesiásticos destacan la capacidad intelectual y de trabajo demostrado por otros religiosos que podrían sustituir al cardenal Sistach, como el actual decano de la Facultad de Teología de Cataluña y reconocido biblista, Armand Puig, aunque en su contra juega que no es obispo sino presbítero. Josep Maria Turull, actual director del Seminario Diocesano de Barcelona, también es destacado por algunos sectores eclesiásticos como un buen candidato para ser ascendido a obispo.
El actual obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull, es otro de los candidatos bien valorado por los sectores más abiertos del catolicismo catalán. En la decisión final del Papa también influirá, sin duda, la terna de candidatos que presente el Nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini.
El cardenal Rouco Varela también entró el pasado mes de agosto en la edad de renuncia, por lo que el Vaticano se enfrenta a dos delicadas sustituciones en dos archidiócesis, Madrid y Barcelona, «de primer nivel» que podría llevar a cabo de forma simultánea.
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