18 de mayo de 2012
Bankia pone fin a diez jornadas consecutivas de castigo en Bolsa
Bankia ha puesto fin a la racha negativa que acumulaba en Bolsa tras la dimisión de Rodrigo Rato el pasado lunes, 7 de mayo. Tras el batacazo de ayer, cuando registró su peor sesión de todo este periodo con un recorte del 14% y sufrió momentos de pánico con caídas de hasta el 29%, hoy sus acciones han llegado a rebotar un 30% a media mañana (10.35). Al mediodía, moderaba el repunte (18%) y sus títulos se intercambiaban a 1,68 euros por acción. Gracias a esta subida, que contrastaba con las cotizaciónes en tablas del conjunto del selectivoespañol, Bankia ha frenado al 31% el correctivo acumulado desde la dimisión de Rodrigo Rato, el lunes 7 de mayo, y la posterior nacionalización de la matriz de la entidad, Banco Financiero y de Ahorro, tres días después.
Precisamente, sobre la toma de control de esta entidad, parece que el Gobierno ya ha tomado una decisión sobre quién será el responsable de valorar los activos de BFA para fijar cuánto dinero necesitará con vistas a reforzar el capital del grupo y sanear su cartera crediticia.
Según informa esta mañana Expansión, la firma elegida es el banco de inversión Goldman Sachs, que en su último informe sobre Bankia cuantificaba las pérdidas potenciales del grupo en unos 8.000 millones de euros. Fuentes financieras citadas por la agencia Reuters destacan que el contrato consistiría en una evaluación global de BFA-Bankia y de su proceso de reestructuración sin entrar en más detalles. El jueves otra fuente del Ejecutivo español manifestó que los nuevos gestores de Bankia presentarán la próxima semana sus planes de saneamiento para la entidad junto a sus resultados revisados. Las cuentas deberán contener mayores provisiones de las anunciadas para el crédito sano de su matriz.
De consolidar la recuperación de esta mañana hasta el cierre de la sesión, el banco reduciría al 55% las pérdidas que ha sufrido el valor desde que salió en Bolsa en julio de 2011. En cualquier caso, los analistas apuntan a que la excesiva volatilidad en la cotización de Bankia no cambia su opinión de que, de momento, es mejor seguir fuera del valor. "El precio actual de las acciones sigue sin reflejar el valor real de la empresa", ha comentado en una entrevista a TVE José Carlos Díez, analista jefe de Intermoney. Según ha añadido, se especula con que el banco necesitará más tarde o más temprano realizar una ampliación de capital, lo que volverá a tirar a la baja de los títulos.
Por otra parte, Bankia no se ha visto afectada por el recorte generalizadosobre la nota de solvencia española anunciado ayer por la noche por Moody's, que mantiene así a la entidad a un paso del bono basura.
El desplome de las últimas jornadas se aceleró a partir del miércoles, cuando la entidad sugirió que iba a reformular las cuentas de cierre de 2011, con lo que se amplía el círculo viciosos entre caída en Bolsa y pérdida de la confianza en el banco, lo que a su vez anima las ventas de acciones. Los descensos de ayer de hasta el 29% no se habían visto en la Bolsa española desde la intervención de Banesto en 1993. Para intentar frenar el correctivo, Bankia ha ampliado al 4,3% su autocartera.
Aunque algunas grandes órdenes de venta fueron canalizadas a través de Santander, Credit Suisse, Merrill Lynch o BBVA las que agudizaron el desplome, en realidad el mayor goteo de ventas procedió de Bankia Bolsa, el intermediario bursátil de la propia entidad. Se trataba en su mayoría de órdenes pequeñas, muchas de un mismo número de acciones, con toda la pinta de proceder de inversores que acudieron a la oferta pública de suscripción de julio del año pasado por medio de la cual, contra viento y marea, Bankia salió a Bolsa, según Miguel Jiménez. Los minoritarios tiraban la toalla. Unos 350.000 pequeños inversores, la mayoría clientes de la propia Bankia, compraron acciones en la salida a Bolsa a un precio de 3,75 euros por acción. A cierre de ayer, los que conserven las acciones han perdido el 62% de su inversión. Entre los danmificados también está el nuevo presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri.
Esa misma deserción de los accionistas minoritarios es la que los responsables de Bankia temen que se produzca entre los ahorradores y depositantes, agravando su crisis. Ante estas dudas, el presidente del banco y el Ministerio de Economía emitieron sendos comunicados en el que pidieron tranquilidad a los ahorradores y negaron retiradas masivas de efectivo de sus oficinas.
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