18 de julio de 2013
El Rey: “Ahora solo pienso en mi recuperación”
EL PAIS - NATALIA JUNQUERA Rabat 18 JUL 2013 - 12:13 CET
"¿Cómo voy a estar? Bien, mejor que vosotras”, ha bromeado el Rey con un grupo de periodistas, a punto de concluir un intenso viaje de cuatro días a Marruecos, el primero tras su operación de columna el pasado 3 de marzo. “La otra vez corrí y así me fue. Me estaban empujando dentro y fuera de la Casa”, ha añadido, en alusión a su primera intervención de cadera, de urgencia, el 14 abril de 2012 al caerse durante un viaje de safari a Botswana. La inoportuna cacería, con el país al borde del rescate, la prima de riesgo en más de 420 puntos y en plena crisis por la expropiación de YPF en Argentina, forzó al Rey a adelantar su recuperación para intentar recuperar el crédito perdido. Fue demasiado rápido y se resintió.
Doce días después de aquella operación tuvo que regresar al hospital porque un movimiento brusco le provocó una luxación en la cadera y en noviembre tuvo que volver a pasar por el quirófano –“el taller”, como a él le gusta llamarlo- para operarse del otro lado de la cadera, el izquierdo, que tenía, según sus palabras, “muy maltrecho” por la artrosis.
“Esta vez voy a ir a mi ritmo. Ahora solo pienso en mí”, ha declarado en Rabat don Juan Carlos, a quien ha acompañado estos días de viaje su rehabilitador personal para no interrumpir los ejercicios –en La Zarzuela realiza cuatro horas diarias de rehabilitación, y en Marruecos ha hecho la mitad- .
Preguntado por si pronto dejará las muletas , el Rey ha contestado: “Bueno, eso lo haré cuando gane confianza”. Ahora, según el médico que le intervino de una doble hernia discal en marzo, Manuel de la Torre, el Monarca las utiliza para “no poner en riesgo su recuperación por una caída o un concepto estético”.
Don Juan Carlos se mostró entusiasmado con el resultado del viaje, pese al esfuerzo . “Está saliendo muy bien tanto entre los Gobiernos como por mi sintonía con el rey” marroquí, dijo. “He venido muchas veces a Marruecos. La primera, en 1947, a los nueve años, con mis padres”, ha añadido.
En cuanto al problema de las kafalas, la modalidad islámica de adopción, que ha afectado a 61 familias españolas –las que han conseguido una sentencia favorable del juez para acoger al niño, no tienen autorización para salir ahora de Marruecos con él-, el Rey ha explicado: “Estamos empujando para ayudar a las familias, pero es un proceso largo y judicial y desgraciadamente no está en mi mano”.
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