26 de septiembre de 2009
La Iglesia arremete contra el Congreso por debatir la recusación del Papa
ELPAIS
La Iglesia arremete contra el Congreso por debatir la recusación del Papa
Sólo ICV votó la censura a Ratzinger por negar valor al condón frente al sida
FERNANDO GAREA - Madrid - 25/09/2009
Sólo el diputado de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, apoyó ayer en el Congreso la reprobación del Papa por arremeter contra el preservativo, pero a la Conferencia Episcopal le parece que el solo hecho de que se debata esta cuestión "pone en peligro el principio de la libertad religiosa".
Sólo el diputado de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, apoyó ayer en el Congreso la reprobación del Papa por arremeter contra el preservativo, pero a la Conferencia Episcopal le parece que el solo hecho de que se debata esta cuestión "pone en peligro el principio de la libertad religiosa".
Por la mañana, la Comisión de Cooperación Internacional debatió la moción de Herrera, referida a las declaraciones realizadas por el Papa el pasado mes de marzo, cuando inició su viaje oficial a África poniendo en duda la eficacia del preservativo para combatir el sida. Y, por la tarde, los obispos hicieron pública una dura nota que descalifica al Parlamento y asegura que lamenta "profundamente que en su día se haya admitido a trámite y que hoy se haya votado en comisión parlamentaria una reprobación de las palabras y de la actuación de Su Santidad el Papa Benedicto XVI".
La Conferencia Episcopal ya intentó frenar la tramitación de la moción, con llamadas reiteradas de sus responsables al presidente del Congreso, José Bono. Sin embargo, la Mesa incluyó la iniciativa de Herrera, con la oposición radical de los representantes del PP, que protestaron airadamente. Los socialistas aceptaron la tramitación porque la Mesa tiene muy limitada la posibilidad de frenar iniciativas. La incomodidad del PSOE se tradujo en colaboración para que el texto se demorara hasta ayer.
Herrera trasladó en su moción, palabra por palabra, el texto de otra aprobada anteriormente por el Parlamento belga, que ya provocó una protesta del Vaticano. En el texto de Herrera se hace un recorrido sobre la literatura científica y la eficacia del condón en la lucha contra el sida; se expresa la "consternación y rechazo" por las palabras de Benedicto XVI; se emplaza al Gobierno a "protestar por vía oficial y diplomática" y se insta al Ejecutivo a defender en los foros internacionales la eficacia del preservativo.
Ayer llegó, al fin, el debate y la votación, y Herrera se quedó solo. La moción fue rechazada, pero a la Conferencia Episcopal le parece que "la justa distinción entre Estado y sociedad y, más en concreto, entre Estado e Iglesia y orden político y orden moral, exige que las instituciones del Estado se abstengan de intervenir en el libre desarrollo de las instituciones religiosas, y en nuestro caso, de la Iglesia católica, mientras no esté probado que atenten contra el orden público".
"Tratar de interferir por medio de reprobaciones políticas parlamentarias en la guía moral que el Papa ejerce en la Iglesia, contradice seriamente el principio de no intervención y lesiona el derecho de libertad religiosa", asegura su comunicado. Para Herrera, esta posición de la Iglesia es "predemocrática".
El PSOE hizo anteayer por la tarde un amago de negociación con el diputado de ICV. Llegó incluso a enviarle una enmienda de sustitución que omitía la referencia al Papa y se limitaba a hablar de la eficacia del condón para frenar el sida. Pero la retiró en el último momento y ayer, finalmente, se abstuvo. El diputado socialista Joan Calabuig criticó las palabras del Papa, aunque aseguró que el Congreso no es lugar para reprobarle.
El PP, a través de Gonzalo Robles, aseguró que la reprobación "tiene un tufillo un tanto dogmático, un prejuicio decimonónico anticlerical". Carles Campuzano (CiU) aseguró que era una incitativa legítima, aunque más destinada "a generar titulares mediáticos que a cambiar las cosas". Aitor Esteban (PNV) criticó esas palabras del Papa, pero rechazó su reprobación. Para Herrera, la declaración de Benedicto XVI "condena a miles de personas a contagiarse del sida si le hacen caso".
La Iglesia arremete contra el Congreso por debatir la recusación del Papa
Sólo ICV votó la censura a Ratzinger por negar valor al condón frente al sida
FERNANDO GAREA - Madrid - 25/09/2009
Sólo el diputado de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, apoyó ayer en el Congreso la reprobación del Papa por arremeter contra el preservativo, pero a la Conferencia Episcopal le parece que el solo hecho de que se debata esta cuestión "pone en peligro el principio de la libertad religiosa".
Sólo el diputado de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, apoyó ayer en el Congreso la reprobación del Papa por arremeter contra el preservativo, pero a la Conferencia Episcopal le parece que el solo hecho de que se debata esta cuestión "pone en peligro el principio de la libertad religiosa".
Por la mañana, la Comisión de Cooperación Internacional debatió la moción de Herrera, referida a las declaraciones realizadas por el Papa el pasado mes de marzo, cuando inició su viaje oficial a África poniendo en duda la eficacia del preservativo para combatir el sida. Y, por la tarde, los obispos hicieron pública una dura nota que descalifica al Parlamento y asegura que lamenta "profundamente que en su día se haya admitido a trámite y que hoy se haya votado en comisión parlamentaria una reprobación de las palabras y de la actuación de Su Santidad el Papa Benedicto XVI".
La Conferencia Episcopal ya intentó frenar la tramitación de la moción, con llamadas reiteradas de sus responsables al presidente del Congreso, José Bono. Sin embargo, la Mesa incluyó la iniciativa de Herrera, con la oposición radical de los representantes del PP, que protestaron airadamente. Los socialistas aceptaron la tramitación porque la Mesa tiene muy limitada la posibilidad de frenar iniciativas. La incomodidad del PSOE se tradujo en colaboración para que el texto se demorara hasta ayer.
Herrera trasladó en su moción, palabra por palabra, el texto de otra aprobada anteriormente por el Parlamento belga, que ya provocó una protesta del Vaticano. En el texto de Herrera se hace un recorrido sobre la literatura científica y la eficacia del condón en la lucha contra el sida; se expresa la "consternación y rechazo" por las palabras de Benedicto XVI; se emplaza al Gobierno a "protestar por vía oficial y diplomática" y se insta al Ejecutivo a defender en los foros internacionales la eficacia del preservativo.
Ayer llegó, al fin, el debate y la votación, y Herrera se quedó solo. La moción fue rechazada, pero a la Conferencia Episcopal le parece que "la justa distinción entre Estado y sociedad y, más en concreto, entre Estado e Iglesia y orden político y orden moral, exige que las instituciones del Estado se abstengan de intervenir en el libre desarrollo de las instituciones religiosas, y en nuestro caso, de la Iglesia católica, mientras no esté probado que atenten contra el orden público".
"Tratar de interferir por medio de reprobaciones políticas parlamentarias en la guía moral que el Papa ejerce en la Iglesia, contradice seriamente el principio de no intervención y lesiona el derecho de libertad religiosa", asegura su comunicado. Para Herrera, esta posición de la Iglesia es "predemocrática".
El PSOE hizo anteayer por la tarde un amago de negociación con el diputado de ICV. Llegó incluso a enviarle una enmienda de sustitución que omitía la referencia al Papa y se limitaba a hablar de la eficacia del condón para frenar el sida. Pero la retiró en el último momento y ayer, finalmente, se abstuvo. El diputado socialista Joan Calabuig criticó las palabras del Papa, aunque aseguró que el Congreso no es lugar para reprobarle.
El PP, a través de Gonzalo Robles, aseguró que la reprobación "tiene un tufillo un tanto dogmático, un prejuicio decimonónico anticlerical". Carles Campuzano (CiU) aseguró que era una incitativa legítima, aunque más destinada "a generar titulares mediáticos que a cambiar las cosas". Aitor Esteban (PNV) criticó esas palabras del Papa, pero rechazó su reprobación. Para Herrera, la declaración de Benedicto XVI "condena a miles de personas a contagiarse del sida si le hacen caso".