20 de mayo de 2015
Netanyahu paraliza la segregación en los autobuses de Cisjordania
el pais - JUAN CARLOS SANZ Jerusalén 20 MAY 2015 - 11:27 CEST
Coincidiendo con la vista a Jerusalén de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el nuevo Gobierno ultraconservador del primer ministro Benjamín Netanyahu iba a poner en marcha este martes un programa piloto de segregación en los autobuses deCisjordania. Los más de 90.000 trabajadores palestinos que se desplazan a Israel no podrían utilizar durante los próximos tres meses los mismos vehículos que los colonos de los asentamientos judíos en el territorio ocupado, según reveló la organización humanitaria Paz Ahora y confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa. Ante las críticas, el Ejecutivo ha decidido eliminar la medida.
El líder de la oposición israelí, el laborista Isaac Herzog, había expresado así su rechazo a la decisión del Ejecutivo a través de su página en Facebook: “La separación de israelíes y palestinos en el transporte público (…) echa más leña al fuego de las críticas hacia Israel en el resto del mundo”. “Es una medida miserable que nada tiene que ver con la seguridad del Estado (…) Israel necesita un liderazgo responsable”, apuntilló.
Los colonos israelíes que han ganado peso político en el flamante Gabinete de coalición con el partido que les representa, Hogar Judío- exigían desde hace tiempo esta separación de viajeros “por razones de seguridad”. El ministro de Defensa, Moshe Yaalon, fue el responsable formal de la aprobación de la segregación, que según Paz Ahora no tenía precedentes desde el comienzo de la ocupación israelí de Cisjordania, en 1967. La organización pacifista considera que difícilmente se pueden registrar atentados en autobuses en los que también hay palestinos.
Para volver a sus casas, los trabajadores palestinos iban a tener que utilizar además los mismos puestos de control por los que entraron en Israel, sin poder acceder como hasta ahora al servicio de autobuses que enlazan directamente con los asentamientos judíos. Esta medida representaba un considerable aumento de la duración del viaje de retorno tras la jornada laboral en Israel.
“No se trata de “apartheid”, declaró a France Presse el diputado de Hogar Judío Mordejai Yogev para justificar la medida antes de que fuera retirada por el Gobierno, “la situación se había hecho insostenible con los autobuses repletos de palestinos, que en ocasiones han agredido sexualmente a mujeres israelíes, sobre todo a las que prestan el servicio militar”.
La Radio de Ejército israelí aseguró que dirigentes de partidos conservadores y miembros de las Fuerzas Armadas se habían sumado también al centroizquierda para expresar su oposición a la segregación en el transporte público. El exministro Gidon Saar dijo a la emisora que sólo iba a servir para dañar la imagen de Israel en el resto del mundo.
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