19 de mayo de 2015
Entre un 30 y un 45% de indecisos pueden decidir las elecciones del 24M
el pais - ANABEL DÍEZ / ELSA GARCÍA DE BLAS Madrid 19 MAY 2015 - 12:01 CEST
El resultado de las elecciones autonómicas y municipales del próximo domingo es más incierto que nunca. La incorporación de dos partidos nuevos al escenario político ha producido una inestabilidad sin precedentes en la intención de voto de los ciudadanos. Las encuestas reflejan grandes trasvases de apoyos entre las distintas fuerzas en muy poco tiempo. Los indecisos, además, oscilan entre el 30% y el 45% en las 13 autonomías que celebran elecciones. La campaña, apuntan los expertos, es mucho más decisiva en estos comicios. Conscientes de ello, los partidos viran sus discursos a cinco días de las urnas.
En estas elecciones a los partidos políticos les va a faltar tiempo para consolidar sus mensajes. Esta es la impresión de las fuerzas políticas ante el inestable escenario que precede a los comicios municipales y autonómicos del 24-M. Las encuestas preelectorales han evidenciado varios elementos que hacen especialmente compleja esta cita con las urnas: por un lado, que los electoresALBERGANmuchas dudas —según el CIS, hay comunidades, como Aragón, con un 44% de indecisos—; y, por otro, que varían su intención de voto con relativa facilidad. Todo ello en un ecosistema que ya es multipartidista. Esa volatilidad del voto provoca que expertos y partidos vayan casi a ciegas: nadie sabe a ciencia cierta qué va a suceder el próximo domingo.
Con tantos interrogantes, por primera vez la proclama de los partidosde no tomar como palabra sagrada lo que dicen las encuestas es bastante sincera. El caso paradigmático es el que se está viendo en Madrid.
Ahora mismo y según los sondeos, la candidata del PP al Ayuntamiento madrileño, Esperanza Aguirre, tiene pegada a sus talones a Manuela Carmena, de Ahora Madrid, mientras que solo 10 días antes Aguirre casi acariciaba una victoria redonda. El recorte de 10 puntos en dos semanas que la juez ha logrado con la presidenta del PP madrileño tiene que ver con la campaña errática de Aguirre, según los expertos, porque ha predominado el enfrentamiento contra sus adversarios y hasta con sus compañeros de partido. “En cambio, a Carmena, según se la conoce más, más electores optan por votarla”, indica José Pablo Ferrándiz, de Metroscopia.
Los expertos suelen recordar que las encuestas “no adivinan resultados, sino tendencias”, pero en esta ocasión ellos mismos alertan de que hay que tomarlas con más cuidado que nunca. “No es que vayamos a ciegas, porque las elecciones andaluzas fueron el primer test y nos dieron pistas, pero sí vamos en alerta”, reconoce el investigador principal de Metroscopia, José Pablo Ferrándiz.
La aparición de dos partidos nuevos, Podemos y Ciudadanos, hace que la metodología demoscópica usada tradicionalmente tenga resultados más inciertos. Hasta ahora, para afinar la intención de voto los expertos utilizaban el recuerdo de voto en las anteriores elecciones, entre otros criterios. Pero los votantes no tienen recuerdo de voto de Podemos y Ciudadanos. “En el caso de Podemos, nos dimos cuenta de que hacía falta poca cocina,porque los datos de intención directa de voto de Podemos en los estudios preelectorales estuvieron muy cerca de lo que luego ocurrió en las europeas y las andaluzas”, señala Ferrándiz.
“No se produjo el voto del vértigo: quienes dijeron que iban a votar a los dos emergentes lo hicieron”, explica el investigador. “Pero en ocasiones como esta, de tanta incertidumbre, las claves no las veremos hasta la autopsia de los datos”, puntualiza. Esto es, tras el 24-M.
El de Madrid es el ejemplo más claro, pero no se verá a ningún dirigente en estas elecciones con intención de bajar la guardia. Si en anteriores comicios las campañas han movido muy poco el voto, ahora los estrategas electorales sí creen posible que el tiempo de campaña pueda cambiar voluntades. Los investigadores electorales lo ratifican: “Los últimos 15 días son decisivos”, apunta Metroscopia.
En la recta final, por tanto, los partidos viran sus estrategias. Las direcciones de los dos mayoritarios, PP y PSOE, van a poner el énfasis en pedir el apoyo mayoritarioprecisamente para no tener que depender de los emergentes. Estas llamadas al voto útil —el PP para ser mayoritario y no estar atado a Ciudadanos, y el PSOE para encabezar un posible bloque de izquierdas— lleva al cruce de todos contra todos, así como a ajustes en los mensajes.
Los dirigentes del PP prevéncuestionar “la radicalidad” e ideología de “extrema izquierda” de Podemos. Contra Ciudadanos se incidirá en la “debilidad” que los populares le atribuyen como partido de ámbito nacional por aluvión y sin ideas ni candidatos relevantes en toda España. Ciudadanos, por su parte, tratará de que su formación monopolice el voto dePROTESTA contra el bipartidismo, y endurece el tono contra Podemos. “Vamos a dejarnos de juego de sillas y de Juego de Tronos”, dijo Rivera en el mitin central de campaña.
En Podemos, Íñigo Errejón hila en los últimos actos un discurso más incluyente y que apela a los “defraudados por unos y por otros”, como guiño a los indecisos. El partido de Pablo Iglesias presenta dureza con los populares, firmeza ante Ciudadanos y mensajes más medidos dirigidos al PSOE, a cuyos votantes no quiere asustar. Iglesias recurrió este lunes a un símil baloncestístico y recordó que todavía queda por jugar el último cuarto.
Con información de Javier Casqueiro, Francesco Manetto y Juan José Mateo.
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