5 de mayo de 2010
Agentes de policía frecuentaban los burdeles de la red
EL PAIS
Agentes de policía frecuentaban los burdeles de la red
Las testigos protegidas ahondan en la implicación de las fuerzas de seguridad
ARCADIO SILVOSA / S. R. P. - Lugo - 05/05/2010
La larga investigación sobre la trama mafiosa de los prostíbulos propició ayer otra jornada de máxima actividad en los juzgados de Lugo, con la celebración de una prueba testifical adelantada al juicio en la que declararon bajo protección Alfa y Beta, nombres en clave de dos ex trabajadoras del club Queen's de O Ceao, que los domingos completaban la jornada semanal en el Colina de Outeiro de Rei. A diferencia de la anterior prueba preconstituida, en la que declararon otras cinco mujeres, protegidas, como ayer, tras un biombo, esta vez no acudieron todos los imputados (ya superan los 50) en esta presunta trama de tráfico de mujeres, amenazas, blanqueo de dinero y narcotráfico que investiga la magistrada Pilar de Lara. Los encargados de los clubes, de nuevo, se presentaron con la cara destapada, según fuentes próximas a la investigación, para "amedrentar a las testigos".
El recluso que logra un teléfono hace negocio alquilándolo a otros
La juez preguntó a las mujeres sobre la clientela de la Guardia Civil, la Policía Local y la policía nacional que recibían, también sobre empresarios y otros habituales. Y ellas contestaron que a los dos burdeles iban muchos agentes de Lugo y de Ribadeo y que la mayoría pagaban, aunque uno en concreto no lo hacía, ni por las copas ni por el sexo. También profundizaron en algunas prácticas que solicitaban estos hombres, como el coito sin preservativo, y distinguieron entre clientes "normales y no normales". Las dos mujeres entraron en España por la cabina 16 de Barajas, donde supuestamente un policía nacional ligado a la trama hacía la vista gorda.Algunos letrados anunciaron que recurrirán este procedimiento, porque accedieron a la sala sin conocer la parte del sumario relativa a estas testigos.
Mientras, la dirección de la cárcel lucense de Bonxe admite que uno de los encarcelados por su presunta implicación en la trama de los burdeles pudo haber realizado llamadas a colaboradores en la calle o amenazas a las testigos protegidas desde que se encuentra en prisión. Además, recientemente se encontró un teléfono móvil en el campo de fútbol, que el director, Modesto Gutiérrez, supone que se tiró desde una dependencia anexa, con la intención de hacerlo llegar a algún recluso que, finalmente, no lo pudo recoger. Aunque es la primera vez que se localiza un móvil en esta zona, ya se sospechaba que podía ser una de las vías de entrada de los aparatos, al tratarse de un espacio anexo a la sección abierta del centro.
En Bonxe están recluidas siete personas vinculadas a la trama que investiga el Juzgado de Instrucción número 1, en el marco de la Operación Carioca. La investigación trata desde hace varios meses de determinar si alguno de esos imputados (entre los que se encuentran responsables de los clubes como José Manuel García Adán, del Queen's, y José Manuel Pulleiro, del Colina), dispuso de móviles en prisión.
El director defiende que la entrada de móviles se convierte en algo "inevitable", pese a todos los controles y cacheos. Una vez introducido el celular en prisión, se convierte en un elemento de gran valor que se suele alquilar a otros internos, hasta que acaba siendo intervenido.
Gutiérrez aseguró que los reclusos vinculados con la Operación Carioca están en distintos módulos y realizan una vida "como cualquier otro interno del centro". Aun así, uno de ellos acaba de ser trasladado a otro módulo de mayor control, pese a que en el cacheo que se le realizó "no se apreció nada".
Agentes de policía frecuentaban los burdeles de la red
Las testigos protegidas ahondan en la implicación de las fuerzas de seguridad
ARCADIO SILVOSA / S. R. P. - Lugo - 05/05/2010
La larga investigación sobre la trama mafiosa de los prostíbulos propició ayer otra jornada de máxima actividad en los juzgados de Lugo, con la celebración de una prueba testifical adelantada al juicio en la que declararon bajo protección Alfa y Beta, nombres en clave de dos ex trabajadoras del club Queen's de O Ceao, que los domingos completaban la jornada semanal en el Colina de Outeiro de Rei. A diferencia de la anterior prueba preconstituida, en la que declararon otras cinco mujeres, protegidas, como ayer, tras un biombo, esta vez no acudieron todos los imputados (ya superan los 50) en esta presunta trama de tráfico de mujeres, amenazas, blanqueo de dinero y narcotráfico que investiga la magistrada Pilar de Lara. Los encargados de los clubes, de nuevo, se presentaron con la cara destapada, según fuentes próximas a la investigación, para "amedrentar a las testigos".
El recluso que logra un teléfono hace negocio alquilándolo a otros
La juez preguntó a las mujeres sobre la clientela de la Guardia Civil, la Policía Local y la policía nacional que recibían, también sobre empresarios y otros habituales. Y ellas contestaron que a los dos burdeles iban muchos agentes de Lugo y de Ribadeo y que la mayoría pagaban, aunque uno en concreto no lo hacía, ni por las copas ni por el sexo. También profundizaron en algunas prácticas que solicitaban estos hombres, como el coito sin preservativo, y distinguieron entre clientes "normales y no normales". Las dos mujeres entraron en España por la cabina 16 de Barajas, donde supuestamente un policía nacional ligado a la trama hacía la vista gorda.Algunos letrados anunciaron que recurrirán este procedimiento, porque accedieron a la sala sin conocer la parte del sumario relativa a estas testigos.
Mientras, la dirección de la cárcel lucense de Bonxe admite que uno de los encarcelados por su presunta implicación en la trama de los burdeles pudo haber realizado llamadas a colaboradores en la calle o amenazas a las testigos protegidas desde que se encuentra en prisión. Además, recientemente se encontró un teléfono móvil en el campo de fútbol, que el director, Modesto Gutiérrez, supone que se tiró desde una dependencia anexa, con la intención de hacerlo llegar a algún recluso que, finalmente, no lo pudo recoger. Aunque es la primera vez que se localiza un móvil en esta zona, ya se sospechaba que podía ser una de las vías de entrada de los aparatos, al tratarse de un espacio anexo a la sección abierta del centro.
En Bonxe están recluidas siete personas vinculadas a la trama que investiga el Juzgado de Instrucción número 1, en el marco de la Operación Carioca. La investigación trata desde hace varios meses de determinar si alguno de esos imputados (entre los que se encuentran responsables de los clubes como José Manuel García Adán, del Queen's, y José Manuel Pulleiro, del Colina), dispuso de móviles en prisión.
El director defiende que la entrada de móviles se convierte en algo "inevitable", pese a todos los controles y cacheos. Una vez introducido el celular en prisión, se convierte en un elemento de gran valor que se suele alquilar a otros internos, hasta que acaba siendo intervenido.
Gutiérrez aseguró que los reclusos vinculados con la Operación Carioca están en distintos módulos y realizan una vida "como cualquier otro interno del centro". Aun así, uno de ellos acaba de ser trasladado a otro módulo de mayor control, pese a que en el cacheo que se le realizó "no se apreció nada".