11 de mayo de 2010

Fenómenos paranormales en el Palacio de La Zarzuela



En esta imagen, que fue utilizada como felicitación navideña, Doña Sofía reconoció que había hecho ella misma el foto-montaje al descubrir los prodigios del «photoshop»







ABC

Fenómenos paranormales en el Palacio de La Zarzuela

La prensa observa con lupa las fotos de la Familia Real buscando el efecto «duende»

Algunos periodistas rosas han visto «duendes» en las fotos de los Príncipes y la Infanta Sofía / ABC


ALMUDENA MARTÍNEZ- FORNÉS | MADRID

Actualizado Domingo , 09-05-10 a las 09 : 24


Hace años que en la residencia oficial de los Reyes y los Príncipes de Asturias ocurren fenómenos que sólo pueden atribuirse a la existencia de duendes yfantasmas que deambulan por las estancias de este Palacio. A los periodistas que habitualmente informamos sobre la Familia Real nos suelen producir risa —y a los Príncipes de Asturias, también—, pero como no les encontramos una explicación científica ni racional los calificamos, entre nosotros, de paranormales.
Estos extraños fenómenos, que aparecen y desaparecen caprichosamente, se han manifestado hasta ahora en algunas fotografías de la Familia Real y son capaces de producir los efectos más sorprendentes. Uno de sus primeros objetivos fue la Infanta Leonor, a la que «los duendes» suprimieron una pierna en la fotografía que sus padres utilizaron como felicitación en la Navidad de 2006. La niña tenía entonces poco más de un año, pero indudablemente tenía dos piernas, aunque en la foto sólo se veía una. Esta imagen fue el primer pretexto para la crítica de quienes tienen que llenar horas y horas de espacios televisivos en programas rosas en los que elevan las anécdotas a la categoría de escándalo.
Los duendes hicieron que Doña Letizia apareciese con brackets y extensiones en el pelo
La Princesa de Asturias también ha sido víctima de los duendes. Por muy increíble que parezca, esos extraños fenómenos hicieron que en alguna fotografía apareciera con un alineador de dientes («brackets»), que nunca ha utilizado. El misterio llegó a tal punto que los periodistas que habitualmente vemos con cierta frecuencia a la Princesa comparamos el trabajo de muchos fotógrafos que habían sacado ese día imágenes a Doña Letizia —en el mismo momento y en el mismo lugar—. El resultado fue inquietante: los brillos de lo que podían ser unos «brackets» sólo aparecían en una de las fotos cuando se ampliaba; en las demás, no existían.
A partir de entonces, el fenómeno empezó a ser compartido por otras personas, no periodistas, que asistían a los actos públicos de la Familia Real y se acercaban a mirar los dientes a la Princesa para comprobar si llevaba o no el alineador. En una ocasión unas señoras estuvieron enfocando con su cámara durante un buen rato la boca de Doña Letizia, hasta que de repente una de ellas empezó a exclamar: «Ya la tengo, ya la tengo. Ahora lo veo», como si estuviera ante una aparición.
Los Príncipes se lo toman a broma
Tantos testimonios han hecho que hasta la propia Princesa dudara en algún momento y, de cuando en cuando, se pasa disimuladamente la lengua por los dientes para asegurarse de que no tiene nada. En otra ocasión, los duendes utilizaron una foto para que pareciera que Doña Letizia se había puesto extensiones en el pelo, pero al natural se podía comprobar que no las llevaba. La Princesa también se toma a broma estas travesuras, como hacemos los periodistas habituales. Quienes se lo han tomado en serio son algunos comentaristas de información rosa, cierta o no, poco importa, pues de cuando en cuando aventuran opiniones sobreinformaciones sin contrastar.

Don Felipe también ha sido víctima de estos extraños fenómenos. En el Palacio de La Zarzuela se pusieron muy contentos con la última travesura de los duendes porque, gracias a ellos, consiguieron algo que nunca se hubieran imaginado: «Publicar cuatro fotos de Don Felipe en la portada de un diario», comentaban. Ni siquiera en la larga tradición monárquica de ABC habíamos llegado a tanto.
Los duendes jugaron con las nuevas fotos de Don Felipe como si fueran figuras recortables
Pero lo que está claro es que, a medida que pasa el tiempo, los duendes se van envalentonando y, en esta ocasión, se atrevieron a jugar con las nuevas fotos institucionales del Príncipe de Asturias como si fueran figuras recortables. No se sabe muy bien si en las fotos hay una sola cabeza y tres cuerpos, o si cada cuerpo tiene su propia cabeza.
De eso se tiran horas hablando en los programas rosas, pero el Príncipe sigue tomándoselo a broma, seguro de que sólo tiene una cabeza y bien puesta.
El que se ha quedado muy sorprendido ha sido el autor de las imágenes, el prestigioso fotógrafo catalán Dany Virgili, que no debe estar acostumbrado a los extraños fenómenos. Virgili también hizo en 2007 las actuales fotos oficiales de Don Juan Carlos y Doña Sofía, pero los duendes con los Reyes no se atreven. De momento.
Quienes tuvieron mucha suerte fueron Goya y Velázquez, que también fueron retratistas de la Familia Real y los muy osados llegaron a incluir su propio autorretrato en sus principales obras. No se sabe cómo, pero estos pintores de cámara consiguieron que la prensa rosa de su época no descubriera su forma de trabajar. Les hubieran destrozado.
En «La Familia de Carlos IV», Goya recurrió a una especie de «photoshop» artesanal
Gracias al periodismo de investigación, nos hemos adentrado en el Museo del Prado de Madrid y hemos descubierto que cuando Goya pintó a «La Familia de Carlos IV» no tuvo a los trece miembros que aparecen en ella posando juntos y vestidos de gran gala durante los varios meses que necesitó para llevar a cabo su grandioso retrato. El pintor recurrió a una especie de «photoshop» artesanal: hizo diez retratos individuales, cinco de los cuales están en la citada pinacoteca, y luego los reunió en la composición final dando la impresión de que todos estaban juntos. Además, también aplicó el «photoshop» de su pincel para sacarlos más favorecidos, porque Carlos IV y su familia no eran tan guapos como Don Felipe y Doña Letizia.