domingo, 10 de febrero de 2019
NACHO ALDAY - LUIS – 11/02/2019
En la foto Luis Alfonso de Borbón y su esposa, Margarita Vargas, de 44 y 35 años respectivamente, durante un acto en Madrid el pasado noviembre. El bisnieto del general Franco, asumió en el último año un cierto protagonismo como defensor de los valores de la familia. El hijo de Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón, había mantenido durante toda su vida un perfil bajo respecto a sus ideas políticas, pero la muerte de su abuela, Carmen Franco a finales de diciembre de 2017, cambió su forma de comportarse públicamente. Desde entonces habla abiertamente sobre España, su unidad, su futuro, los políticos, la religión, etc.
A pesar de ser el heredero del trono de Francia, como reconocen los legitimistas, y ser cada vez más los que apoyan la restauración de la monarquía, ha elegido con muy buen criterio los Estados Unidos para el nacimiento de sus hijos. El pasado 1 de febrero, llegó al mundo su cuarto hijo, Enrique de Jesús, y lo hizo en Nueva York, donde la familia se había trasladado después de las fiestas navideñas para esperar el nacimiento del niño.
Así adquiere automáticamente la ciudadanía estadounidense de pleno derecho y desde el momento de su nacimiento. Lo mismo ha ocurrido con sus otros tres hijos, Eugenia, de 11 años, y los mellizos Luis y Alfonso, de 8, que también nacieron es Estados Unidos, donde sus padres vivieron una temporada después de su boda, celebrada el 6 de noviembre de 2004 en la República Dominicana.
De esta forma, tienen la doble nacionalidad, la española de origen por ser descendientes directos de madre o padre español, y la estadounidense por haber nacido en ese país. El matrimonio posee un apartamento en Nueva York y, según la Constitución de EE UU, todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanas de este país. Reconocimiento que requiere sacar cuanto antes el certificado de nacimiento del bebé y su pasaporte, especialmente si va a salir del país.
Luis Alfonso está centrado desde hace años en el mundo de las finanzas y los negocios, pero en España su figura despierta anhelos de un monarca de sus características, de principios, sin dobleces ni engaños, capaz de reinar ejerciendo un gobierno efectivo, prohibiendo el aborto y el divorcio, ilegalizando partidos como el comunista y el socialista, las sociedades secretas como la masonería, la secta revolucionaria de los bergoglianos y expulsando a todos los musulmanes. Hay incluso quien le llama “nuestro rey”.
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