21 de febrero de 2019
El nacionalismo judío más extremo retorna a las urnas en Israel
El nacionalismo judío más extremo retorna a las
urnas en Israel
Netanyahu promete
carteras en el Gobierno a los herederos de un partido racista proscrito
EL
PAIS - Jerusalén 21 FEB 2019 - 05:44 BRT
El
primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en un acto en Jerusalén. RONEN ZVULUN REUTERS
El fantasma del extremismo político recorre el
mundo, incluso en un país como Israel que ya contaba con una nutrida representación
de partidos radicales. Los herederos de la formación encabezada por el rabino racista Meir
Kahane, que fue prohibida hace tres décadas por propugnar la violencia y
la deportación masiva de palestinos, se presentan en coalición con otros dos
grupos de extrema derecha a las legislativas del próximo 9
de abril. El primer ministro, Benjamín Netanyahu ha forjado la
alianza en interés propio. Con el objetivo de favorecer el voto útil
conservador y garantizarse socios de coalición, les ha prometido carteras
ministeriales para que cerraran el pacto.
Netanyahu se ha empleado a fondo en la defensa del
flanco derecho de su partido, el conservador Likud, favorito en la campaña. El
miércoles canceló un viaje previsto a Moscú, donde iba a intentar reconstruir
con el presidente Vladímir Putin los puentes rotos tras el derribo un avión ruso en
Siria el pasado septiembre, en un incidente en el que estuvieron
involucrados cazas israelíes. El aplazamiento de la reconciliación con el
Kremlin estuvo justificado por los cálculos políticos domésticos. Las encuestas
electorales que situaban a la coalición de Hogar Judío, (el
partido central de los colonos en Cisjordania), y Unión Nacional (ultraderecha
nacionalista religiosa) por debajo del umbral del 3,25% de los votos que da
acceso a la Kneset (Parlamento).
En la víspera del vencimiento, este jueves, del
plazo para presentar candidaturas a las legislativas, el líder del Likud les
hizo una oferta que no pudieron rechazar. Si integraban en su lista a Poder
Judío, partido heredero del partido Kach del rabino Kahane,
además de consolidar su representación parlamentaria recibirían dos ministerios
(Educación y Vivienda) en la próxima legislatura. En una Cámara fragmentada por
la proporcionalidad y la circunscripción nacional única, superar el listón
mínimo fijado por ley electoral implica pasar de cero a cinco diputados dentro
de una Kneset de 120 escaños.
Gran coalición de
centro-izquierda
Los sondeos asignan ahora al Likud en torno a 30
parlamentarios, en teórico empate con una eventual asociación de los partidos
de centro-izquierda encabezados por el exgeneral Benny Gantz,
candidato sorpresa en estos comicios, y el exministro de Finanzas Yair Lapid,
candidato de los sectores laicos moderados. Ambos han pactado en la madrugada
de este jueves la composición de una lista conjunta en la que se integran los
también antiguos jefes del Ejército Moshe Yaalon y Gabi Ashkenazi y el líder de
Histadrut, la gran federación sindical israelí, Avi Nissenkorn. Gantz y Lapid
se turnarán al frente del Gobierno si su candidatura con un programa centrado
en los asuntos sociales y de seguridad consige sumar mayoría con otras fuerzas.
El riesgo evidente de desperdiciar votos en el
campo conservador ante un bloque opositor unido ha servido de pretexto a
Netanyahu –acosado por los casos de corrupción tras una década en el poder–
para cortar el cordón sanitario impuesto desde hace más de 30 años a los
kahanistas. Este movimiento judío extremista tuvo presencia en la Kneset entre
1984 y 1988, hasta que una reforma electoral vetó que el Kach se presentara a
nuevos comicios a causa de su ideario racista. En 1994 el partido quedó
definitivamente proscrito.
La exclusión de los no judíos (árabes y
cristianos), considerados ciudadanos de segunda clase; el desplazamiento
forzoso de población palestina a Jordania, la prohibición de los
matrimonios de religión mixta, y el establecimiento de una
teocracia conformaban el programa de Meir Kahane. Nacido en Estados Unidos y
nacionalizado israelí, sus partidarios se caracterizaron por las acciones
violentas. El rabino radical murió asesinado en 1990 en un
hotel de Nueva York, adonde había escapado del ostracismo político
en el Estado hebreo.
El partido Poder Judío está liderado por el exdiputado
de ultraderecha Michael Ben Ari y por discípulos de Kahane como Benzi Gopstein, líder del
grupo extremista Lehava. Gopstein fue acusado en 2015 por las comunidades
cristianas de Tierra Santa de haber defendido en una yeshiva (escuela rabínica)
la quema de iglesias por constituir “centros de idolatría”. Sus palabras se
pronunciaron poco después del ataque incendiario sufrido en el santuario de
Tabgha, cerca del mar de Galilea, donde la tradición cristiana sitúa el milagro de la
multiplicación de los panes y los peces. “El pacto (de coalición
electoral) servirá para impedir el establecimiento de un Gobierno de
izquierdas, Dios nos libre”, reza el comunicado difundido por Poder Judío.
Su antecedente político, el proscrito partido Kach,
figura en las listas de grupos terroristas de Estados Unidos y de la Unión
Europea. Uno de sus seguidores, el colono radical Baruch Goldstein,
mató a tiros a 29 palestinos en la mezquita de Ibrahim (la Tumba de los
Patriarcas para los judíos) de Hebrón en 1994
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario