El rechazo a la independencia aumenta en Euskadi y
sube hasta el 37%
El Sociómetro del
Gobierno vasco sitúa en un 22% los partidarios de la causa separatista
Iñigo Urkullu y
Andoni Ortuzar en el último Aberri Eguna del PNV. FERNANDO
DOMINGO-ALDAMA
El sentimiento de rechazo a la independencia aumenta en el País
Vasco. El último Sociómetro del Gobierno vasco revela que la
población que se declara en contra de la separación de España aumenta cuatro
puntos en lo que va de año y se sitúa en el 37%, el porcentaje más alto desde
1998, cuando comenzó a realizarse esta serie estadística. El apoyo a la causa
soberanista se mantiene estable en el 22% de los vascos, especialmente entre
los votantes de la izquierda abertzale.
Los resultados del sondeo constatan una tendencia a la baja del
sentimiento independentista en Euskadi, precisamente en un momento en que está
en el centro del debate político la reforma del Estatuto de Gernika y la
apuesta soberanista que el PNV y EH Bildu, los dos principales partidos vascos,
que han pactado una actualización del texto autonómico que apuesta
decididamente por el reconocimiento de Euskadi como nación.
El último Sociómetro Vasco del Gabinete de Prospección
Sociológica del Gobierno vasco, que tiene como tema central un
análisis de la "cultura democrática" en esta comunidad autónoma, se
ha elaborado con los datos obtenidos después de realizar 3.149 entrevistas
individuales en el País Vasco entre el 25 de septiembre y 6 de octubre pasados.
En la anterior oleada del Sociómetro, realizada en mayo de 2018, una
tercera parte de los vascos (el 33%) se declaraba contraria a la independencia,
un porcentaje que ahora se eleva hasta el 37%. Es un índice que no tiene
precedentes en el País Vasco. Hay que remontarse a 2016 para encontrar el
anterior pico antiindependentista, cuando se registró un 35%.
El sondeo oficial también refleja que el porcentaje de partidarios a la
independencia también se ha incrementado, aunque en menor medida, al pasar del
21 al 22% en los últimos seis meses. Entre los encuestados, un 29% asegura que
estaría o no de acuerdo con esta opción rupturista con el Estado "según
las circunstancias". Otro 13% de vascos no se pronuncia.
La radiografía muestra una realidad parecida a
la del último Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco
(UPV). Según este estudio demoscópico una cuarta parte de la ciudadanía vasca
(el 28%) sigue manifestando tener deseos grandes de independencia; frente a
ellos, una mayoría del 65% dicen tener pocos (25%) o ningún (40%) deseo de
independencia.
La apertura de un proceso soberanista es la opción preferida para los
votantes de EH Bildu (el 70%) y solo el 16% de los seguidores del PNV la apoya.
En cambio, el rechazo a la vía independentista crece hasta el 79% y el 75%
entre los votantes socialistas y del PP vasco, respectivamente. La encuesta
revela como dato curioso que el apoyo a la independencia sube seis puntos (del
2% al 8%) entre los votantes del PP.
El Sociómetro también cuestiona sobre las preferencias políticas de los
vascos. En este apartado, el PNV se mantiene como el partido que más simpatías
despierta, con 4,7 puntos sobre una escala de 10, mientras que el PSE-EE es la
única opción política que ha mejorado su nivel de aceptación en los seis
últimos meses, al pasar de 3,2 a 3,5 puntos. Se da un empate entre EH Bildu y
Elkarrekin Podemos como segunda opción política más popular en Euskadi.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, es el único representante político que
logra el aprobado, con 5,4 puntos sobre 10 (una décima menos que en mayo),
seguido del alcalde de San Sebastián, Eneko Goia (5,2), y el diputado general
de Bizkaia, Unai Rementeria (5), todos ellos del PNV.
La situación del mercado laboral
figura entre las principales preocupaciones sociales (un 66%),
por delante de la vivienda y los desahucios (14%), las pensiones (13%), y la
inmigración y los problemas relacionados con ella (12%). Como pregunta
novedosa, el Sociómetro aborda el acuerdo de la Comisión Europea para suprimir
el cambio horario de invierno y verano en la UE. Un 52% de los encuestados es
partidario de suprimirlo, frente a un 24% que prefiere mantener la situación
como hasta ahora. Al 20% les resulta indiferente esta cuestión. La mayoría (un
57%) se decanta por el horario de verano y solo el 13% se inclina por el de
invierno.
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