18 de septiembre de 2014
La vida más familiar de doña Sofía en Grecia
Doña Sofía vive desde el pasado 19 de junio, fecha en que se produjo el relevo en la corona española, dedicada a la vida familiar. A excepción de algún acto público relacionado con la cultura, la madre de Felipe VI lleva una existencia muy discreta. Tras pasar más de un mes en el palacio de Marivent en Palma de Mallorca ahora se encuentra en Grecia a donde ha acudido para celebrar las bodas de oro deConstantino con Ana María de Grecia.Hace casi dos años que el hermano de la reina Sofía vendió su casa del elegante barrio londinense de Hampstead por 11 millones de euros e hizo las maletas con destino a Grecia con intención de quedarse.Constantino de Grecia y su esposa Ana María tuvieron que exiliarse tras un breve reinado —desde 1964 a 1967— interrumpido por un golpe de Estado. El entonces Rey tenía solo 24 años y acababa de casarse con su prima Ana María, princesa danesa y hermana de la actual reina Margarita. La pareja se instaló primero en Roma con sus dos hijos mayores y luego en Londres donde nacieron los tres menores.
Los actos de celebración comenzaron el miércoles 17 de septiembre con una cena informal en el Museo de la Acrópolis de Atenas. Hasta allí se acercaron los asistentes. Fue el 18 de septiembre de 1964, cuando la entonces princesa de Dinamarca, con 18 años recién cumplidos, entraba en la catedral metropolitana de Atenas y salía como reina de Grecia. Constantino accedió al trono meses antes de la boda. Ahora, 50 años después, toda la familia real Griega, y una gran representación de la española, se reúnen en la capital helena para festejar el matrimonio.
Se espera la presencia de los duques de Palma y de la infanta Elena. Los reyes Felipe y Letizia y el rey Juan Carlos han declinado la invitación.
También participan en los actos los hijos de Ana y Constantino: Nicolás, con su esposa Tatiana; Pablo con su mujer Marie Chantal Miller; Alexía con Carlos Morales; y Theodora y Philippos.
En el interior del museo de la Acrópolis de Atenas dónde se celebró el primer encuentro, una cena, se vio a la reina Sofía muy sonriente posando con sus familiares y alguno de los invitados. Tras la velada, Marie Chantal y Pablo se hicieron selfies con la gente que esperaba a la salida del museo para saludarles y hacerse fotos con ellos.
El regreso del rey depuesto y de su familia se ha producido sin grandes alharacas pero sin esconderse. Toda la familia se reunió en marzo pasado para conmemorar los 50 años del fallecimiento del rey Pablo. Fue un acontecimiento de carácter íntimo pero visto por algunos observadores como una manera de dejar claro ante la opinión pública que la familia real ha regresado. Junto a la tumba de Pablo, en el cementerio de Tatoi, estuvieron sus tres hijos Constantino, Sofía e Irene, sus nietos y los hijos de estos.
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