PERISCOPIO
NACHO ALDAY - FEUDALISMO
El señor feudal era en el feudo la
encarnación de toda la autoridad del Estado y ejercía gratuitamente todas las
funciones públicas. Evidentemente no podría hacer esto a no ser por medio de
impuestos que fueron siempre los medios normales de subsistencia de todas las
administraciones. Él era quien tenía que
combatir en tiempo de guerra y cotidianamente se debía ocupar de la política
exterior del feudo, asegurándose aliados, bienes, además de intentar debilitar todo lo posible al adversario. Debía mantener
el castillo en condiciones de máxima eficacia militar. Abrir caminos,
conservarlos, cobrar impuestos, fiscalizar la administración y hacer justicia.
El castillo feudal no era apenas una mansión
suntuosa sino que era la garantía de seguridad frente las incursiones de todo
tipo ya que ante la inminencia de una invasión todos los habitantes del feudo
encontraban refugio seguro tras sus muros. Por tanto era una obra de utilidad
pública.
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