2 de junio de 2017
Los Reyes celebran juntos el aniversario de la abdicación en Marín
Don Felipe y Don Juan Carlos asisten al III Centenario de la Real Escuela de Guardiamarinas
Hoy hace tres años que Don Juan Carlos anunció su deseo de abdicar, y su hijo, Don Felipe, ha querido rememorar esta fecha juntos y en un acto muy especial, que a su vez conmemora otro aniversario: la celebración del 300 aniversario de la Real Compañía de Guardiamarinas, origen de la actual Escuela Naval Militar, con sede en Marín (Pontevedra). En esta institución militar se forjaron en la lid militar naval ambos Reyes cuando eran jóvenes, como también lo hizo el abuelo del Rey, Don Juan de Borbón.
La fecha exacta en la que el ministro José Patiño Rosales creó la Escuela de Guardamarinas fue el 15 de abril de 1717, pero la celebración se ha trasladado a este 2 de junio para hacerla coincidir con el aniversario de la abdicación. Además se ha organizado para la ocasión una parada naval con nueve buques (entre ellos el insignia, el LHD «Juan Carlos I») y el velero «Juan Sebastián Elcano» atracado en puerto.
Si hace tres años Don Juan Carlos dio voluntariamente un paso atrás para dejar todo el protagonismo a su hijo, hasta que se consolidara como nuevo Rey, ahora ha sido Don Felipe quien ha querido que su padre volviera a la escena pública. Desde que abdicó, Don Juan Carlos ha asistido a un acto oficial al mes de promedio, y en los últimos 30 días lleva ocho.
El escenario de la Escuela Naval Militar no es casual tampoco. «Es importante mencionar el vínculo con la Familia Real que viene desde los inicios de la Real Compañía de Guardiamarinas, de hecho, durante más de cien años desde su creación llevó la palabra Real en su nombre. Además, a los pocos años de su establecimiento como Real Compañía se otorgó a los guardiamarinas el privilegio de ser considerados Guardias de Corps y de las Reales Personas, una prebenda nunca otorgada a ninguna otra academia militar en nuestro país», explica a ABC el actual director de la Escuela Naval Militar, el capitán de navío José María Núñez Torrente.
En la Escuela Naval Militar hemos contado con dos Guardiamarinas de excepción: Don Juan Carlos, en el curso 1957-58, y Don Felipe, en el curso 1986-87, ambos cuando eran Príncipes. Pero no hay que olvidar que antes que ellos, el Rey Alfonso XII fue nombrado guardiamarina a bordo del «Francisco de Asís» en 1858, aunque fue una anécdota, pues contaba con poco más de un año de edad.
Y ya en la Escuela Naval de San Fernando (anterior emplazamiento) cursó estudios como aspirante de marina Don Juan de Borbón, que ingresó en el Cuerpo General de la Armada en junio de 1930, incorporándose a la Escuela Naval Militar en septiembre de ese mismo año. Sin embargo, hubo de finalizar sus estudios en la Escuela naval inglesa con la llegada de la Segunda República en abril de 1931.
¿Cuál es la misión de la actual Escuela Naval Militar? «Formamos a los oficiales de la Armada Española, teniendo que pasar todos por aquí. En Marín aprenden a dar sus primeros pasos como marinos», resalta el director de la Escuela. Este año pasarán por sus instalaciones unos 518 alumnos, futuros oficiales de la Armada Española en su mayoría (un centenar de ellos irán destinados a los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas).
«Los primeros quince días los alumnos reciben un “baño militar”, para que ellos mismos reconozcan si esta es su vocación o no. Entre dos y cinco alumnos suelen dejarlo cada curso en la primera quincena. Luego hay toda una formación académica dependiendo de si vienen titulados o no», destaca Núñez Torrente.
Oficiales de la Armada, líderes en buques de guerra que defienden los intereses de España en la mar... ¿y cómo deben ser esos oficiales? En este punto el capitán de navío recurre a la definición del almirante Augusto Miranda y Godoy (1855-1920), quien fuera ministro de la Marina y cuyo sentir reza a modo de lema en la Escuela Naval Militar de Marín: «El Oficial de Marina es y será siempre el elemento primordial del poder de una escuadra; hombre de acción pronta y enérgica, ha de estar dotado de cualidades superiores cuya conjunción en un mismo individuo no es frecuente. Cuerpo sano, ágil y vigoroso; inteligencia clara y previsora; rápida percepción ejercitada en el dominio perfecto de los conocimientos profesionales; voluntad firme y resuelta; espíritu elevado de abnegación y patriotismo».
En Marín tienen esa misión: forjar a hombres, y ahora también mujeres, de acción pronta y enérgica.
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