28 de junio de 2017
El Rey: «Ningún camino puede conducir a la ruptura de la convivencia»
El Rey ha afirmado este miércoles ante las Cortes que «ningún camino que se emprenda en nuestra democracia puede −ni debe− conducir a la ruptura de la convivencia» y «menos aún, a un camino que divida a los españoles o quiebre el espíritu fraternal que nos une». Don Felipe ha hecho esta advertencia en el acto conmemorativo de las primeras elecciones democráticas que se ha celebrado en el Congreso de los Diputados, donde ha sido interrumpido con aplausos media docena de veces y, al terminar, su discurso recibió una ovación que se prolongó durante más de dos minutos.
Ante parlamentarios de la Transición y de los tiempos actuales, el Rey ha afirmado que «la convivencia tiene su mayor garantía y su mejor protección en las normas que la amparan», y ha añadido que «el respeto a esas normas, en democracia, no es una amenaza o una advertencia para los ciudadanos, sino una defensa de sus derechos». Además, ha llamado a «encauzar los antagonismos y resolver los desacuerdos y las diferencias mediante el diálogo, mediante el debate» y «dentro de la ley». Fuera de la ley, advirtió, «solo hay arbitrariedad, imposición, inseguridad y, en último extremo, la negación misma de la libertad», porque «la libertad sigue siempre la misma suerte que las leyes: reina y perece con ellas».
Los Reyes han sido recibidos este miércoles en el Congreso de los Diputados con un larguísimo aplauso y vivas al Rey, a España y a la democracia. Todos los parlamentarios se pusieron de pie para dar la bienvenida a Don Felipe y Doña Letizia, aunque algunos no aplaudieron, como los de Podemos, que portaban claveles rojos. También los nacionalistas aprovecharon el momento para mostrar papeles con urnas.
Tras las palabras de la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, que fue interrumpida con aplausos cuando recordó al Rey Don Juan Carlos, Don Felipe tomó la palabra. También el Rey comenzó con una alusión a su padre. «A él, junto a toda aquella generación que abrió el camino de nuestra democracia, quiero ofrecerles hoy y aquí el testimonio más profundo de nuestra gratitud, homenaje y admiración».
Durante su intervención, Don Felipe recordó cómo, a lo largo de la historia, «los españoles se oían, pero no se escuchaban; se veían, pero no se miraban; se hablaban, pero no se entendían y menos aún se respetaban». Explicó cómo las sucesivas Constituciones no fueron capaces «de garantizar la estabilidad política, el progreso social y económico ni la convivencia en paz y libertad que los españoles anhelaban». «Fue una época convulsa e incierta, en la que se sucedían los pronunciamientos y los golpes de estado, las guerras y la violencia. Se derribaba una y otra vez todo lo que antes se había construido», manifestó. Recordó aquellos tiempos en los que «el adversario político era un enemigo al que había que excluir de la vida pública, y no un rival».
Por ello, añadió, «los diputados y senadores elegidos en las elecciones del 15 de junio tenían ante sí una responsabilidad histórica: dar la respuesta política a nuestros errores del pasado y superar las diferencias entre los españoles, convencidos de que la Guerra Civil y la dictadura eran, como se afirmó entonces en estas Cámaras, una inmensa tragedia sobre la que no cabía fundar el porvenir de España». Aunque en el Congreso llamó la atención que el Rey utilizara la palabra «dictadura» para referirse al franquismo, no es la primera vez que lo ha hecho.
El Rey afirmó que los protagonistas de la Transición «cumplieron con su deber» a pesar de la incertidumbre política; de la difícil situación económica, «por encima también de incomprensiones e ingratitudes» y «a pesar del terrible dolor que causaba el terrorismo». «Si hoy la democracia y la libertad son una evidencia, se lo debemos a ellos. Porque entonces, hay que recordarlo, no lo eran», afirmó.
A pesar de los «errores y equivocaciones» que pudieron cometerse en la Transición, Don Felipe afirmó que «los españoles podemos sentirnos orgullosos de lo que hemos construido juntos en estas cuatro décadas» y subrayó que todo ellos «es el resultado del sacrificio y esfuerzo del pueblo español, de millones de españoles. Y constituye un extraordinario patrimonio moral y material que no debemos silenciar ni ignorar, que no podemos dividir, ni mucho menos destruir».
Al acto conmemorativo del 40 aniversario de las primeras elecciones, además de los diputados y senadores y actuales, asistieron algunos de los protagonistas de la Transición o sus descendientes. Además de los ex presidentes Felipe González y José María Aznar, estaban los hijos de Torcuato Fernández-Miranda, Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, Dolores Ibarruri, Nicolás Redondo y Marcelino Camacho, la viuda de Leopoldo Calvo-Sotelo y un nieto de Manuel Fraga, entre otros. Don Felipe y Doña Letizia -vestida con un espectacular vestido rojo- también impusieron las medallas a los parlamentarios constituyentes e inauguraron una exposición sobre las primeras elecciones de la democracia.
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