21 de noviembre de 2018
Pastor abronca a los partidos por el abuso de los insultos en el Congreso
Pastor abronca a los partidos por el abuso de los
insultos en el Congreso
La presidenta de la
Cámara baja expulsa a Rufián del hemiciclo por llamar "fascista" al
ministro de Asuntos Exteriores
El diputado Gabriel Rufián pasa por
delante del ministro Borrell tras ser expulsado por Ana Pastor. FOTO:
JULIÁN ROJAS / VÍDEO: QUALITY
EL
PAIS - Madrid 21 NOV 2018 - 11:06 BRST
El Congreso ha vivido este miércoles una mañana de máxima tensión con
una fuerte escalada de insultos que ha culminado con la expulsión de la Cámara
del diputado de ERC Gabriel Rufián, después de que la presidenta del Congreso,
Ana Pastor, le llamara al orden. Todos los diputados de Esquerra acompañaron al
diputado de su formación expulsado en su salida del hemiciclo. Pastor ha puesto pie en
pared ante la escalada verbal en la Cámara baja, donde Ciudadanos y ERC llevan
días acusándose de golpistas y fascistas. Ciudadanos, ERC y el Gobierno han
sido los actores fundamentales de la fuerte controversia, siempre con la crisis
catalana como telón de fondo.
La denuncia del ministro de Exteriores, Josep Borrell, de que el
diputado de ERC Jordi Salvador le ha escupido cuando abandonaba el hemiciclo
llegará a la Mesa del Congreso. Esta acusación ha sido negada
rotundamente por el grupo republicano que, a pesar de lo ocurrido, expresó su
respeto y apoyo a la presidenta del Congreso. La última vez que fue expulsado
un diputado del hemiciclo fue en 2006 cuando el entonces presidente Manuel
Marín echó al diputado popular Vicente Martínez Pujalte.
Gabriel
Rufián utilizó su pregunta para atacar con dureza a Borrell, al que descalificó
como "una vergüenza" por sus consideraciones en el pasado sobre
antiguos miembros del Gobierno de la Generalitat de Cataluña ahora en la
cárcel, como el exvicepresidente Oriol Junqueras o el exconsejero de Exteriores Raül Romeva. Fue en ese momento cuando el ministro de Exteriores
lamentó que Rufián no debatiera sobre asuntos sólidos, sino que vertiera
"serrín y estiércol". "Es lo único que usted es capaz de
verter", dijo Borrell con una mayoría de los diputados del PSOE levantados
de sus asientos para aplaudir su intervención.
El orden se ha restablecido después de que la presidenta del Congreso
haya expulsado a Rufián por descalificar a Borrell, a quien el diputado catalán
ha calificado como "el ministro más
indigno de la democracia" y "fascista". Su
expulsión no se ha debido a lo que ha dicho, sino a que no ha atendido a los
requerimientos de Pastor de que dejara de hacer aspavientos, puesto en pie,
mientras hablaba el ministro Borrell. Rufián seguía hablando a gritos a pesar
de los avisos de la presidenta del Congreso.
Ana Pastor ha aprovechado el enfrentamiento para dirigirse a los
diputados, visiblemente consternada, para reclamar el fin de los insultos que
proliferan cada vez con más intensidad. Y ha recordado que a ella le
llamaron "institutriz", mención que le pareció "machista",
aunque la presidenta quiso ir al fondo del problema: "Esta es la casa de
la palabra y no se puede utilizar para insultar. ¿Cómo puede ocurrir esto
cuando en teoría esta debiera ser la generación de parlamentarios mejor
preparada y deberían dar ejemplo en el buen uso de la oratoria?", ha
considerado.
Como primera medida, ha ordenado la retirada del diario de sesiones de
las palabras "golpista" y "fascista", que desde el
martes se están cruzando diputados del PP y Ciudadanos con los de ERC.
Sin embargo, el PP, a través de Javier Maroto, ha asegurado que su
partido "no comparte" la decisión de la presidenta del Congreso de
suprimir del diario de sesiones el término "golpista", y ha anunciado
que su grupo parlamentario lo llevará a la Mesa del Congreso para revisarlo.
Fuentes de la presidencia de la Cámara han precisado que la intención de Pastor
es que se retiren del diario de sesiones las expresiones de
"golpista" y "fascista" cuando sean utilizadas como un
insulto hacia algún diputado, pero que se permitirá hacer referencia al
fascismo o a golpes de Estado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha referido este miércoles
a los incidentes ocurridos en la Cámara: "Hoy en el Congreso se han dicho
y hecho cosas terribles. No es la primera vez. Yo mismo he sido objeto de
palabras gruesas y graves insultos hace pocas semanas". Y ha añadido:
"Me gustaría empezar mostrando toda mi solidaridad con el ministro Borrell,
que ha tenido que soportar palabras y gestos inaceptables. Y agradecer a la
presidenta del Congreso sus palabras y su defensa de la moderación".
Sánchez, en un mensaje en su muro de Facebook, se ha disculpado ante los
ciudadanos: "Creo que todos debemos pedir disculpas a la sociedad. Yo,
como presidente del Gobierno y por tanto máximo responsable político de nuestro
país, lo hago. Pido disculpas a la sociedad. Y conmino a sus señorías para que,
si bien lo visto hoy en el Congreso no es la primera vez que sucede, sí sea la
última".
En el hemiciclo también ha habido problemas con los gestos. Un ademán
despectivo del diputado republicano Jordi Salvador, según ERC, ha sido
percibido por Borrell como un escupitajo. Las cámaras registran cómo ese
parlamentario vuelve su cabeza hacia el ministro, según salía del hemiciclo,
pero no se detecta si le escupe o no. A este respecto, en los pasillos, el
ministro ha sido preguntado sobre el incidente y si, en realidad, habría sido
un mero gesto. "No voy a hacer la anatomía del escupitajo, estas cosas no
deberían pasar". "Ana Pastor ha estado muy bien, ha controlado la
situación muy bien", ha señalado Borrell a la salida.
"Convertir la
política en cenagal"
El ministro ha reiterado que las palabras del diputado de ERC no se
deberían utilizar en un debate político, en el que entiende que sí son válidas
las críticas, "pero no el insulto para convertir la política en un
cenagal". Borrell había espetado a Rufián que sus intervenciones se
basaban en lanzar "serrín y estiércol". Para el ministro eso no es
insulto sino "una descripción".
Todos los parlamentarios de ERC, encabezados por su portavoz, Joan
Tardà, han comparecido ante los medios de comunicación para mostrarse unidos
como una piña, mostrar su respeto a la presidenta del Congreso, negar que
hubiera habido escupitajos y denunciar con vehemencia los insultos que ellos
reciben desde "hace muchos meses" cuando les llama
"golpistas". "Ya está bien, ya no podemos más", ha
proclamado el portavoz del grupo republicano. "No estamos a la ofensiva
sino a la defensiva, nos estamos defendiendo", ha explicado Tardà.
El día anterior, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, les llamó
"golpistas". Los republicanos habían avisado de que cada vez que les
dirigiesen ese calificativo, responderían con la descalificación de
"fascista". Y eso es lo que ha ocurrido este miércoles hasta que la
presidenta del Congreso ha dicho que se acabó. Aunque no directamente, también
a Pedro Sánchez se le asimila a los partidos independentistas, tal como hizo en
pasadas semanas el líder del PP, Pablo Casado, que acusó al jefe del Gobierno
de ser "cómplice de los golpistas".
La presidenta de la Cámara ha aprovechado ese clímax y la dureza de esos
momentos para llamar al orden a todos los parlamentarios y recordarles que la
institución se fundamenta en el uso de la palabra como herramienta política. Y
también para advertir, desde el honor de presidir las Cortes, que no volverá a
permitir este tipo de trifulcas, dada la tensión creciente que se palpa en los
debates del Congreso en los últimos meses.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario