domingo, 11 de noviembre de 2018
NACHO ALDAY - RIDÍCULO – 12/11/2018
El ejército francés prepara una gran operación militar para reconquistar centenares zonas en poder de los islamistas. La operación, planificada en colaboración con el ejército israelí, es conocida como Proyecto Zarzas a fin de recuperar el control en decenas de ciudades, empezando por París, donde el Estado y su ley se han difuminado frente a la masiva presencia musulmana y la población de origen francés ha huido o vive atemorizada. Los estrategas prevén que la población musulmana planteará una fuerte resistencia armada.
En una reciente entrevista en la televisión francesa el periodista y estudioso del islam Eric Zenmour declaró, antes de ser interrumpido bruscamente por el presentador, que en Francia el ejército está confinado al ridículo papel de mera vigilancia estática, protección de edificios religiosos, etc. pero el Estado Mayor sabe que es imprescindible lanzar una ofensiva militar en su propio territorio bajo dominio extranjero. Es una situación de guerra civil.
Las perspectivas de radicalización de jóvenes inmigrantes musulmanes de cuarta generación son muy probables. Redes altamente organizadas de militantes islamistas han estado adquiriendo armas de contrabando como fusiles automáticos Kalashnikov y misiles anti tanque que ya han logrado introducir en Francia. Estas armas procederían de Libia después de que el Gobierno francés armara a grupos rebeldes yihadistas durante el derrocamiento del coronel Gadafi.
Algunos misiles podrían ser utilizados para derribar aviones comerciales y es preocupante porque los pilotos de líneas aéreas no están recibimiento adiestramiento de maniobras evasivas ante estos posibles ataques. La Inteligencia francesa ha revelado que las fuerzas de seguridad se preparan para afrontar grandes disturbios civiles protagonizados por inmigrantes.
Estados Unidos decidió combatir al yihadismo en Afganistán para no tener que luchar contra él en Manhattan. Europa escogió el camino contrario, combatirlo en sus propias ciudades.
En realidad, hasta ahora, el único camino que Europa ha escogido es el de la pasividad suicida, obligando a sus ejércitos a un tremendo ridículo.
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