6 de noviembre de 2015
Rajoy aceptará reformar la Constitución la próxima legislatura
EL PAIS - JAVIER CASQUEIRO Madrid 5 NOV 2015 - 23:26 CET
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aceptará que se aborde la reforma de la Constitución de 1978 en la próxima legislatura. El candidato del PP maneja incluso una serie de puntos y cambios muy concretos que está dispuesto a discutir y a acordar en la ponencia que se creará en el Congreso para revisar la Ley Fundamental, pero cuando lo propongan el PSOE o Ciudadanos, tanto si tras el 20-Destán en el Gobierno como en la oposición. El PP no quiere incluir ahora esas modificaciones en su programa electoral, aunque ayer Rajoy prometió durante un acto de campaña en Navarra un cambio constitucional.
Rajoy no lo quiere decir en público, pero tiene todo previsto y a su equipo en el PP preparado para trabajar en una serie de cambios de la Constitución cuando se constituyan las próximas Cortes. Este verano, en agosto, tras el despacho de cortesía con el rey Felipe VI, ya avanzó su disposición a considerar esa reforma constitucional en la próxima legislatura después de que suministro de Justicia, Rafael Catalá, lo comentara en unas declaraciones. Luego, la presión interna y, sobre todo, el complicado escenario de crisis creciente con el desafío independentista catalán, le llevaron a echar el freno. Esa promesa se retiró del primer boceto de discusión del programa electoral.
El presidente del Gobierno ha reiterado en público estos días, tras esos vaivenes, que no cree una prioridad afrontar la reforma constitucional y que el PP no incluirá específicamente esa propuesta en su programa para el 20-D. Pero muchos de sus mensajes, discursos y previsiones se encaminan a estar listos cuando el asunto se plantee.
El líder popular acudió ayer a Pamplona a firmar de nuevo un acuerdo de alianza electoral con Unión del Pueblo Navarro (UPN), como en 2011, y realizó una de las primeras promesas concretas de esta campaña. Rajoy anticipó que el PP votará "a favor de la eliminación de la disposición transitoria cuarta de la Constitución española [que prevé el mecanismo de fusión de esa comunidad a Euskadi si así lo demanda su Parlamento] en el supuesto de que al final haya una reforma constitucional" y si tiene los votos suficientes.
El jefe del Ejecutivo ha escuchado estos días la demanda de actualizar la Constitución en su ronda de contactos en La Moncloa con la mayoría de los líderes de los partidos constitucionalistas con los que se ha entrevistado y con los agentes sociales.
Rajoy sabe de primera mano que esa reforma está en el programa delsocialista Pedro Sánchez y de Albert Rivera, el líder de Ciudadanos. Los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez eIgnacio Fernández Toxo, respectivamente, le reclamaron el miércoles una solución política al reto catalán con una ponencia para la reforma constitucional en las nuevas Cortes y Rajoy les respondió que le parecía una idea "sensata" y "necesaria".
Ese mismo miércoles, por la mañana, Rajoy asistió a un foro de El Mundo en el que explicó los asuntos más claros que él incluiría en esa hipotética reforma, aunque también ironizó sobre los cuatro modelos ideológicos y partidistas tan distintos que ahora evitan el consenso sobre hacia dónde encaminarla. Rajoy resumió esas posiciones en las tesis más radicales y disgregadoras de España de Podemos, IU y los nacionalistas; las recentralizadoras de UPyD o Ciudadanos; la federal e inconcreta del PSOE y la del PP.
Sobre la propuesta del PP para modificar la actual Constitución, sin embargo, no hay ninguna previsión de aportar novedades ni precisiones durante esta campaña electoral.
El propio Rajoy aludió de nuevo este pasado miércoles a cuatro principios básicos que habría que retocar en la norma fundamental de manera muy genérica para no comprometerse en nada. Los enumeró así: fijar en la Constitución el nombre de las autonomías españolas, establecer el compromiso de que las normas emanadas de la Unión Europea afectan a España, aclarar el método de la sucesión de la Corona para que no haya prevalencia del varón y el asunto territorial.
En el PP, sin embargo, llevan estudiando desde hace meses las posibilidades a las que se podrían sumar cuando se discuta esa revisión constitucional en la próxima legislatura. Rajoy y su equipo son conscientes de que el PP no podrá repetir ni en el mejor de los escenarios electorales del 20-D la mayoría absoluta que le ha llevado a gobernar en solitario en esta legislatura. Incluso si el PP ganara el 20-D con un margen de cinco puntos con respecto al PSOE, como esbozó el sondeo del CIS publicado ayer, tendría que apoyarse en Ciudadanos para gobernar en minoría. Y Sánchez y Rivera quieren revisar la Constitución.
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