6 de agosto de 2015
La Guardia Civil aplica la ‘ley mordaza’ contra un festejo taurino
EL PAIS - J. JIMÉNEZ GÁLVEZ Madrid 6 AGO 2015 - 13:30 CEST217
Los festejos taurinos se han topado con la ley mordaza. El máximo responsable de la Intervención Central de Armas y Explosivos, dependiente de la Dirección General de la Guardia Civil, considera que "puede constituir una infracción grave" el método que se utilizó para acabar con la vida de un toro en las fiestas de San Juan de Coria (Cáceres), de apenas 12.000 habitantes. "Tras hora y media de encierro, el toro Guapetón, en estado de agonía y agotamiento, fue abatido por un festero que le disparó con una escopeta", recoge el documento elaborado por el instituto armado, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Ocurrió en plena vía pública. Rodeados de vecinos. "El uso de un arma en un espectáculo público infringe la Ley de Seguridad Ciudadana", detalla el Partido Animalista (Pacma), que presentó la denuncia.
La Guardia Civil considera que este método de sacrificio puede infringir el artículo 36.12 de la ley mordaza, que regula la utilización de armas reglamentarias. Este punto sanciona el "incumplimiento de la normativa, la carencia de la autorización requeridas o exceder de los límites autorizados" —"así como la omisión, insuficiencia, o falta de eficacia de las medidas de seguridad o precauciones que resulten obligatorias"—. En este sentido, añade la Intervención Central, el espectáculo de Coria puede contravenir dos artículos del Reglamento de Armas: el 146.2, que considera "ilícito, en general, el usar armas en establecimientos públicos y lugares de reunión, concentración, recreo o esparcimiento"; y el 149.1, que fija que "solo podrán llevarse armas reglamentadas en las vías y lugares públicos urbanos si están desmontadas o van dentro de sus cajas o fundas". La anterior Ley de Seguridad Ciudadana, que contemplaba una redacción parecida —pero no semejante—, nunca se utilizó para esto.
"Es terrible el hecho de matar así al toro. Pero, además, es un peligro que se usen armas en la calle. Por ejemplo, pueden rebotar los proyectiles y dar a alguien", señala Laura Duarte, portavoz de Pacma. Un colectivo que califica como "despropósito" una fiesta que "permite desde 2009 que un vecino porte en público un arma, en presencia de la Policía Local y avalado por el Ayuntamiento". Ese año fue el primero en que se prohibió que se acribillase al animal con dardos lanzados con cerbatanas.
El Consistorio se defiende. "Nosotros hemos cumplido perfectamente con todas las normativas. Tenemos, además, un reglamento que regula los festejos", apunta el alcalde de Coria, José Manuel García Ballesteros (PP), que añade que aún no han recibido ninguna notificación de la Guardia Civil sobre la denuncia: "Cuando nos den traslado, haremos todas las alegaciones oportunas".
"Durante el desarrollo del festejo, hay presente un delegado gubernativo (que es un guardia civil), que no ha anotado ninguna incidencia. Por eso nos extraña muchísimo esta valoración. Existe un desconocimiento importante de cómo funciona el asunto", continúa el regidor cacereño, en referencia a unas fiestas, declaradas de Interés Turístico Nacional, que acabaron el pasado junio con un muerto, después de que Guapetón empitonara a un hombre de 43 años, vecino de Moraleja (Cáceres). La cornada, con una trayectoria de 30 centímetros, le atravesó el abdomen.
La Intervención Central de Armas y Explosivos, tras "el estudio de los hechos" y considerar que puede existir una infracción grave, ha trasladado la denuncia de Pacma a la Delegación del Gobierno de Extremadura. Le corresponde a esta, según el documento del Instituto Armado, resolver los expedientes sancionadores graves, que contemplan multas de hasta 30.000 euros.
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