18 de agosto de 2015
España se queda sola en la defensa de la frontera turca con Siria
EL PAIS - MIGUEL GONZÁLEZ Madrid 17 AGO 2015 - 21:38 CEST
España ha recibido “con sorpresa” la decisión de EE UU y Alemania de retirar sus misiles Patriot de Turquía, de la que no había sido informada, según fuentes gubernamentales. España es, con los dos citados países, el único socio de la OTAN que participa actualmente en la defensa de Turquía ante un eventual ataque con misiles desde Siria. Un portavoz de Defensa aseguró que España tomará una decisión “tras consultar con los aliados”.
El Ejército español tiene desplegada una batería de misiles MIM-104C, con seis lanzadores, en las proximidades del aeropuerto de Adana, a unos 100 kilómetros de la frontera con Siria. El contingente español lo forman un total de 155 militares procedentes del Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74, con base en San Roque (Cádiz).
La misión se inició en enero de 2015 con una duración prevista de un año, pero España ya se ha mostrado dispuesta a prorrogarla hasta 2017. Los expertos consideran inviable que España siga sola si se retiran los otros socios. De hecho, la batería española se reparte zonas de responsabilidad con las dos baterías alemanas desplegadas en la localidad de Kahramanmaras y las dos estadounidenses en Gaziantep, todas bajo dirección del mando de la OTAN en Ramstein (Alemania).
“Estamos a la espera de mantener consultas con nuestros aliados antes de tomar una decisión”, se limitó a declarar este lunes un portavoz del Ministerio de Defensa. En circunstancias normales, EE UU y Alemania, cuyos Patriot llevan más de dos años en la frontera turca, fueran sustituidos por otros aliados, como España hizo con Holanda. A nadie se le escapa la dificultad de buscar sustitutos con tan poca antelación para cuatro de las cinco baterías.
Aunque el Gobierno español no quiso hacer comentarios, el hecho de que Washington y Berlín anunciaran su retirada de manera casi simultánea hacía pensar que se trataba de una decisión coordinada, que respondía a razones políticas más que militares y de la que Madrid fue excluida, pues no recibió ninguna información previa por canales bilaterales ni multilaterales.
El despliegue en Turquía de la batería de Patriot adquirida en 2004 obligó a comprar a Alemania en diciembre pasado otro sistema de segunda mano —con una Central de Control e Intervención (CIC), dos baterías y 40 misiles— por 41 millones.
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