Educación reprueba el asalto al colegio católico y critica la «pretendida lucha antifranquista»
La secretaria de Estado cree que las protestas tienen un «componente político muy importante, a favor del socialismo» y que supone «una vuelta al pasado totalmente fuera de lugar»
ABC - Día 18/10/2012 - 14.05h
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, ha reprobado el asalto al colegio católico Los Salesianos de Mérida, que tuvo lugar este miércoles, y ha criticado que las protestas de estudiantes de estos días se muestren como una «pretendida lucha antifranquista», con un «componente político muy importante, a favor del socialismo» y que supone «una vuelta al pasado» que está «totalmente fuera de lugar» en la sociedad española del año 2012.
En declaraciones a Antena 3 que recoge Europa Press, Gomendio ha manifestado que la participación de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) en la protesta es«algo insólito» pero que «realmente» está fundamentado en unos lemas políticos y que pretende, desde el punto de vista de la educación, «que todo siga como está». «Eso es algo que no nos podemos permitir porque en este momento los datos que tenemos es que el sistema educativo español es un sistema que ha fallado, que ha generado un 26 por ciento de abandono educativo temprano, que esta asociado a un 23 por ciento de 'ni-nis' y que obviamente también tiene unas consecuencias muy importantes de cara al desempleo juvenil», ha precisado la secretaria de Estado.
Gomendio ha explicado que lo que esperan tanto del sindicato de estudiantes como de Ceapa es que «participen de forma más constructiva en este proceso de diálogo en lugar de convocar una huelga tan politizada y tan radicalizada donde las propuestas de mejora del sistema educativo brillen por su ausencia».
«Cifras distorsionadas»
En cuanto a que los padres de muestren preocupados porque sus hijos no puedan dar clase debido a las bajas de algunos profesores, Gomendio ha declarado que «entiende» que las familias estén preocupadas dada la «difícil situación de crisis». «Es verdad que ha habido una rebaja salarial a los profesores, además de una petición de más horas de clase pero el resto de cifras que se están barajando están totalmente distorsionadas y no son ciertas», ha apostillado.
En este sentido, considera que el problema en el ámbito educativo en este momento «no es un problema de recursos sino un problema de reglas de juego». Así, ha apuntado que la cuestión es que ha habido un sistema educativo «muy rígido que no ha atendido a la diversidad de necesidades y de aspiraciones de los estudiantes y que ha llevado a que uno de cada cuatro estudiantes estén totalmente abandonados por el sistema educativo y por lo tanto tengan que afrontar un futuro en el que no vana a poder tener acceso a empleos de mínima cualificación».
Respecto a las palabras pronunciadas este miércoles por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en las que hacia referencia a que una mayor inversión por parte de los poderes públicos en educación no es sinónimo de mejoría en los resultados académicos, por lo que, según esta reflexión, demuestra que «se pueden hacer más recortes», Gomendio ha matizado que Wert se refería a una cita literal de «un reconocido un experto en economía de la educación».
El Psoe: la huelga es «una voz de alarma»
Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha reparado hoy en el «hecho inédito» de que padres y madres de alumnos se sumen hoy a las movilizaciones para lanzar «una voz de alarma» contra la política educativa del PP, que, ha dicho, busca ahondar en las «desigualdades» sociales, informa Efe.
Antes de reunirse con colectivos sociales en Vigo, Valenciano ha destacado en rueda de prensa que la incorporación de los padres de alumnos a las protestas demuestran «hasta qué punto es profundo el rechazo» de la comunidad educativa hacia la política educativa del Gobierno.
Ha hecho hincapié en que la educación es «es el instrumento para la igualdad de oportunidades más importante» que existe y sin embargo el Ejecutivo de Mariano Rajoy «lo está convirtiendo en un instrumento clarísimo de desigualdad».
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