13 de octubre de 2012
Entre la integración y la polémica
INÉS P. CHÁVARRI San Sebastián 13 OCT 2012 - 00:33 CET41
Inmigración, crisis, recortes, escasez y elecciones pueden constituir un cóctel potencialmente conflictivo por la cada vez mayor tendencia al empleo de mensajes populistas, algunos de marcado carácter xenófobo. Euskadi, con 144.500 extranjeros empadronados, un 6,6% de su población, frente 12,2% del total de España, no destaca ni como la comunidad más solidaria, ni todo lo contrario. “No somos unos virtuosos respecto a la inmigración, es decir, no somos supertolerantes, pero tampoco mostramos una actitud reacia. Simplemente aprobamos en tolerancia”, describe Gorka Moreno, coordinador de Ikuspegi, el Observatorio Vasco de la Inmigración.
Este organismo destaca como principal reto de la política a medio y largo plazo fomentar la integración de los inmigrantes tomando como pilares fundamentales el empleo y la educación.
Son dos parámetros que en menor o mayor medida recogen los programas de los principales partidos que concurren a las elecciones del 21-O. Baterías de propuestas, aliñadas con la polémica de la atención sanitaria a los sin papeles, la ligazón que algunos quieren ver entre fraude en las ayudas sociales e inmigrantes o las reivindicaciones soberanistas en materia de inmigración.
“En esta legislatura hemos vivido un cambio de los flujos migratorios”, recuerda Moreno como punto de partida para la articulación de cualquier política. La propia crisis ha supuesto un frenazo en la llegada de inmigrantes, lo que supone un escenario de personas extranjeras ya asentadas y con cierta estabilidad social y económica. Así, los siguientes pasos consisten en ahondar en la clave de la integración, subraya. Es una línea abierta por el Ejecutivo de Patxi López con la puesta en marcha del Plan de Inmigración y el Pacto Social por la Inmigración, pilar estrella de aquel. La iniciativa ha conseguido reunir a múltiples agentes en el debate y definir el camino a seguir, un proyecto que fue presentado el pasado junio en el Parlamento por la consejera de Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta.
En Euskadi hasta la fecha no se ha vivido una campaña como la que capitalizó en Cataluña Josep Anglada y su Plataforma x Catalunya, con panfletos contrarios a la inmigración, los musulmanes y otros colectivos. No hay hueco en Euskadi para una formación de dichas características, entre otras cosas porque “ha habido un menor impacto de la crisis, y además las reacciones en este sentido han sido menores de lo que se podría esperar”, apunta Moreno.
El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, levantó la polémica el pasado mayo con su mensaje de la sanidad “primero para los de casa”, términos similares a los que su grupo empleó en el Ayuntamiento de Bilbao a cuenta de una iniciativa de pisos municipales.
“Defendemos una inmigración legal y ordenada, vinculada al empleo y las oportunidades que podamos ofrecer”, explica el programa electoral del PP, al tiempo que promete esfuerzos para luchar contra los flujos migratorios irregulares, que convierten a los extranjeros en esta situación en “objeto de mafias y marginación social”. El texto defiende además cumplir la normativa estatal “en relación a los criterios de obtención de la tarjeta sanitaria”.
El Gobierno de López ha protagonizado en los últimos meses una ofensiva contra los recortes impulsados por el Ejecutivo, entre ellos, la retirada de la tarjeta sanitaria a los sin papeles. Una pelea que en Euskadi sólo ha encontrado rechazo en el PP, mientras el resto de formaciones se han manifestado a favor de seguir prestando con total normalidad a los inmigrantes irregulares la atención que necesiten.
“Las personas inmigrantes son parte integrante y activa de nuestro país y representan una aportación de riqueza cultural y económica”, reza el programa del PNV, para a continuación precisar un buen número de iniciativas. Entre ellas, un aportado dedicado exclusivamente a la mujer y otro al impulso y fomento del empleo y contra la explotación laboral, además de proponer la actividad deportiva como vehículo de integración. También el PSE ahonda en su texto en la necesidad de brindar al colectivo las herramientas necesarias para su total integración y acceso a los servicios básicos comunes: “sanidad, educación, vivienda, empleo y servicios sociales”, así como la lucha contra la intolerancia y la xenofobia.
EH Bildu recoge en su programa las principales máximas con las que articula su política respecto a la inmigración, entre otras, “todos los derechos para todas las personas”, el impulso de mecanismos para “cohesionar la diversidad” o “establecer mecanismos para fusionar “los derechos de las personas que llegan a Euskal Herria con los derechos que Euskal Herria tiene como pueblo”.
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