7 de marzo de 2012

Gallardón provoca una viva polémica con su concepto del porqué del aborto

SESIÓN DE CONTROL

Gallardón provoca una viva polémica con su concepto del porqué del aborto

Gallardón denuncia una "violencia de género estructural" contra la mujer que la obliga a abortar

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, esta mañana durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. / ULY MARTÍN
No fue una improvisación sino una declaración explícita sobre el porqué las mujeres abortan. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha provocado un auténtico incendio fuera y dentro del Parlamento al afirmar que las mujeres se ven sometidas “en muchas ocasiones” a una "violencia de género estructural por el mero hecho del embarazo”. Así lo ha dicho a la pregunta de la diputada socialista, Ángeles Álvarez, preocupada por el sentido del cambio que quiere hacer en la actual ley del aborto. “El legislador no debe ser indiferente a la situación de muchas mujeres que ven violentado su derecho a ser madres por la presión que ejercen a su alrededor determinadas estructuras”. Los murmullos de los bancos de la izquierda subían de intensidad, mientras que la bancada del PP le aplaudía con fuerza. Los temores de que el Gobierno quiere dejar en papel mojado la legislación actual del aborto en España se confirman para la izquierda parlamentaria. El nuevo borrador estará en el otoño.

ENCUESTA

¿Ves, como asegura Gallardón, una violencia de género estructural que lleve a las mujeres a abortar?

  •  
  •  
  •  
El debate que suscitó Gallardón en el pleno del Congreso siguió en los pasillos y llegó muy pronto a las asociaciones de mujeres, a los sindicatos y a las redes sociales. Todo el discurso del ministro, leído en un cuaderno, se dirige a señalar como causa de los abortos, “en muchos casos” a la falta de atención, ayuda e información que tienen las mujeres. Con una red asistencial adecuada no renunciarían a la maternidad. Esta concepción no es compartida en absoluto por la diputada interpelante, Ángeles Álvarez, tampoco por la ponente de la ley ahora en vigor, la socialista Carmen Montón, y las mujeres de la izquierda en el Parlamento. La discrepancia radical con el ministro procede de que para las personas a favor del aborto este es un derecho inalienable de las mujeres, al margen de consideraciones socioeconómicas.
Las diputadas de la izquierda tienen previsto preguntar al ministro permanentemente sobre sus planes de cambio para esta ley por el temor de que vaya mucho más allá de exigir que las menores entre 16 y 18 años puedan abortar sin conocimiento de los padres. De ahí el enunciado de la pregunta de Álvarez que ha dado lugar a la tremenda polémica.
"¿Piensa el Gobierno recortar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres?". A la pregunta, el ministro respondió que "no solamente" no los va a recortar sino que va a aumentar la protección del derecho reproductivo "por excelencia", que es “la maternidad”. "A mi juicio es insuficiente una legislación que se limita a proteger el no nacido mediante la tipificación penal del aborto y que no preste atención a la situación de la mujer que debe estar protegida", ha afirmado. El ministro seguía leyendo, y los diputados del ala izquierda, empezaron a mirarse unos a otros. “Ninguna mujer debería verse obligada a renunciar a la maternidad por un conflicto familiar, laboral o social. "Esos son los principios rectores", ha dicho el ministro. El acompañamiento a las mujeres para que no aborten, con “promoción de la inserción laboral, formación, garantías de conciliación de la vida laboral…" provocó murmullos que no pararon hasta el final del parlamento leído por el titular de Justicia. Las Administraciones van a estar muy cerca “de las menores de edad, de las inmigrantes, de las discapacitadas…”

#violenciaestructural

Apenas una hora después de que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, haya hablado, de "violencia de género estructural" en el Congreso como motivación fundamental de la futura reforma de la Ley del Aborto, el término #violenciaestructuralya era trending topic en la red social Twitter. Al poco, se ha colocado a la cabeza de los temas de conversación más populares.
Con esa etiqueta, se incluyen ejemplos sarcásticos aportados por los usuarios de Twitter haciendo mofa del término acuñado por el ministro. 
La respuesta del ministro, con una fundamentación muy elaborada, alarmó mucho más de lo que tenían previsto a los diputados que apoyaron la actual ley del aborto. La diputada interpelante le pidió que no tocara la ley actual hasta que el Tribunal Constitucional no resolviera el recurso que el PP presentó. “Ustedes la quieren cambiar porque saben que van a perder ese recurso”, aventuró la diputada socialista. “Ese pronunciamiento favorable iría en contra de los sectores fundamentalistas con los que ustedes están comprometidos, siempre ajenos a los derechos de las mujeres”. No olvidó la diputada recalcar que el 90% de las jóvenes entre 16 y 18 que abortan “tienen confianza con sus padres” y están acompañadas en ese trance. “Sólo una minoría que sufre violencia” no puede hacer partícipes a sus progenitores de esa decisión. Pero esta referencia a lo que en principio parecía que iba a ser el meollo de la respuesta, quedó muy relegado ante las reflexiones del ministro.

"La maternidad se protege de otra forma"

C. MORÁN
“Desde 1993 que llevo en la clínica Isadora me bastan 10 dedos para contar las situaciones de ese tipo que se han dado. Gallardón sabrá que en las clínicas hay una consulta psicológica previa antes de abortar y que ahí se determina si una mujer se somete a esa intervención libremente o coaccionada. Es fácil detectarlo. El ministro o no conoce la problemática o directamente miente”, asegura Empar Pineda, responsable de la clínica madrileña de abortos que menciona. “La maternidad se protege de otra forma, concediendo los recursos necesarios y sostenidos en el tiempo para poder afrontar la crianza”, ha añadido.
“Los casos en que la mujer va coaccionada a abortar son anecdóticos. Las mujeres evalúan las circunstancias que las llevan a interrumpir su embarazo, que unas veces serán económicas, otras por razones de salud y algunas por conflictos familiares que ellas resuelven como mejor saben, pero de ahí a decir que se ven obligadas a abortar. Todas valoran. Algunas van a la clínica y luego se vuelven, pero es porque tienen dudas, decidir si se quiere tener un hijo o no no es una decisión sencilla”, dice Francisca García, vicepresidente de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo, Acai. “Que se dé algún caso de coacción, que detectaríamos, no justifica una reforma que, tal cual está planteada será para peor. Todos los informes internacionales coinciden en que la mujer abortará si así lo ha decidido y penalizarlas por ello no es la solución. Lo que debe hacer un Gobierno es facilitarles esa intervención en las mejores condiciones posibles. Y luego proteger la maternidad si quiere, que eso es otra cosa, no hay por qué hablar de ello como contraposición, son cosas paralelas”, añade.
“Se ha metido en un jardín y de forma demagógica, utilizando la violencia de género. Las mujeres no somos menores de edad, somos libres para decidir sobre nuestro cuerpo y eso es lo que tienen que garantizar. Además, si una mujer está coaccionada lo puede estar para abortar o para tener el hijo, porque ambos casos se han dado, sobre todo en ámbitos conservadores, en los que se les incitaba a abortar para que no cayeran en la deshonra. Está claro que Gallardón no domina el asunto, no se puede enmascarar este asunto con la casuística, que puede ser variada y mucho menos mezclarlo con la violencia de género. Hay decenas de asesinatos al año y no le he oído decir que les vaya a mejorar la protección, sin embargo se acuerda de eso para el asunto del aborto…”, lamenta Consuelo Abril, de la Coordinadora de Organizaciones por la Participación y por la Igualdad, Compi.

No hay comentarios: