19 de marzo de 2012
Los Reyes se vuelcan en Latinoamérica
Los Reyes se vuelcan en Latinoamérica
El Rey irá a Brasil y Chile, la Reina a Bolivia y el Príncipe a la República Dominicana para asegurar el éxito de la Cumbre Iberoamericana en Cádiz
El próximo día 29 el Rey inaugurará la Plaza de España de Mostar, en homenaje a los soldados españoles que dieron la vida en Bosnia-Herzegovina durante 18 años de misión de paz (1992-2010). La coincidencia del viaje con la huelga general contra la reforma laboral ha suscitado dudas sobre su oportunidad pero, tras consultar con el Gobierno, se ha decidido mantenerlo. Fuentes de La Zarzuela argumentan que la agenda del jefe del Estado no debe verse alterada por el ejercicio de un derecho legítimo, como el de huelga, por una parte más o menos amplia de la sociedad. En todo caso, la visita del Rey a Bosnia (como alguna otra del Príncipe a las tropas) no supone sino el arranque de una intensa agenda internacional con la que la Casa del Rey intenta recuperar su pulso habitual, una vez superados los problemas de salud de don Juan Carlos y encauzados los litigios judiciales de su yerno.
La prioridad inmediata es América Latina. Tras el fiasco de la Cumbre Iberoamericana de Asunción (Paraguay) en otoño pasado, a la que dieron plantón la mitad de los mandatarios invitados, todos los esfuerzos se dirigen a garantizar el éxito de la cumbre del 16 y 17 de noviembre en Cádiz, con motivo del 200 aniversario de la Constitución de 1812, que se conmemora justo hoy. Los dos presidentes iberoamericanos que han pasado por Madrid desde que Rajoy se instaló en La Moncloa, el peruano Ollanta Humala y el ecuatoriano Rafael Correa, han comprometido su presencia en Cádiz. Y lo mismo han hecho algunos otros líderes, como la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, a través de sus cancilleres. Pero eso no basta.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, anunció que el Rey, la Reina, los Príncipes, el presidente Rajoy y él mismo visitarían todos los países iberoamericanos antes de noviembre. Quizá no sean todos, pero casi. Don Felipe hizo una gira en enero por Nicaragua, Guatemala y Honduras y volverá el 15 de agosto a la toma de posesión del nuevo presidente de la República Dominicana, y es posible que el viaje se extienda a Haití, en cuya reconstrucción se ha volcado la cooperación española. También la ayuda al desarrollo será el eje de la visita que la Reina hará en octubre a Bolivia.
El Rey acudirá en junio a Chile para la firma del tratado de la Alianza del Pacífico y hará una visita a Brasil. Conseguir que Dilma Rousseff esté en Cádiz y que contribuya activamente a su éxito no será tarea fácil, pues la nueva potencia regional nunca ha sido entusiasta del foro iberoamericano, donde juega un papel secundario. Por eso no se escatimarán esfuerzos. El propio Rajoy irá en junio a Río de Janeiro, para la cumbre Río+20 de la ONU sobre desarrollo sostenible, y planea desplazarse también a São Paulo, la gran metrópoli sudamericana, tras participar en la localidad mexicana de Los Cabos (Baja California) en su primera cumbre del G-20, el 17 y 18 de junio.
El 18 de abril, Mariano Rajoy asistirá como invitado al foro económico mundial en Puerto Vallarta (México), visitará México D. F. y, de regreso a España, hará una escala en Bogotá (Colombia), para reunirse con el presidente, José Manuel Santos. El próximo día 27, en Seúl (Corea del Sur), donde acudirá a la cumbre de seguridad nuclear, se reunirá con el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Cuba no figura en la agenda de visitas, pese a que el Partido Popular ha dado un giro a la política que mantuvo en la oposición respecto al régimen castrista. Margallo subraya ahora que los países iberoamericanos forman una familia y hay que mantener buenas relaciones con todos, al margen de la mayor o menor simpatía que inspire su régimen político. Lo mismo cabe decir de Venezuela, pendiente de la evolución de la grave enfermedad de su principal mandatario, Hugo Chávez.
Las elecciones presidenciales venezolanas son el 7 de octubre, por lo que, cualquiera que sea el vencedor, Chávez estará en funciones durante la cita de Cádiz. Lo mismo sucederá con México, que celebra elecciones el 1 de julio. Los organizadores invitarán a la cumbre iberoamericana tanto al presidente en funciones como al electo.
Otro caso es Argentina. La tensión entre el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la petrolera Repsol-YPF, a la que se acusa de falta de inversiones y de desabastecimiento, llevaron a intervenir al propio Rey para frenar la amenaza de expropiación. A esta gestión discreta se refería Margallo cuando dijo que don Juan Carlos “saca las castañas del fuego” a la diplomacia española sin que muchas veces trascienda. De momento, las espadas se mantienen en alto —con la retirada de la concesión de cuatro yacimientos en dos provincias patagónicas—, lo que ha impedido fijar una visita de alto nivel. Madrid sabe, no obstante, que excluir a Buenos Aires de las giras iberoamericanas podría ser interpretado como un desplante y agravar la crisis.
Consciente del creciente peso de la comunidad hispana en EE UU, ya se prepara un viaje del Príncipe a Washington. Rajoy, que se encontrará con Obama en Seúl, tendrá ocasión de reunirse con él el 20 de mayo en Chicago, con motivo de la cumbre de la OTAN, y La Moncloa gestiona ya una cita en la Casa Blanca, quizá cuando en septiembre acuda a Nueva York para estrenarse en la Asamblea General de la ONU.
La ofensiva diplomática de la Casa del Rey no se agota en América. Los Reyes tienen previsto viajar en otoño a la India y la Reina podría realizar también este año un viaje a Filipinas.
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