27 de marzo de 2012
España se propone liderar los procesos de transición del norte de África
EXTERIORES | Viaje de Margallo a Túnez
Vídeo: Efe | Foto: Reuters
Recién aterrizado en Túnez, José Manuel García Margallo, se ha sentido "como en los años mozos". El ministro de Asuntos Exteriores, de 67 años, un protagonista activo de la Transición española, ha rememorado la "sopa de letras" que fue el proceso español de hace casi 40 años en su primer viaje oficial al país que inició la primavera árabe.
"Este es el principio de una gran amistad", ha señalado Margallo parafraseando la película Casabanca. El ministro se ha mostrado muy entusiasta sobre la transición tunecina, que comenzó en serio hace cinco meses tras la formación de la Asamblea Constituyente que tiene prevista redactar la nueva Constitución este otoño. Una troika formada porEnnahda, los islamistas moderados, y dos partidos de centro izquierda y de izquierda, gobierna ahora en el pequeño país pionero de las revoluciones árabes que comenzaron a finales de 2010. La principal preocupación de Occidente es el peso que los islamistas pueden recuperar en la hasta ahora la moderna y abierta sociedad tunecina.
Margallo está convencido, sin embargo, de que la nueva Constitución garantizará la "libertad religiosa, la libertad para profesar cualquier religión, los derechos de las minorías y de las mujeres". Esta será además, "un ejemplo para todos los pueblos de la región".
La gran duda en estos momentos es si la Carta Fundamental de los tunecinos proclamará la sharía, la ley islámica, como fuente del derecho. En estos momentos no lo es. El Islam es la religión del Estado y el árabe su lengua (artículo 1), y así seguirá siéndolo en el futuro, ha corroborado junto a Margallo su homólogo tunecino, Rafik bin Abdessalem.
"España quiere jugar un papel de liderazgo con los aliados europeos y de EEUU para apoyar las transiciones en el mundo árabe", ha insistido Margallo, para quien España sabe muy bien lo importante que es esa ayuda: la tuvimos los españoles de las principales fundaciones políticas alemanas en los años 70.
Así, España va a presionar en Bruselas para que las perspectivas financieras 2014-2020 incluyan ayudas a la ribera sur del Mediterráneo. Las opciones son limitadas: la transición tunecina tiene que salir bien "para convertirse en modelo de toda la región". De lo contrario, el escenario que baraja España es el de una frontera mediterránea que efectivamente comenzaría en el Sahel.
Mañana, Margallo se entrevistará con el presidente, el izquierdistaMoncef Marzouki, y con el primer ministro, el islamista Hamadi Jebali, el verdadero hombre fuerte del país.
De la importancia que Margallo da a este viaje dan fe los 26 periodistas que lo acompañan. Según el ministro, Marruecos (donde estuvo Mariano Rajoy en enero) y Argelia (donde estuvo él junto a José Manuel Soriaen febrero) son destinos obligados, pero el trabajo en serio ha comenzado aquí en Túnez. Le seguirán Egipto y Libia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario