23 de julio de 2019

CONSIDERACIONES

P E R I S C O P I O

Blog Contra-Revolucionario

lunes, 22 de julio de 2019


CONSIDERACIONES – 23/07/2019

Toda la naturaleza nos habla de Dios y de la ley moral que estableció para el hombre. Esta es una verdad bien conocida, pero a partir de la cual normalmente solo se realizan aplicaciones unilaterales. La influencia del sentimentalismo nos lleva a omitir los aspectos de la naturaleza que instruyen al hombre sobre la belleza del coraje, la audacia y los predicados que debe tener la lucha cuando se desenvuelve contra el mal. Es un deber sublime.

Este halcón, que desciende majestuosamente sobre un conejo que huye aterrorizado, nos hace sentir la fuerte y noble belleza de la lucha, por ser un símbolo admirable de las virtudes del guerrero: calma, fuerza, agilidad y precisión. Se mueve en el aire con un equilibrio, con tal naturalidad, que parecería que la ley de la gravedad no existiese. Su velocidad es proporcional a la del conejo que va a ser atrapado. Sus poderosas garras ya están abiertas, su pico también, pero desde la altura el ataque mantiene una superioridad admirablemente simbolizada por las nobles alas abiertas en un vuelo que se diría idealmente sereno.

Un sentimental preguntaría ¿será lícito que el halcón ataque a un pobre conejito? Es por la voluntad de Dios que los animales se comen unos a otros y que los halcones comen conejos. No se debería ver un animal que devora a otro como si se viese a un antropófago.

Dios, que manda a los hombres amarse unos a otros, puso animales en este valle de lágrimas y nos permite comerlos. Con esto nos enseña que somos inconmensurablemente más que simples animales.Él, que no es igualitario, nos da una gran lección.

Si nos fijamos en la frente baja y aplastada de un buitre, la posición orgullosa de la cabeza, la mirada fría y desalmada, la boca desdeñosa, el pico curvo y agresivo, su movilidad terrible que parece hecha para atacar, todo produce horror. Horror del mal moral, que nos aparta de Dios. Y el liberalismo nos impide dar la debida atención a los aspectos de la naturaleza que nos recuerdan la propia noción del mal. Así, al considerar la naturaleza, se aprende a no ser sentimental y a no ser liberal.

No es que los animales sean capaces de vicios o virtudes, ni siquiera que pueda haber algún principio bueno o malo que trascienda su naturaleza de meros animales. La serpiente, por ejemplo, es una criatura de Dios absolutamente tan buena como el cordero. Y, sin embargo, la primera, por una serie de ricas analogías, por su falsedad, nocividad para el hombre, marcha progresiva y poder de seducción, se usa como un símbolo apropiado de la maldad, incluso a través de ella el demonio habló a Eva. Y el cordero, también por una serie de analogías, por su ligereza, mansedumbre e inocencia, se considera un símbolo apropiado de nuestro Señor Jesucristo y del cristiano. Los animales, todos igualmente buenos como obras de Dios, nos instruyen sobre el bien y el mal, para que podamos amarlo y odiarlo.

EXTRACTOS DE CONSIDERACIONES DEL PROF. PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA AUTORIA DE NACHO ALDAY, SIN REVISION DEL AUTOR.

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