domingo, 21 de julio de 2019
CALENTAMIENTO – 22/07/2019
El mes pasado 92 científicos italianos lanzaron una petición sobre “calentamiento global hecho por el hombre” a las autoridades de ese país.
Al mismo tiempo que hacen un llamamiento a los líderes políticos para una protección ambiental real contra la contaminación del medio ambiente les piden que sean coherentes con el conocimiento científico.
Esta declaración resulta especialmente oportuna en este momento en que altos cargos políticos y la secta bergogliana vienen intentando imponer una agenda tribalista dañina para la humanidad.
Debemos ser conscientes de que el dióxido de carbono en sí no es un contaminante, por el contrario, es indispensable para la vida en nuestro planeta.
La tesis de calentamiento global antropomórfica promovida por las Naciones Unidas afirma que producirá cambios ambientales tan serios que causarán enormes daños en un futuro inminente, a menos que se adopten medidas drásticas y costosas inmediatamente.
En este sentido, muchas naciones del mundo se han unido a programas para reducir las emisiones de dióxido de carbono y también son presionados por una propaganda implacable para adoptar programas cada vez más exigentes cuya implementación impone grandes cargas a la economía de los Estados. Aseveran que el control climático y por lo tanto la “salvación” del planeta, dependería de ello.
Sin embargo, el origen antropomórfico del calentamiento global es una hipótesis no probada.Por el contrario, la literatura científica ha destacado cada vez más la existencia de una variabilidad climática natural que tal tesis no puede producir. Esto explica una parte sustancial del calentamiento global observado. Por lo tanto, la responsabilidad humana por el cambio climático en el siglo pasado es exagerada injustificadamente y las predicciones catastróficas correspondientes no son realistas.
El catastrofismo de los medios de comunicación afirma que los eventos extremos, como huracanes y ciclones, han aumentado a un ritmo alarmante. Ahora, es científicamente irreal atribuir a los humanos la responsabilidad del calentamiento observado desde el siglo pasado. Por lo tanto, los pronósticos alarmistas no son creíbles porque se basan en teorías cuyos resultados contradicen los datos experimentales. Todas las evidencias sugieren que esas teorías sobrestiman la contribución del hombre y subestiman la variabilidad climática natural, especialmente la inducida por las oscilaciones del sol, la luna y el océano.
En conclusión, dada la importancia crucial de los combustibles fósiles para el suministro de energía, sugieren no adherirse a políticas de reducción desmesurada de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera con el pretexto ilusorio de gobernar el clima.
La Nuova Bussula Quotidiana
NACHO ALDAY
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