El presidente de Irán, Hasan Rohaní, ha asegurado este sábado que la capacidad militar de Irán no se verá afectada por
el acuerdo nuclear al que el país llegó el mes pasado con el Grupo 5+1 (EE UU, Francia, Rusia, China, el Reino Unido y Alemania) y
ha negado, por tanto, que el pacto sea una signo de debilidad, como le reprochan los más críticos. "Haremos lo que necesitemos hacer para defender nuestro país, ya sea con misiles u otros métodos", ha dicho en una conferencia de prensa concedida este sábado con ocasión del comienzo del tercer año de su mandato.
Rohaní ha aprovechado la rueda de prensa para desafiar al Parlamento, dominado por los conservadores, que intentan sabotear el pacto nuclear sometiéndolo a su ratificación, ya que están opuestos a las concesiones nucleares del Ejecutivo. “Según la Constitución, solo los pactos firmados por el presidente o su representante necesitan la aprobación del Parlamento, mientras que ni yo ni el representante de la presidencia hemos firmado el Plan Integral de Acción conjunta, ha señalado Rohaní. El mandatario ha considerado el acuerdo nuclear como “la implementación voluntaria del Protocolo Adicional y del Tratado de Salvaguardas” y ha advertido de que su aprobación en el Parlamento convertirá su naturaleza voluntaria en una obligación para el Ejecutivo.
Tras el acuerdo nuclear, Rohaní se ha enfocado en las elecciones parlamentarias del próximo febrero, después de que hace dos semanas cuestionara la competencia del Consejo de Guardianes, que se encarga de aprobar la aptitud de los candidatos. “Nosotros necesitamos celebrar unas elecciones parlamentarias con la participación de todos los grupos políticos”, explicó el presidente iraní. Y agregó: “No queremos pelear con ningún órgano”, en referencia tácita a esta instancia ultraconservadora.
“El Consejo de Guardianes es un órgano supervisor y no ejecutivo. El Gobierno es el ejecutor de las elecciones, no se debe confundir la supervisión con ejecución, hay que prestar atención a la Constitución”, señaló Rohaní. “No tenemos ningún órgano para desautorizar la candidatura de las personas aptas de diferentes grupos políticos (...) Nadie puede desautorizar por completo a un grupo político legal”, continuó.
Según el artículo 99 de la Constitución iraní, el Consejo de Guardianes tiene que supervisar las elecciones, pero desde hace casi dos décadas, este consejo considera la autorización de la aptitud de los candidatos como una parte inherente de su supervisión, lo que ha ocasionado en diferentes ocasiones la descalificación de muchos actores políticos que su perfil no coincidía con los criterios de este órgano conservador.
Las declaraciones del mandatario iraní han desatado las críticas de los sectores más conservadores, que las consideraron como el intento del Ejecutivo para asumir una nueva parcela del poder y así tener las manos más abiertas para emprender reformas económicas, sociales y culturales.
En respuesta a una pregunta sobre el futuro de Mir Hossein Musavi y Mehdi Karrubi, los líderes del movimiento verde que inundó de protestas las calles en 2009 y que ahora están en arresto domiciliario, Rohaní ha explicado que “una dificultad no debe convertirse en un problema permanente del país, que la soberanía de un sistema depende de su capacidad en solucionar sus problemas lo antes posible”. Para el mandatario iraní, este problema es un escollo difícil de salvar ya que "no depende del Gobierno", si bien apuntó, sin más explicaciones, que su Ejecutivo estaba haciendo "ciertos preparativos" para resolverlo.
Rohaní para tranquilizar a los sectores conservadores que ve
n la apertura de la economía del país como una oportunidad de Occidente para ampliar su dominio en Irán, ha apuntado: "Nosotros damos la bienvenida a las inversiones con el fin de generar empleos y para transferir tecnología pero después del levantamiento de sanciones, Irán no será un mercado de 80 millones de consumidores para los productos extranjeros”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario