8 de enero de 2015
Pablo Iglesias o el mentecato ilustrado
8 Ene 2015 - 10:26 pm
ESPAÑA
'Como me cuesta trabajo creer que Iglesias y sus amigos forman parte de una casta corrupta, me inclino a pensar que lo que hay que imputarles no es un delito de fraude o peculado, sino un alto grado de corresponsabilidad en el hundimiento de Venezuela.'
Calma. No hay agravio. La etimología de mentecato es transparente. Quiere decir "mente captada o capturada". Me refiero a eso. Iglesias es un joven político y politólogo español, chavista, que hoy tiene un sorprendente apoyo electoral en su país.
Pablo Iglesias, sin duda, es un mentecato ilustrado. Seguramente tiene un cociente de inteligencia altísimo. Como el genial Mussolini, que alcanzaba un puntaje de 175. El problema radica en qué ideas han capturado tan prodigiosa mente. Las grandes cabezas pueden estar pobladas de disparates que, cuando se mezclan con una actitud arrogante, devienen en la terca insistencia en el error, en la negación de la realidad y en el desprecio por los cerebritos de a pie. Suele ocurrir. Las malas ideas, cuando se enquistan en neuronas privilegiadas, son más dañinas.
¿Cuáles son las ideas madre —hay ideas madre como hay células madre— instaladas en la descomunal sesera del profesor Iglesias que no le permiten observar la realidad con ecuanimidad?
Son varias. La primera tiene que ver con la desmesurada fe en su propia capacidad intelectual. Pablo Iglesias no conoce la duda. Predica ex cátedra. Él y su tribu creen saber cuánto deben ganar las personas, que precio justo deben tener las cosas y los servicios, cómo pueden funcionar las empresas, qué deben producir para servir a la sociedad, qué se debe poseer para alcanzar una vida feliz y digna, y en qué punto el patrimonio acumulado se convierte en una injusticia que hay que cercenar de un certero tajo fiscal. Prodigioso.
La segunda es también una cuestión de fe. Pablo Iglesias cree fervientemente en el Estado-empresario que elabora alimentos, asigna electricidad y comunicaciones, maneja el crédito y gestiona los ahorros.
Cree en el Estado redistribuidor de riquezas que extiende una pensión a todas las personas por el mero hecho de vivir en el país (650 euros). Cree en el Estado planificador que todo lo sabe, que conoce el presente como la palma de la mano y es capaz de prever el futuro. Cree en el Estado que castiga implacablemente (ama la guillotina de la Revolución Francesa).
Cree que la riqueza se logra trabajando menos —35 horas a la semana— y por un periodo más breve (60 años). Cree, en suma, que la prosperidad se logra gastando, no ahorrando e invirtiendo, como ha hecho la tonta especie humana durante miles de años. Maravilloso.
Pero lo interesante es que Pablo Iglesias ya ha puesto a prueba sus ideas madre, precisamente en Venezuela, donde él y su grupo fueron contratados para encauzar de diversas maneras el "proceso revolucionario", algo que hicieron durante 8 años a plena satisfacción de la República Bolivariana —por eso los mantuvieron dentro del presupuesto durante tanto tiempo—, tarea por la que cobraron nada menos que 3.700.000 euros: más de 5.000.000 de dólares.
En ese periodo, de acuerdo con las memorias de la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que era la institución que firmaba los acuerdos y recibía los dineros, Iglesias y sus allegados ayudaron directamente a Chávez a fomentar su revolución desde el despacho presidencial, a Telesur a crear y divulgar su propaganda, al Banco Central de Venezuela a desarrollar su política monetaria, al Ministerio del Interior a manejar sus prisiones (como en la que yace Leopoldo López), al Ministerio de Trabajo a organizar sus pensiones, y al Ministerio de Comunicación a no sé qué función exactamente, aunque algún trabajo pudieron desplegar en el Centro Internacional Miranda, dedicado al adoctrinamiento político comunista, a juzgar por las palabras de Juan Carlos Monedero en su conmovido homenaje a Hugo Chávez, en el que recuerda con tristeza la desaparición del Muro de Berlín, ese monumento al estalinismo.
Es decir, Pablo Iglesias y sus amigos, de acuerdo a los consejos que aportaban a tan amplio espectro gubernamental, en gran medida son responsables del caos venezolano, del desabastecimiento que padece el país, del desorden financiero, del aumento exponencial de la violencia, del horror de las cárceles, de los atropellos a la libertad de expresión, de la falta de inversiones extranjeras, del cierre de miles de empresas, y hasta de la pulverización del Estado de Derecho al proponer, presuntamente, la eliminación de la separación de poderes en los cursillos de formación que les daban a los parlamentarios del mundillo del Socialismo del Siglo XXI.
Naturalmente, Iglesias y sus amigos de CEPS tal vez aleguen que esto no es cierto, que nadie les hizo caso durante los 8 años que asesoraron a los bolivarianos, o que los convenios, realmente, eran una fuente de solidaridad revolucionaria, porque ellos apenas colaboraban, aunque cobraban, pero, en ese caso, incurrirían en un delito semejante al que hoy la justicia española les imputa a socialistas y populares: financiación irregular de actividades políticas con fondos provenientes del sector público.
Como me cuesta trabajo creer que Iglesias y sus amigos forman parte de una casta corrupta, me inclino a pensar que, realmente, lo que hay que imputarles no es un delito de fraude o peculado, sino un alto grado de corresponsabilidad en el hundimiento de Venezuela, precisamente por transmitirles a esos vapuleados ciudadanos las ideas y los conocimientos equivocados.
En todo caso, es muy probable que Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y el resto del grupo, entiendan (como entendía Lenin) que las revoluciones son así: dolorosas, y devastadoras, como corresponde a la necesaria etapa de demolición del pasado burgués, lo que explica la conformidad que muestran con cuanto sucede en Venezuela, postura muy diferente, por cierto, a la del profesor méxico-alemán Heinz Dieterich y a la del pensador norteamericano Noam Chomsky, quienes han denunciado los excesos que convulsionan al país sudamericano.
¿Qué harían Pablo Iglesias, Monedero y sus amigos si tomaran el control de España? A mi juicio, lo mismo que han contribuido a hacer en Venezuela. ¿Por qué? Porque no son unos cínicos racistas que quieren para España algo diferente a lo que aplauden en Venezuela. Quieren lo mismo. Un Estado fuerte presidido por un grupo revolucionario decidido a implantar el reino de la justicia a cualquier costo. Quieren acabar con las estructuras burguesas que acogotan al proletariado, destruir los podridos partidos políticos tradicionales, encarcelar a quienes se opongan a la voluntad del pueblo y silenciar a esos medios de comunicación que solo representan los intereses de los propietarios. Son mentecatos —sus mentes han sido capturadas por el error—, como les sucede a todos los fanáticos, pero no hipócritas. Y son, además, ilustrados. Esto agrava las cosas.
Anónimo - 11 Dic 2014 - 9:25 pm.
Os imaginai que gana... y arregla lo del hambre, lo del choriceo, lo de que yo haya tenido que emigrar porque hacia 5 años que no trabajaba... Imaginaos que esa receta surrealista va y funciona, por un segundo, haced el esfuerzo imaginativo. Entonces ante todos estos comentarios que habría que hacer. Porque yo se que es lo que no funciona, no funciona el sistema de hoy y durante los últimos 10 años concretamente ninguno de los dos partidos que han gobernado me han dado solución... ergo, ahora tengo una opción nueva, sin pasado y bastante interesante... Imaginaos que funciona... sería catastrófico para muchisimos profetas.
Anónimo - 11 Dic 2014 - 8:36 pm.
Ana Isabel Molina
ESPAÑOLA.
Anónimo - 10 Dic 2014 - 11:05 pm.
Lo extraño de éste hombre tan preclaro es que,nadie sale a decir que ha sido compañero de carrera,ha hecho la carrera solo?
Anónimo - 3 Dic 2014 - 8:40 pm.
Sencillamente, genial, Carlos.
Anónimo - 3 Dic 2014 - 11:02 am.
Como español y ciudadano de la Union Europea, solo puedo decir que este personaje oscuro y de ideas casposas más oscuras aun, puede hacer estragos en este pais si saliera elegido. Lo peor de todo no es él sino la catidad de gente que estaría dispuesta a elegirle debido al alto nivel de paro y en consucuencia de malestar social que existe. Esta gente, socialmente no tiene nada que perder y por tanto estaría encantada de que cayera el estado de bienestar capitalista, porque, repito, NO TIENEN NADA QUE PERDER......
Anónimo - 22 Nov 2014 - 9:24 am.
Ahora si me doy cuenta de lo que es un mentecato. Gracias CAM por mostrate como el ejemplo de mentecato perfecto; tu mente ha sido captada por un individualismo insano que nunca ha impulsado desarrollo alguno. Si ha creado riquezas, pero para muy pocos. Y afortunadamente, CAM, el mundo es mucho mas que un puñado de triunfadores. Pero bueno, ya se sabe que CAM es un liberal muy extraño: niega a la mayoria de los ciudadanos del mundo la mas fundamental de las libertades, la de luchar por el decoro. Para CAM, todos los que piensen distinto a el son mentecatos, cuando no imbeciles; solo el tiene la verdad y quien lo contradiga esta ignorando la realidad historica, la cual, segun CAM, ha demostrado el fracaso de esas ideas contra las que tanto ha luchado. Pero sucede, y es aqui donde no se sabe lo que opera (si el cinismo o la locura), que la realidad que expone CAM siempre es una, la de su experiencia. Como se puede apreciar, o CAM es un jodedor, o es un gran mentecato. Por su articulo de hoy, creo que es lo segundo. Pero nunca se sabe.
SENSEMAYA
Anónimo - 21 Nov 2014 - 12:33 pm.
Esto ya no es comentario sino dimequetedire entre dos que se cojen esto para su inquinas personal. A la verda, los cubanos todo lo arreglan a piñazo, no se como van a arreglársela los politicos cuando Cuba sea una democracia. Abajo el comunismo y el odio.
Ignacio Peralta - 21 Nov 2014 - 10:59 am.
Individuo HEREJE33: Como sólo sabemos el uno del otro por lo que defendemos, digamos que sus defendidos, la dictadura castrista, no se caracteriza precisamente por dialogar y aceptar la diversidad de credos e ideologías (¿o me va a decir que es incierto?). Tampoco es muy dada a no aplicar la violencia extrema, verbal y física para hacer valer sus intereses y alcanzar sus objetivos (¿o también me va a decir que es una patraña de los enemigos de la "revolución"?). Tampoco es un ejemplo de integridad ética (ver las nuevas revelaciones sobre los contactos con Videla y el apoyo militar y diplomático a la repugnante dictadura de Corea del Norte). En fin, si juzgamos sus filias políticas y sus afinidades ideológicas digamos que usted no sería un buen vecino.
Anónimo - 21 Nov 2014 - 8:50 am.
Mr. Peralta, como que le insulto, ahora ademas de un peligro de infarto alucina tambien. Pues sepa que si alguna vez nos conocieramos (supongo que no tenga a menos conocer personalmente a una persona que razona diferente a ud., es decir, sin dogmas escolasticos) solo haria lo que hago con quienes discuto en mi ambito de relaciones, donde hay personas de cualquier etnia, nacionalidad, ideologia o credo y opinan lo que mejor les parece, nos sentariamos a tomar una caña, o un buen rioja si es invierno. Pero creo que usted no acepta dialogos ni contrapuntos, se cierra y embiste, y de tener poder, seguramente usted si fusilaria, yo no. Saludos, afectos y deseos de que su corazon soporte sus irritaciones mentales. Y aqui termino, no quiero ser acusado de provocarle el suicidio. (HEREJE33)
Ignacio Peralta - 20 Nov 2014 - 9:08 pm.
Individuo HEREJE33: Obviando las imbecilidades e insultos muy típicos de represores. Estoy seguro que si me tuvieses delante y siempre que te acompañen un rebaño de imbéciles represores como tú, de seguro te gustaría meterme un ladrillazo por la frente. ¿O quizás me harías lo que a Payá?. Ustedes los verdugos castristas son muy originales a la hora de diseñar muertes. Pero en fin, a lo que veníamos. Así que "...Imagínese qué democracia hay en España, que el Gobierno ignora a los demás grupos en el Parlamento.....". Bueno, al menos aún hay otros partidos en el parlamento, y éste parlamento no es como una función de focas apludiendo ... como lo hace en Cuba y ahora en Venezuela. ¿Quieres exportar el modelito para España?. Pues creo que va a ser que no. Aún el pueblo español es capaz de reconocer a aspirantes a dictadores. Ya nos "veremos" el año próximo, después de las elecciones.
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